El centro de vigilancia del Estrecho a¨²n carece de los medios electr¨®nicos prometidos
El Gobierno anunci¨® hace dos a?os y medio 20.000 millones para blindar la frontera sur
La Central Operativa de Servicios (COS), desde donde la Guardia Civil controla el tr¨¢fico de inmigrantes a trav¨¦s del estrecho de Gibraltar, carece de una pantalla en la que los agentes puedan ver lo que sucede en el mar. Sus cuatro ordenadores, controlados por tres suboficiales que hacen turnos de 24 horas, s¨®lo disponen de programas cartogr¨¢ficos elementales. ?sta es la situaci¨®n dos a?os despu¨¦s de que el Gobierno anunciara una inversi¨®n de entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas para desarrollar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) y blindar la frontera sur de Europa.
Los mandos no disponen de una pantalla que les permita ver la zona en tiempo real
La COS est¨¢ situada en la comandancia de Algeciras. Se trata de una habitaci¨®n de veinte metros cuadrados con cuatro ordenadores y una decena de tel¨¦fonos. Desde all¨ª, tres suboficiales se comunican telef¨®nicamente y por radio con lo que en lenguaje t¨¦cnico denominan 'unidades de interceptaci¨®n': barcos, patrullas terrestres y helic¨®pteros. Tambi¨¦n hay un aparato de morse que es utilizado regularmente y hace las veces de 'red de seguridad' para el caso de que fallen las dem¨¢s comunicaciones. Las ¨®rdenes son impartidas, pues, sin que los mandos tengan una visi¨®n en tiempo real del teatro de operaciones.
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirm¨® hace dos semanas ante el Senado que 'el Gobierno est¨¢ aplicando ya un programa, el SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior)'. Rajoy explic¨® que el sistema 'permite la detecci¨®n e interceptaci¨®n de las embarcaciones que transportan ilegalmente a ciudadanos, as¨ª como labores de auxilio'. El SIVE ya fue presentado por el Ejecutivo hace dos a?os. En mayo de 1999, el director de la Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivielso, anunci¨® que invertir¨ªa para su instalaci¨®n entre 20.000 y 25.000 millones en el plazo de cinco a?os. Se trataba de blindar el Estrecho con un sistema de radares de larga distancia, c¨¢maras t¨¦rmicas, visores nocturnos, rayos infrarrojos y otros medios, que ser¨ªan dirigidos desde un centro coordinador en Algeciras. El pasado marzo, Valdivielso afirm¨® que la primera torre piloto para el cierre electr¨®nico de la zona comenzar¨ªa a funcionar entre junio y julio. Habr¨ªa sido de gran ayuda para contener las avalanchas de inmigrantes que se produjeron este verano. Pero, a d¨ªa de hoy, a¨²n no ha sido instalada.
Al parecer existen problemas para adaptar los nuevos radares. Los actuales equipos de las patrulleras no son de gran utilidad frente a embarcaciones tan peque?as como las pateras, debido a que captan el reflejo de todos los objetos flotantes. Lo explica un miembro del instituto armado: 'En un momento, el barco puede tener hasta siete puntos en la pantalla. Y debe acercarse a cada uno de ellos para ver de qu¨¦ se trata. Mientras est¨¢ ocupado comprobando que uno ha sido provocado por una boya y otro por un tronco, las pateras pueden entrar'.
La mayor¨ªa de las patrullas terrestres se desplazan en veh¨ªculos con un historial de 300.000 kil¨®metros. Est¨¢n tan rodados que no pueden superar los 100 kil¨®metros por hora. De momento, dinero del SIVE est¨¢ siendo destinado a renovar el parque m¨®vil.
Algunos agentes trabajan equipados con visores nocturnos, que muestran el paisaje como si estuviera iluminado por un foco verde. Pero no todas las patrullas disponen de estos aparatos. Las hay que deben conformarse con unos prism¨¢ticos. Otras, en cambio, llevan c¨¢maras t¨¦rmicas, que forman im¨¢genes a partir de las fuentes de calor. En las noches n¨ªtidas, los guardias pueden detectar con ellas incluso los embarques de pateras en las playas cercanas a T¨¢nger: una multitud de puntitos blancos (a 36,5?C) que van incorpor¨¢ndose a un objeto en el que brilla una fuente de calor m¨¢s fuerte; es el motor (a 120?C).
El problema de estas c¨¢maras es que fueron fabricadas hace 15 a?os, y cuando hay humedad una especie de cortina cubre sus pantallas y las deja inutilizadas. Los expertos creen que las previstas en el programa SIVE no dar¨¢n tantos problemas. Adem¨¢s, ser¨¢n en color.
Desde apostaderos situados a lo largo de los cien kil¨®metros de costa entre Zahara de los Atunes, al Oeste, y Torre Guadiaro, al Este los guardias deben cubrir todo el Estrecho. Para lograrlo, solapan sus perspectivas.
Cuando divisan una patera deben avisar al COS, cuyos responsables cursan ¨®rdenes a una de las nueve embarcaciones que, en distintos turnos, cubren el Estrecho. 'Lo ideal', dice un responsable de la comandancia, 'es interceptar la embarcaci¨®n en el mar. De esa forma evitamos el riesgo de que naufrague y adem¨¢s podemos apresar al piloto, que es el delincuente'. Pero ese esquema se rompe cuando se produce una avalancha.
Los primeros que se sienten desbordados en esos casos son los miembros del COS. 'Hay noches que llegan 300 o 400 inmigrantes y ya no tienes a quien mover', explica uno de los cabos del centro. 'Tenemos gente atendiendo a los que llegan con hipotermia, gente trasladado a los que han sido interceptados, gente haciendo diligencias... En ese momento llega aviso de que hay una ri?a en un bar y s¨®lo puedo decir: vale, voy yo'.
Lo mismo ocurre con las patrulleras. Un agente recuerda un caso reciente: 'Este verano cogimos dos pateras. Como llev¨¢bamos a cien inmigrantes en la cubierta, ten¨ªamos que ir muy despacio. Entonces vimos c¨®mo otra zodiac nos rebasaba y comenzaba a desembarcar. ?No pod¨ªamos hacer nada para impedirlo!'. En esos casos, la ¨²ltima esperanza son los agentes de tierra.
Los mandos de la Guardia Civil creen que la primera torreta del SIVE comenzar¨¢ a construirse antes de fin de a?o. En la comandancia, los alba?iles han empezado a habilitar una sala para instalar el nuevo COS. Hasta que eso suceda, es probable que las patrullas que todas las ma?anas recorren la costa sigan encontrando los montones de ropas mojadas que dejan los inmigrantes que han conseguido entrar en Espa?a sin ser detectados.
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