El Pent¨¢gono asegura haber alcanzado 31 objetivos militares

Misiles Tomahawk y bombarderos volvieron a atacar ayer, por segunda noche consecutiva, objetivos en Afganist¨¢n con la misi¨®n de inutilizar centros de mando, defensas y capacidad ofensiva terrestre y a¨¦rea del r¨¦gimen talib¨¢n. El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, indic¨® que a¨²n era pronto para conocer en detalle los objetivos alcanzados. 'No pararemos hasta que haya sido destruida la red terrorista. El objetivo no es ning¨²n individuo o grupo concreto', dijo Rumsfeld. El jefe de la Junta de Estado Mayor, general Richard Myers inform¨® ayer de que la oleada de bombardeos del domingo alcanz¨® 31 objetivos.

Ayer, bombarderos B-2 Stealth, llamados invisibles por ser indetectables por el radar, y B-1, que pueden llevar bombas de racimo capaces de destruir columnas enteras de blindados o concentraciones de tropas, volvieron a machacar objetivos capitales para los talib¨¢n y los campamentos de los hombres de Osama Bin Laden. Tambi¨¦n lo hicieron misiles de crucero lanzados desde barcos desplegados en el mar Ar¨¢bigo.

Alrededores de Kabul

'Todos los objetivos son militares', dijo Rumsfeld, quien subray¨® que en la primera noche se hab¨ªan bombardeado los alrededores de Kabul, pero no la capital. 'Es pronto para saber qu¨¦ aviones, defensas antia¨¦reas y bases a¨¦reas han sido incapacitados', agreg¨®. Interrogado si el objetivo supremo era alcanzar a Bin Laden, Rumsfeld se limit¨® a se?alar que se trata de acabar con los 'centros de mando y control y otros elementos en movimiento'.

'Para m¨ª, lo de esta noche ha servido para devolver la confianza a EE UU', coment¨® el piloto de uno de los cuatro F-14 Tomcats que el domingo despegaron del portaaviones Carl Vinson para bombardear objetivos en Kabul. A la vuelta de la misi¨®n, el piloto y su compa?ero vieron c¨®mo les disparaban las defensas antia¨¦reas de los talib¨¢n. Pero fue poco menos que un lanzamiento impotente de piedras.

Adem¨¢s de los cuatro Tomcats, del Carl Vinson despegaron seis F/A-18 Hornet, protegidos todos por una veintena larga de E-2 Hawkeye, que les daban cobertura electr¨®nica e inutilizaban el radar enemigo, y acompa?ados por aviones nodriza. En total, decenas de aparatos llenaron el espacio a¨¦reo de Afganist¨¢n. El vuelo de ida y vuelta al Carl Vinson dur¨® cuatro horas.

Los Tomahawk abrieron la v¨ªa a los aviones, entre los que participaron los B-2 Stealth que volaron directamente desde su base de Whiteman, en Misuri, en el centro de Estados Unidos a m¨¢s de 11.000 kil¨®metros de distancia.

Fuentes militares norteamericans indicaron ayer que ataques de este tipo van a continuar durante una semana empleando todos los medios ofensivos disponibles.