El Valladolid fulmina al Athletic

Leyes del f¨²tbol. Primera: si perdonas, pierdes. No era el caso en San Mam¨¦s. El Athletic hu¨ªa de la porter¨ªa rival y el Valladolid tiraba desde lejos. Es decir, f¨²tbol tonto, por descosido, timorato, especulativo, plano.

Segunda: si regalas, pierdes. He ah¨ª al Athletic en todo su esplendor. El Valladolid no necesit¨® imaginar ninguna jugada para marcar dos goles en la primera parte. Movi¨® el bal¨®n, se lo ech¨® al atacante m¨¢s adelantado y Tote, como la defensa rojiblanca tiende a abrirse, nunca a juntarse, empuj¨® el bal¨®n a la red m¨¢s por obligaci¨®n que por vocaci¨®n. Si me la das, la empujo. Si no, ni voy. Pero tuvo motivos para ir. Sobre todo, Tote, que jug¨® el partido m¨¢s feliz de su vida. Tres goles basados en estar a la espalda del contrario, algo que en el Athletic tiene mucho resultado y poco m¨¦rito. Tote, de aqu¨ª para all¨¢, sin virguer¨ªas, desacredit¨® a la defensa del Athletic y la puso m¨¢s en duda que nunca.

Tercera ley, a investigar: en qu¨¦ medida el car¨¢cter mortecino del partido influye en el ¨¢rbitro, que se deja ir, se gusta y disfruta del silbato, o, por el contrario, es inerme a cualquier factor ambiental y todo le sale del alma, como si tal cosa.

El Athletic fue malo; el Valladolid, aprovech¨®n -aunque Cuauhtemoc marc¨® un gol de v¨ªdeoteca-, y el ¨¢rbitro, injusto, es decir malo. Resumen fatal de un partido lleno de goles, excesivo, vociferante en el que cuesta destacar a alguien, que no sea Tote por puro efecto de su hat trick. El ex madridista no hizo un partido sublime, pero mostr¨® pegada: si se la das al pie, la enchufa. Buen balance.

Lo cierto es que el Valladolid pareci¨® un equipo normal que juega con sentido com¨²n, sin m¨¢s, y aprovecha cuanto le dan. El Athletic emiti¨® malas se?ales. Huele a cad¨¢ver: sin alma, coraz¨®n ni inteligencia. Ante el Valladolid toc¨® fondo, sobre todo en la defensa. Cuando juegas poco y mal, cada regalo es una condena y la defensa del Athletic tiende a la desorganizaci¨®n a las primeras de cambio.

Urge una revoluci¨®n en el Athletic. Las vacas sagradas han tocado fondo: Joseba Etxeberria, Carlos Garc¨ªa, Guerrero, Larrainzar, Larrazabal, entre otros, han tocado fondo. Necesitan un aliento en el cogote. Cuando un equipo, sin hacer un gran partido, te hace cuatro goles es que la estructura falla, que el edificio se cae, que est¨¢ enfermo. Y lo aprovech¨® el Valladolid apelando ¨²nicamente al sentido com¨²n. No es poca cosa para ganar, aunque sea poca cosa que ver.