La UE apoya que la ONU sea el ¨¢rbitro de un futuro Gobierno afgano

La Uni¨®n Europea (UE) no se ha cruzado de brazos sobre el futuro pol¨ªtico de Afganist¨¢n, una vez caiga el r¨¦gimen talib¨¢n. El Reino Unido, Alemania y Francia han elaborado planes para la reconstrucci¨®n del devastado pa¨ªs centroasi¨¢tico. Coinciden en la necesidad de que se constituya un amplio gobierno bajo el liderazgo de la ONU y guiado de alg¨²n modo por el derrocado rey Mohamed Zaher, exiliado en Roma desde su ca¨ªda en 1973.

En la lista de visitas que el moderado y octogenario monarca tiene para los pr¨®ximos d¨ªas en su residencia romana figura el alto representante de la Pol¨ªtica Exterior y Seguridad Com¨²n de la UE, Javier Solana, quien fechas atr¨¢s recibi¨® un amplio informe de sus contactos con Zaher del representante de la ONU, Francesc Vendrell. Solana es muy probable que viaje a la capital italiana despu¨¦s del Consejo Europeo de Gante (B¨¦lgica) del pr¨®ximo viernes. Entretanto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha designado al antiguo ministro argelino de Exteriores, Lajdar Brahimi, como enviado especial, como superior de Vendrell, para los contactos con la oposici¨®n y para empezar a preparar un gobierno en la sombra.

El anciano soberano ha concedido audiencia durante este mes a l¨ªderes de la oposici¨®n en el exilio y representantes de varias etnias. Sin embargo, en su contra aparecen tres elementos, a cual m¨¢s importante: la edad, la larga ausencia del pa¨ªs y la falta de colaboradores. Zaher puede actuar como temporal elemento de estabilidad pero dif¨ªcilmente como jefe de Gobierno, seg¨²n observan fuentes diplom¨¢ticas de la Uni¨®n Europea.

Tambi¨¦n EE UU se muestra inclinado a conceder a la ONU una funci¨®n de liderazgo en el futuro de Afganist¨¢n y a colaborar en la creaci¨®n de un Gobierno que represente a toda la naci¨®n y a sus tribus, empezando l¨®gicamente por los pastunes, que constituyen aproximadamente la mitad de la poblaci¨®n. Pero al presidente George W. Bush no se le pasa ni remotamente por la cabeza que esa gran coalici¨®n incluya a talibanes moderados.

Los europeos est¨¢n de acuerdo en que la opositora Alianza del Norte desempe?e un papel importante, pero nunca de pivote. Entre otras cosas, porque Pakist¨¢n jam¨¢s lo permitir¨¢ por considerar a los insurgentes del Norte enemigos ac¨¦rrimos y sospechosos de haber recibido apoyo de India. Incluso Rusia e Ir¨¢n, que los respaldan, descartan que se conviertan en el eje de la ba-lanza.

De los planes de Alemania, Francia y el Reino Unidos sobresale el brit¨¢nico en lo que respecta a estrategia. Para Londres, tan vital es dar con una soluci¨®n al problema afgano como respaldar al Pakist¨¢n del general Pervez Musharraf, que ha pasado de ser enemigo a aliado de los occidentales tras el 11 de septiembre. El Reino Unido sugiere reinventar una especie de Plan Marshall y propone que los organismos internacionales de cr¨¦dito concedan 15.000 millones de d¨®lares en 10 a?os como ayuda al ajuste financiero del endeudado pa¨ªs. Pakist¨¢n es pieza clave en la crisis. El presidente Musharraf tiene ante s¨ª la dif¨ªcil papeleta de tener que contener el integrismo isl¨¢mico interno y afrontar, a la vez, la avalancha de refugiados afganos. M¨¢s de dos millones se encuentran en territorio paquistan¨ª desde antes de esta ¨²ltima crisis (una cifra casi parecida en Ir¨¢n) y, en el peor de los escenarios, se baraja que otro mill¨®n m¨¢s intente cruzar la frontera.

En el actual rompecabezas, Londres considera que existen una serie de flancos imprescindibles para devolver la estabilidad y reconstruir una naci¨®n devastada por dos d¨¦cadas de guerra, devastada por la hambruna y con uno de los ¨ªndices de analfabetismo y mortandad m¨¢s altos del mundo. Los ¨¢rbitros de este juego son EE UU, el G-7, la UE, Pakist¨¢n, Ir¨¢n y Rusia, y en menor medida las tres antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas lim¨ªtrofes: Turkmenist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Tayikist¨¢n. En los planes de los tres pa¨ªses m¨¢s influyentes de la UE se marca como hoja de ruta ideal, primero la creaci¨®n de un Consejo Supremo, en el que figurar¨ªan adem¨¢s de la Alianza del Norte, representantes de los pastunes y de otras tribus menores, as¨ª como aliados del rey. Este ¨®rgano servir¨ªa, a su vez, para facilitar la formaci¨®n de una Loya Jirga (Gran Asamblea), una especie de asamblea constituyente que formar¨ªa un gobierno de transici¨®n y elaborar¨ªa una Constituci¨®n.