Duelo de fajadores en el Camp Nou
Bar?a y Valencia empatan en un partido muy trabado y peleado, en el que no estuvo Rivaldo y en el que se lesion¨® Ca?izares
M¨¢s que bonita, la Liga pinta brava. Acordes con los tiempos que corren, el Bar?a y el Valencia se zurraron tanto en el Camp Nou que al final no pod¨ªan ni con los calzones. No ha lugar para rendirse, y a la hora del recuento parece como si se premiara m¨¢s no perder que puntuar. Azulgrana y valencianistas se batieron como futbolistas de otra ¨¦poca, cuando el escudo pesaba m¨¢s que la n¨®mina, y sirvieron un partido peleado y tan trabajado que no pararon hasta que el ¨¢rbitro dijo basta y les mand¨® a la caseta con la lengua fuera y las botas rajadas por tanto trap¨ªo.
Puesto que la actitud se pondera por encima del juego, habr¨¢ que convenir que el encuentro tuvo mucha tralla, la refriega se activ¨® en cada bal¨®n dividido y los futbolistas se jugaron la pierna ora s¨ª y ora tambi¨¦n. La ausencia de Rivaldo, que no estuvo ni en el banquillo, se correspondi¨® con cuanto ocurri¨® en la cancha. No hab¨ªa sitio para el brasile?o, d¨¦bil como parece estar, ni para Aimar, capaz igualmente de alterar el orden de las cosas. Vista as¨ª, la contienda discurri¨® por donde dispuso el Valencia.
BARCELONA 2| VALENCIA 2
Barcelona: Bonano; Gabri, Puyol, Frank de Boer, Coco; Luis Enrique, Xavi, Cocu; Kluivert (Motta, m. 90); Geovanni (Reiziger, m. 75) y Saviola. Valencia: Ca?izares (Palop, m. 29); Curro Torres, Ayala, Pellegrino, Carboni; Rufete (Vicente, m. 85), Albelda, Marchena, Kily Gonz¨¢lez; J. S¨¢nchez y Salva (Ilie, m. 76). Goles: 0-1. M. 26. Salva aprovecha un excelente pase de Juan S¨¢nchez tras una jugada de Curro Torres. 1-1. M. 42. Saviola remata en el primer palo un centro de Coco desde la izquierda. 1-2. M. 73. Marchena sorprende a Bonano con un tiro desde unos 20 metros. 2-2. M. 74. Gabri empalma un duro disparo que, tras tocar en Coco, sorprende a Palop. ?rbitro: Undiano Mallenco. Mostr¨® la cartulina amarilla a Gabri, Ca?izares, Xavi, Geovanni y Luis Enrique. Unos 90.000 espectadores. Ca?izares sufri¨® una lesi¨®n tras un encontronazo con Frank de Boer y tuvo que ser sustituido en el minuto 29.
Las dudas a la hora de montar la alineaci¨®n se decantaron mayoritariamente del lado del jugador m¨¢s fuerte, y el Valencia tuvo m¨¢s peso. Estuvo el equipo de Mestalla muy mand¨®n. Pocas veces un visitante ha procurado gobernar un partido del Camp Nou con tanta autoridad como el de Ben¨ªtez. El t¨¦cnico calz¨® un once titular que daba grima, un grupo militarizado, lleno de futbolistas robustos, dispuestos a arramblar al rival, que pic¨® el anzuelo.
El Bar?a se arrug¨® ante el poder¨ªo del Valencia. El gol de Salva retrat¨® el paisaje del partido: libre de marca, Curro Torres tir¨® por el carril derecho y profundiz¨® para S¨¢nchez, que le gan¨® la espalda a De Boer y puso el pase de la muerte para la llegada de Salva, impecable anticip¨¢ndose a Puyol, s¨ªmbolo de la fuerza y la velocidad barcelonistas. Los futbolistas del Valencia sal¨ªan ganadores en cada cuerpo a cuerpo. Eran un segundo m¨¢s r¨¢pidos y un punto m¨¢s poderosos, factores desequilibrantes en un partido que se disputaba en el terreno f¨ªsico para desdicha de los azulgrana, que, pese a su crecida, no est¨¢n a¨²n a punto para enfrentarse a contrarios tan atl¨¦ticos.
Incomodado por el despliegue del Valencia y el intervencionismo desmedido del ¨¢rbitro, no hab¨ªa manera de que el Barcelona le cogiera el hilo al partido. El equipo de Rexach qued¨® tan mal puesto desde la salida que Kluivert actu¨® a menudo como un medio centro, cometiendo faltas por igual al enganche que a los volantes, incapaz de prolongar el ataque. Ni una noticia buena que contar entre los barcelonistas. Hasta que poco antes del descanso apareci¨® Saviola y defini¨® con maestr¨ªa en el primer palo un centro de Coco.
El gol redimi¨® a Saviola como lo que es, un delantero r¨¢pido y vivo que se perfila para puntear y rematar, y le eximi¨® de tareas como las que ven¨ªa cumpliendo, y entre ellas bajar a la l¨ªnea de tres cuartos para armar el ataque. Pese a que siempre supo rentabilizar sus ventajas, por peque?as que sean, el Valencia acus¨® el empate. Destemplado por la lesi¨®n de Ca?izares y desquiciado por el atropello barcelonista, no atin¨® a cerrar el encuentro cuando lo hab¨ªa tenido de cara y se entreg¨® a una segunda parte enrevesada. Perdi¨® organizaci¨®n y consistencia, aunque no llegada, en la misma proporci¨®n que los puntas azulgrana ganaban presencia y remate. El partido se desboc¨® y la pelota apareci¨® en uno y otro campo sin ton ni son, apetecible para cualquier gesto personal, a pedir de boca de jugadores sin man¨ªas. Fue el caso de Marchena, que retrat¨® a Bonano con un remate desde fuera del ¨¢rea que se no atin¨® a tapar De Boer, y de Gabri que, acto seguido, igual¨® con un disparo muy lejano ante el que no pudo responder Palop porque la pelota toc¨® en Coco.
Adivinar el final era una loter¨ªa tal y como estaba la contienda, presidida por el esfuerzo y la falta de temple. Jugando al l¨ªmite, no hubo variaciones aunque De Boer tuvo el gol de la victoria en un cabezazo franco que lami¨® el travesa?o. Fue el final de un partido de brega m¨¢s que de f¨²tbol tal y como pretend¨ªa el Valencia. Escarmentado de a?os pasados, el Bar?a ha acabado pleg¨¢ndose al juego viril de equipos punteros como son el Deportivo o el Valencia. El resultado, sin embargo, es descorazonador en los dos enfrentamientos directos: empate en casa y derrota en Riazor. Frente a los dem¨¢s, sin embargo, ha recaudado suficientes puntos como para mantener su discurso: el campeonato se gana m¨¢s por determinaci¨®n que por diversi¨®n, as¨ª que quien quiera espect¨¢culo que vaya al circo. La cosa est¨¢ tan seria que ahora a los futbolistas les preguntan c¨®mo est¨¢n antes de jugar y, seg¨²n se explican, les mandan para casa, porque s¨®lo se admiten hombres hechos y derechos. Saviola y Rivaldo son el ¨²ltimo ejemplo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.