El precio de las alianzas
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se enfrenta a un caramelo envenenado en su viaje al subcontinente asi¨¢tico, iniciado ayer en Islamabad, a consecuencia de la cruenta disputa que enfrenta a entre India y Pakist¨¢n sobre Cachemira desde la partici¨®n del subcontinente asi¨¢tico en 1947 y que ha provocado dos sangrientas guerras en los ¨²ltimos 54 a?os. Powell tendr¨¢ que caminar sobre un campo de minas, con un peligro real de que alguna le estalle durante el viaje, si no quiere ofender las sensibilidades a flor de piel que el territorio en disputa provoca tanto en Islamabad como en Nueva Delhi. Y, evidentemente, los bombardeos de posiciones paquistan¨ªes de ayer en la l¨ªnea de control que separa ambos ej¨¦rcitos por parte de la artiller¨ªa india no son un buen aperitivo.
Powell va a poder comprobar que el apoyo inicial a EE UU en la campa?a contra el r¨¦gimen talib¨¢n por parte de Pakist¨¢n e India tiene un precio que, dif¨ªcilmente, Washington puede pagar. Ambos pa¨ªses esperan un gui?o favorable a sus respectivas posiciones sobre Cachemira. Pero, lo ¨²nico que puede ofrecer Powell es una mediaci¨®n en un intento de reactivar las conversaciones de paz entre los dos pa¨ªses.
En realidad, en este caso, como en tantos otros, EE UU se enfrenta a la cruda realidad de que los intereses nacionales de los pa¨ªses que apoyan a la coalici¨®n contra el terrorismo integrista, laboriosamente tejida por la diplomacia estadounidense, sean el germen de su propio desmoronamiento. Muchos consideran que la crisis de Cachemira, junto al conflicto palestino-israel¨ª, constituye el foco de tensi¨®n m¨¢s grave que existe en el mundo, si se considera que los dos pa¨ªses enfrentados poseen el arma at¨®mica y la capacidad de lanzarla con proyectiles de alcance medio.
Por otra parte, EE UU ha descubierto, principalmente a trav¨¦s de las manifestaciones en contra de su intervenci¨®n en Afganist¨¢n registradas en varios pa¨ªses ¨¢rabes e isl¨¢micos, que su mensaje de lucha contra el terrorismo y no contra el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n no llega a las distintas opiniones p¨²blicas de esos pa¨ªses, principalmente por la falta de libertad de informaci¨®n. Hasta ahora, la diplomacia estadounidense concentraba sus mensajes en las emisiones en lenguas vern¨¢culas de La Voz de Am¨¦rica y la BBC. A partir de la retransmisi¨®n del mensaje de Bin Laden por el canal de televisi¨®n con base en Qatar, Al Jazira, el Departamento de Estado ha decidido hacer desfilar ante las c¨¢maras del canal a los m¨¢ximos protagonistas de la estrategia de EE UU. Powell concedi¨® una entrevista a Al Jazira el 23 de septiembre; la asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, apareci¨® ayer, y hoy lo har¨¢ el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
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