Gerontolog¨ªa profesional
SAR lidera la inversi¨®n privada en residencias geri¨¢trico-sanitarias para la tercera edad
Ni e-business ni transg¨¦nicos. 'El reto del futuro es dise?ar y desarrollar productos dirigidos a atender las necesidades de nuestra gente mayor'. A Higinio Ravent¨®s le cuesta pronunciar la palabra ancianos. De hecho, no forma parte de su vocabulario. Ser¨¢ porque, quiz¨¢s, le recuerde el tono de 'marginalidad y casi beneficencia', dice, con que en este pa¨ªs se ha tratado todo lo relacionado con la llamada tercera edad. Al frente del grupo SAR, lidera la inversi¨®n en residencias geri¨¢trico-sanitarias en Espa?a.
El grupo controla 2.285 camas y tiene otras 440 en construcci¨®n, con una cifra de inversiones realizadas de 7.000 millones de pesetas
El objetivo de la empresa ha sido agrupar bajo una marca de calidad a peque?os establecimientos de turismo rural
Las previsiones contemplan duplicar el n¨²mero de camas, hasta 5.700, y multiplicar por cuatro la facturaci¨®n, hasta 18.500 millones
El aterrizaje personal de Higinio Ravent¨®s, un hombre de las finanzas y los seguros, en el mundo de la gerontolog¨ªa tuvo un poco de casualidad y mucho de l¨®gica mercantil. Fue de la mano de la Administraci¨®n -a la que ayud¨® a resolver la crisis que a mediados de los noventa amenazaba con dejar sin cobertura aseguradora a los servicios sanitarios del pa¨ªs- como descubri¨® la cruda realidad, presente y futura, de la asistencia social a la tercera edad, especialmente de aquellas personas (1,8 millones, seg¨²n un reciente estudio de la Fundaci¨® La Caixa) con un cierto nivel de dependencia en cuidados. Y se puso a hacer c¨¢lculos.
Espa?a sufre hoy un d¨¦ficit de 91.000 plazas residenciales; hay 110.000 en funcionamiento que no est¨¢n adaptadas para atender a personas asistidas; el 40% de la red hospitalaria est¨¢ ocupada por ancianos enfermos cr¨®nicos, y en un par de d¨¦cadas, los mayores de 65 a?os representar¨¢n el 20% de la sociedad espa?ola. Vistas as¨ª las cosas, los servicios geri¨¢tricos necesitar¨ªan, seg¨²n c¨¢lculos del sector, un bill¨®n de pesetas (s¨®lo en infraestructuras) s¨®lo para paliar las necesidades actuales y la creaci¨®n anual, hasta 2026, de 2.300 camas nuevas. 'Con las actuales pol¨ªticas de limitaci¨®n de la deuda p¨²blica, es de inocentes esperar que todo este esfuerzo lo asuma el Estado', concluye este empresario barcelon¨¦s.
A pesar que desde mediados de los ochenta ha sido el capital privado el gran proveedor de plazas residenciales (ostenta el 70% de las camas instaladas), el sector ha adolecido de graves deficiencias estructurales y de 'un perfil altamente atomizado y poco profesional'. Justo lo que se propuso combatir el presidente del grupo empresarial Confide cuando en 1992 diversific¨® su actividad a trav¨¦s de Grupo SAR (Servicios de Atenci¨®n Residencial) para personas mayores.
Nacido casi exclusivamente para ser gestor de centros de titularidad p¨²blica -el modelo m¨¢s rentable de negocio en el sector, a tenor de los analistas-, Grupo SAR es hoy uno de los principales operadores privados, con liderazgo en n¨²mero de camas (2.285 y 440 m¨¢s en construcci¨®n) y en cifra de inversiones propias realizadas hasta la fecha (7.000 millones de pesetas). En el cambio de estrategia empresarial tuvo mucho que ver el desajuste persistente entre lo que la Administraci¨®n abona por cada plaza concertada y su coste real, que ronda los tres millones de pesetas/a?o de promedio. '?ste no es un sector de grandes beneficios. Sin duda, esta diferencia econ¨®mica dificulta el aumento de inversiones privadas, agravado por el hecho que no hay una normativa clara sobre obra social y servicios', afirma.
As¨ª, en un negocio de grandes desembolsos inmobiliarios y con una rentabilidad a no menos de diez a?os vista, la l¨®gica financiera llev¨® a Grupo SAR a buscar su raz¨®n de ser en el segmento alto del mercado gerontol¨®gico, entre personas con capacidad financiera y dispuestas a pagar bien (entre las 250.000 y casi el medio mill¨®n de pesetas mensuales, seg¨²n el centro) por ser atendidas en todas sus necesidades, familias con ahorros y que, en muchos casos, ya han pasado por la asistencia domiciliaria completa. Y acert¨®. '?sta es la mejor apuesta empresarial', asegura Alfred Vern¨ªs, profesor del departamento de Pol¨ªtica de Empresa de ESADE. 'Bancos y cajas ya lo est¨¢n empezando a descubrir. Otra cosa ser¨ªa valorar si es inteligente desde un punto de vista de imagen de mercado'.
Que existe margen lo certifica el hecho que de los 15 centros SAR repartidos por Espa?a, s¨®lo dos (uno en Catalu?a y otro en Andaluc¨ªa) no son propios y que los ingresos por el convenio p¨²blico de plazas y servicios suponen algo menos de la mitad (y con tendencia a la baja) de los 4.000 millones de pesetas ingresados el a?o pasado. Y sobre todo existen buenas previsiones de futuro: duplicar el n¨²mero de camas (hasta las 5.700) y multiplicar por cuatro la facturaci¨®n (hasta los 18.500 millones de pesetas) son los objetivos trazados por Ravent¨®s para el a?o 2005. Un esfuerzo para el cual el grupo calcula que necesitar¨¢ una inyecci¨®n adicional de m¨¢s de 24.000 millones de pesetas, financiable en un 40% de fondos propios a partir de ampliaciones de capital.
Un eje importante en el desarrollo de esta expansi¨®n ser¨¢ la amplia gama de servicios ofertados en cada centro SAR, dise?ados como unidades espec¨ªficas independientes, pero que configuran un programa integral de asistencia m¨¦dica y social: desde el ingreso permanente a la atenci¨®n domiciliaria, pasando por asistencias temporales y las propias de un centro de d¨ªa. 'No somos un hospital ni las nuestras son residencias de lujo, pero nuestro alto nivel de especializaci¨®n nos permite atender a personas con necesidades muy diversas', subraya Ravent¨®s.
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