La continuidad del PP
El 15 de septiembre pasado, The Economist le dedicaba a Aznar un par de p¨¢ginas m¨¢s que elogiosas. Directo, eficiente, de cabeza clara y honesto, eran algunos de los adjetivos, poco frecuentes en esa publicaci¨®n. Sin embargo, le advert¨ªa tambi¨¦n de que el conflicto vasco pod¨ªa acabar siendo su tal¨®n de Aquiles y le aconsejaba mayor flexibilidad, quiz¨¢s incluso una negociaci¨®n. Todo hace sospechar que el art¨ªculo estaba escrito antes del horroroso atentado del 11 de septiembre que ha contribuido a deslegitimar muchos de los argumentos esp¨²reos sobre ETA d¨¢ndole la raz¨®n a Aznar. La resoluci¨®n 1373 de Naciones Unidas contra el terrorismo, aprobada el pasado d¨ªa 29 por unanimidad y con car¨¢cter imperativo para los 189 miembros, y que no diferencia entre terrorismo internacional o nacional, es de extrema importancia. ETA lo ten¨ªa ya dif¨ªcil gracias a la colaboraci¨®n de la Ertzaintza y de la polic¨ªa francesa, pero lo va a tener m¨¢s dif¨ªcil a¨²n en el futuro. Quienes hacen de ella la simple expresi¨®n de un conflicto pol¨ªtico (como la Conferencia de Paz o el PNV) est¨¢n tambi¨¦n perdiendo la escasa credibilidad que ten¨ªan.
Pero aunque el Gobierno del PP pueda superar con ¨¦xito esa dif¨ªcil asignatura, lo cierto es que anda desmembrado, confuso y sin fuerza. Algunos ministros o ministras jam¨¢s alzaron el vuelo (como ocurre con el mal dise?ado Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa), otros han desaparecido del mapa, alguno est¨¢ tocado, otros simplemente abrasados (como la de Sanidad). Y de nuevo se cumple esa regla de que la mayor¨ªa absoluta enerva tics autoritarios y hace perder sensibilidad ante la opini¨®n p¨²blica. Si no fuera por el ambiente b¨¦lico estar¨ªamos ya convencidos de que este Gobierno no va bien. De hecho va bastante mal y, para colmo, el calendario pol¨ªtico dificulta cualquier relevo durante la presidencia espa?ola de la Uni¨®n, que comienza el 1 de enero. A esta falta de direcci¨®n contribuye, sin duda, la inc¨®gnita abierta por el presidente sobre su sucesi¨®n. Y sobre esa inc¨®gnita se proyecta la larga mano del caso Gescartera que, este s¨ª, puede ser la pesada losa a que alud¨ªa The Economist.
Desde luego el asunto de Gescartera ha ido mucho mas all¨¢ de una simple culpa in vigilando como se adelant¨® inicialmente. La impresi¨®n dominante, dif¨ªcil de obviar a estas alturas, es que hubo una clara voluntad de tapar la magnitud del desfalco as¨ª como connivencias repetidas entre vigilantes y vigilados, con lo que el caso Gescartera ha pasado ya a ser el caso CNMV. Pero estas connivencias, que pueden tener calificaci¨®n penal, as¨ª como los ulteriores ocultamientos y mentiras ante la propia comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n, est¨¢n a su vez transformando el caso CNMV en el caso PP por mucho que esto irrite al presidente o Montoro intente torpemente desviarlo hacia el PSOE. Finalmente, la malhadada concesi¨®n de un cr¨¦dito a la empresa familiar de Rato por el banco HSBC (el ¨²nico banco que acompa?¨® a Gescartera en toda su trayectoria, seg¨²n asegura el Banco de Espa?a) no ayuda ciertamente a desembarazar al Gobierno del asunto.
Lo que viene, finalmente, a complicar (?casual o causalmente?) la misma sucesi¨®n del presidente. Aznar cometi¨® un serio error al comprometerse formalmente a no presentarse a una tercera reelecci¨®n. M¨¢s sensato hubiera sido, bien no decir nada hasta el final, bien presentarse para dimitir despu¨¦s dando paso al sucesor. Es probable que, al final, no tenga m¨¢s remedio que acudir a esa segunda f¨®rmula trag¨¢ndose sus palabras. Actualmente, la inc¨®gnita sobre la sucesi¨®n abierta s¨®lo trae problemas a los posibles candidatos y a la gobernabilidad del PP. En todo caso ¨¦ste perdi¨® ya con Mayor Oreja un magn¨ªfico candidato a presidente, extraordinariamente popular y bien valorado en toda Espa?a (salvo el Pa¨ªs Vasco, por cierto), arrinconado ahora en el Parlamento de Vitoria y dif¨ªcil de recuperar. Ser¨ªa lamentable que el PP perdiera ahora otro excelente candidato a presidente como es Rato, muy bien valorado tambi¨¦n por los electores, con sensatez y experiencia, al que las circunstancias est¨¢n llevando a enrabietarse perdiendo los papeles. Par¨ªs bien vale una misa y el PP har¨ªa bien en pagar el precio que vale un buen candidato antes de que este tire la toalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Resoluciones ONU
- Pol¨ªtica nacional
- Gescartera
- Presidencia Gobierno
- Orden p¨²blico
- Seguridad ciudadana
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- PP
- Lucha antiterrorista
- Partidos pol¨ªticos
- ETA
- ONU
- Corrupci¨®n
- Grupos terroristas
- Organizaciones internacionales
- Proceso judicial
- Terrorismo
- Empresas
- Delitos
- Administraci¨®n Estado
- Justicia
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa