Detenidos cuatro 'skins' en Sabadell tras agredir a un joven negro

Cuatro j¨®venes cabezas rapadas fueron detenidos el pasado viernes por la noche cuando, tras agredir a un joven negro, uno de ellos era atendido por lesiones leves en el hospital Parc Taul¨ª de Sabadell. Se trata de A. M. T, de 20 a?os, y J. R. G. J., O. L. B y C. B. G., los tres de 18 a?os y vecinos de Castellar del Vall¨¨s. Los cuatro skin-heads, que han pasado a disposici¨®n judicial, empezaron insultando a M. K., de 23 a?os y originario de Sierra Leona, cerca de la plaza de Espanya de Sabadell.

El joven intent¨® escapar de sus agresores refugi¨¢ndose en un cibercaf¨¦ de la plaza y fue all¨ª donde los cuatro detenidos se abalanzaron sobre la v¨ªctima. El joven, al intentar defenderse de la desproporcionada agresi¨®n, hiri¨® levemente a uno de sus atacantes. ?ste, convertido en v¨ªctima, se dirigi¨® al hospital y fue all¨ª donde la polic¨ªa lo detuvo junto con sus compa?eros, que le aguardaban en un coche en las inmediaciones.

Seg¨²n el concejal de V¨ªa P¨²blica del Ayuntamiento de Sabadell, Joan Carles S¨¢nchez, si la polic¨ªa act¨²o 'con celeridad' y las detenciones fueron posibles, fue porque la zona donde se produjo la agresi¨®n -el barrio de Torreguitart- est¨¢ vigilada desde antes de verano. Torreguitart es una zona donde se re¨²nen grupos de cabezas rapadas que tienen bastante atemorizado al barrio. Los vecinos 'no se atreven a denunciarles y esto es un problema a?adido', explica S¨¢nchez. La polic¨ªa tiene identificados a tres grupos de cabezas rapadas. 'No son grupos muy numerosos, pero s¨ª muy activos', afirma el concejal. Su actividad consiste en intimidar a personas, sean o no del barrio, y agredir verbal y f¨ªsicamente a todo el que se cruza en su camino.

El fin de semana pasado la polic¨ªa detuvo a otros cinco cabezas rapadas que entraron en una hamburgueser¨ªa y agredieron a algunos clientes. Tambi¨¦n durante la semana pasada se identific¨® a ocho j¨®venes de esta tribu urbana. 'Detenerlos es dif¨ªcil porque sus actuaciones son fortuitas, pero intentamos vigilarlos y estar muy encima de ellos', afirma S¨¢nchez.