El MOMA intenta ganar p¨²blico con una muestra de Giacometti
El museo ha perdido un 50% de visitantes
Nueva York no hab¨ªa visto tantas obras de Alberto Giacometti (1901-1966) desde hac¨ªa m¨¢s de 25 a?os, desde la retrospectiva del Guggenheim en 1974. Ahora el MOMA ha reunido casi 200 obras del artista suizo, con sus peculiares esculturas, pinturas y dibujos para celebrar el centenario de su nacimiento. El museo, medio vac¨ªo desde los atentados, como el resto de las instituciones culturales de la ciudad, espera as¨ª remontar el tremendo baj¨®n de asistencia.
'Es un milagro que podamos ver esta exposici¨®n', confes¨® Glenn Lowry, el director del Museo de Arte Moderno (MOMA) al presentar la muestra. 'El pasado 11 de septiembre, despu¨¦s de haber digerido los tremendos acontecimientos, empez¨® a cundir el p¨¢nico en nuestra peque?a realidad', al coincidir con el cierre de la muestra en el Zunsthaus Z¨¹rich y el env¨ªo de las obras a Nueva York. 'Nuestro equipo trabaj¨® a destajo para tenerlo todo listo'.
Con esta exposici¨®n, el MOMA espera recuperarse de un mes especialmente malo. Desde los atentados, las visitas, como en el resto de los museos de la ciudad, han ca¨ªdo un 50%. El Metropolitan calcula que ha perdido unos dos millones de d¨®lares en las ¨²ltimas semanas. El MOMA ha cambiado incluso su campa?a de publicidad, dejando a un lado los turistas para centrarse en un p¨²blico m¨¢s local.
La retrospectiva muestra todas las facetas de Giacometti. Organizada cronol¨®gicamente abre con las primeras obras realizadas en su cuidad natal de Stampa, en los Alpes suizos, donde el artista naci¨® en octubre de 1901, uno de los cuatro hijos del pintor pos-impresionista Giovanni Giacometti, y le sigue hasta Par¨ªs, en los a?os veinte, donde se junt¨® y luego rompi¨® con el movimiento surrealista.
Desencuentros
En 1948, el pr¨®logo de su primera exposici¨®n en solitario en Nueva York, escrito por su amigo Jean Paul Sartre, le identific¨® con los existencialistas. Sus esculturas melanc¨®licas, sus figuras filiformes reflejaban el sentido d¨¦bil de la vida, unos personajes constantemente amenazados por su entorno.
Pero Giacometti se consideraba m¨¢s a s¨ª mismo como un realista con la imposible misi¨®n de representar la apariencia de las cosas y los desencuentros entre hombres y mujeres, entre la vida y el arte. La visi¨®n del artista suizo pasaba por un cambio radical en la dimensi¨®n de las cosas. 'Una vez, en el estudio de mi padre, cuando ten¨ªa 18 o 19 a?os', cont¨® el escultor en una ocasi¨®n, 'estaba dibujando unas peras que estaban sobre la mesa a tama?o normal para una naturaleza muerta. Pero empezaron a ser cada vez m¨¢s peque?as. Empec¨¦ una y otra vez, y volv¨ªan al mismo tama?o. Mi padre se enfad¨® y me pidi¨® que las pintara como las ve¨ªa. Intent¨¦ verlas a una escala normal, pero no hubo forma; media hora despu¨¦s, las peras eran tan peque?as como las primeras'.
La exposici¨®n del MOMA incluye 40 pinturas y 60 dibujos, donde Giacometti se liber¨® m¨¢s f¨¢cilmente de su obsesi¨®n por la figura humana, deleit¨¢ndose en reflejar los paisajes de sus Alpes natales, aunque sus obras m¨¢s impactantes siguen siendo retratos. El de su hermano menor y c¨®mplice, Diego, o el de su madre, Anetta.
Giacometti siempre huy¨® de la fama y del lujo. Mantuvo el mismo estudio de Par¨ªs de 1927. 'He rechazado la intrusi¨®n del ¨¦xito todo lo que he podido. Pero quiz¨¢s la mejor forma de tener ¨¦xito es huir de ¨¦l'. Muri¨® en 1966 de bronquitis cr¨®nica.
Babelia
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