La tradici¨®n y la cr¨ªtica
La vida docente del te¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo, profesor la facultad de Granada, se interrumpi¨® bruscamente en los primeros meses de 1988 cuando la Iglesia lo apart¨® de las 'ense?anzas institucionales' por sus ideas avanzadas.
La explicaci¨®n oficial, sin embargo, lo acusaba de emplear 'un m¨¦todo teol¨®gico gravemente deficiente que restringe las funciones de la Teolog¨ªa a la hermen¨¦utica y la cr¨ªtica' y prescinde 'de la obligada referencia a la Tradici¨®n y el Magisterio'. Tambi¨¦n le achacaba 'supervalorar determinados contenidos del pensamiento contemnpor¨¢neo, acomodando a ellos los contenidos y la interpretaci¨®n tanto de la Sagrada Escritura como de las ense?anzas de la Iglesia'. Junto con ¨¦l fue cesado su compa?ero Juan Antonio Estrada, hoy profesor de la facultad de Filosof¨ªa y Letras de Granada.
La actividad de Castillo, una persona vinculada con los movimientos cristianos de base, qued¨® circunscrita desde entonces a los cursos especiales de segundo ciclo (doctorado). Castillo, lejos de amilanarse ante el castigo, ha mantenido desde entonces una l¨ªnea de coherencia con sus convicciones intelectuales y teol¨®gicas.
Frente por frente a Castillo se encuentra Antonio Ca?izares Llovera, actual arzobispo de Granada. Cuando se produjo la expulsi¨®n, Ca?izares, en su calidad de secretario de la Comisi¨®n Episcopal de la Doctrina de la Fe, fue el ¨²nico miembro de la Iglesia que intervino p?ublicamente en la pol¨¦mica y lleg¨® a decir, en un art¨ªculo publicado en Ecclesia que la apelaci¨®n a los derechos humanos hecha por los te¨®logos expulsados estaba fuera de lugar ya que, argumentaba, los compromisos religiosos suponen una 'autolimitaci¨®n voluntaria de esos derechos'.
A?os despu¨¦s Ca?izares fue nombrado arzobispo de Granada y de nuevo puso en su punto de mira la facultad de Teolog¨ªa, que pertenece a la Compa?¨ªa de Jes¨²s y que pasa por ser una de las m¨¢s liberales del pa¨ªs. Ca?izares, que preside la Comisi¨®n de Ense?anza de la Conferencia Episcopal, se quej¨® de otros seis profesores. Una las ¨²ltimas confrontaciones indirectas con Castillo fue a prop¨®sito del ex sacerdote Leonardo Boff, a quien el te¨®logo granadino invit¨® a una conferencia. Sus opiniones arrancaron una de las m¨¢s duras condenas de Ca?izares de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.
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