?xodo de los rusos de Asia Central
El efecto del conflicto afgano lleva a muchos uzbekos, originarios de Rusia, a regresar a su pa¨ªs de origen
El temor a las secuelas de la operaci¨®n antiterrorista en Afganist¨¢n es un est¨ªmulo nuevo para el ¨¦xodo de los rusos que, en los 10 a?os transcurridos desde el fin de la URSS, se hab¨ªan hecho ya a la idea de quedarse en los antiguos dominios asi¨¢ticos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El debate esta semana en el Parlamento federal de Rusia (la Duma) de una nueva ley, que endurece las condiciones para obtener la ciudadan¨ªa de la Federaci¨®n Rusa, es otro de los acicates para el retorno a 'la patria de origen' de los portadores de la lengua y la cultura de la antigua potencia colonial rusa, que hoy se sienten cada vez m¨¢s ajenos a sus entornos asi¨¢ticos.
El viernes, ante la Embajada de la Federaci¨®n Rusa en Tash-kent, un grupo de mujeres inquir¨ªan sobre los tr¨¢mites para emigrar. 'Soy m¨¦dica y hab¨ªa decidido quedarme, pero a la vista de lo que est¨¢ pasando en Afganist¨¢n, mi familia y yo deliberamos y decidimos que es necesario empezar a marcharnos', dice Liuba. 'Nos vamos por el futuro de mis nietos, de ocho y cuatro a?os. Nos iremos poco a poco. Mi marido, que tiene parientes en Rusia, ir¨¢ por delante', manifestaba esta rusa, hija de una funcionaria de las Juventudes Comunistas, que lleg¨® a Uzbekist¨¢n en los a?os treinta.
'Mi hija menor habla muy bien uzbeko, pero la discriminan porque es rubia'
Las mujeres que se agolpan frente a la embajada se quejan del burocr¨¢tico proceso para adquirir la nacionalidad rusa y tambi¨¦n del alambre de espino con el que se ha reforzado la verja de la legaci¨®n diplom¨¢tica en las ¨²ltimas semanas, seg¨²n nos dicen. Para obtener la ciudadan¨ªa de la Federaci¨®n Rusa, estos rusos de origen, que son hoy ciudadanos uzbekos, deben superar una serie de etapas, comenzando por las colas de miles de personas que quieren presentar su solicitud.
Completar las formalidades puede llevar dos a?os, se?ala Alexandr, cuyo bisabuelo fue un oficial del imperio zarista destinado en Asia Central a finales del siglo XIX. Tambi¨¦n ¨¦l ha decidido marcharse al pa¨ªs de sus antepasados, un territorio que apenas conoce y que le da un poco de miedo, 'porque los europeos son muy individualistas'. 'Pero los sueldos aqu¨ª son de miseria', se?ala. Unos 50 d¨®lares al mes (unas 9.000 pesetas) son un salario de lujo y una pensi¨®n de 16 d¨®lares (unas 2.500 pesetas), un sue?o para muchos. Liuba, la m¨¦dica, que cobra esta cantidad, asegura que se la gasta en la compra de dos d¨ªas. Las ancianas que piden limosna en los mercados tratan de ablandar los corazones con la frase: '?Tenga misericordia por esta abuelita rusa!'. Por su posici¨®n social, las 'abuelitas rusas' no est¨¢n muy lejos de los provincianos uzbekos, que ofrecen su trabajo por un d¨®lar al d¨ªa en los llamados mercados de esclavos de Tashkent.
A una rusa, madre de dos hijas, le inquieta la falta de perspectivas en este pa¨ªs, cada vez m¨¢s oriental. La mujer cobra con varios meses de retraso su sueldo en la f¨¢brica de aviaci¨®n de Tash-kent. 'Estoy dividida entre dejar a mis padres aqu¨ª o pensar en el futuro de mis hijas', se?ala. 'La mayor trabaja en un banco y, aunque es buena especialista, no la ascienden por ser rusa. La menor habla muy bien uzbeko, pero la discriminan porque es rubia', comenta.
Hoy, los rusos representan algo menos de un mill¨®n de personas entre los 25 millones de ciudadanos de Uzbekist¨¢n. En una d¨¦cada, 10 millones de personas han emigrado a Rusia procedentes de Estados de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. De ellas, un 30% proced¨ªa de Kazajst¨¢n; un 16% de Tayikist¨¢n y un 14%, de Uzbekist¨¢n, seg¨²n el peri¨®dico Izvestia.
Ante la llegada de los llamados 'compatriotas', Rusia ha tenido una pol¨ªtica incoherente, influida por el deseo inicial de que los rusos fueran un factor de influencia (en Ucrania y en el B¨¢ltico, por ejemplo) y por el temor a los costes econ¨®micos. Oficialmente, Mosc¨² reconoce que la emigraci¨®n pal¨ªa la crisis demogr¨¢fica que ha reducido la poblaci¨®n por debajo de los 150 millones de personas, y la semana pasada en Mosc¨², el presidente Vlad¨ªmir Putin asegur¨® que desea la vuelta de sus compatriotas. 'No me lo creo', se?alaba una experta en ordenadores, que esperaba frente a la Embajada rusa en Tash-kent. 'Rusia no es Israel, que espera con los brazos abiertos a sus hijos', afirmaba. 'Con lo que me den por el piso aqu¨ª, puedo comprarme una caseta de perro en Rusia', bromeaba Liuba.
Con todo, hay indicios de que la situaci¨®n en Afganist¨¢n puede contribuir a aclarar la pol¨ªtica del Kremlin. En Rusia viven cerca de cinco millones de extranjeros ilegales, seg¨²n el vicejefe del Comit¨¦ de Internacional de la Duma, Konstant¨ªn Kosachev. Para controlar la inmigraci¨®n clandestina, Rusia necesita acelerar el canje de los pasaportes sovi¨¦ticos -con los que todav¨ªa viaja un gran n¨²mero de los ciudadanos rusos- por pasaportes rusos.
Con ello se evitar¨¢n esc¨¢ndalos como el sucedido en Tayikist¨¢n, donde hasta hace poco se emit¨ªan pasaportes sovi¨¦ticos con viejas reservas de papel oficial, que deber¨ªan haber sido destruidas.
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