Maragall censura a Pujol que haya reducido a un mercadeo la relaci¨®n con el poder central

Tras casi 22 a?os de monopolio del Gobierno catal¨¢n por el nacionalismo de CiU, el l¨ªder de la oposici¨®n, Pasqual Maragall, reclam¨® ayer que Catalu?a deje de dar vueltas en torno a la 'herida de la identidad', deje de reducir sus relaciones con el Gobierno central a un mercadeo partidista y se abra al protagonismo pol¨ªtico de los nuevos catalanes; de los hijos y nietos de los andaluces y extreme?os, dijo, que en los a?os sesenta contribuyeron tan decisivamente a levantar la demograf¨ªa y la econom¨ªa catalana. ?se fue uno de los argumentos esenciales de Maragall en su primera intervenci¨®n en el debate de la moci¨®n de censura que ha presentado contra Jordi Pujol en el Parlamento catal¨¢n.

El l¨ªder del PSC, Pasqual Maragall, hizo ayer un esfuerzo para conectar con la parte de la poblaci¨®n de Catalu?a que no comulga con el nacionalismo y que percibe las instituciones auton¨®micas como un feudo de los nacionalistas. Atend¨ªa as¨ª a una de las cr¨ªticas que m¨¢s a menudo se le formula desde posiciones progresistas. Acus¨® a los nacionalistas de dividir al pa¨ªs en 'buenos' catalanes, los nacionalistas, y catalanes 'sospechosos', todos los dem¨¢s. Record¨® que son ya los hijos de los andaluces y extreme?os llegados a Catalu?a en los a?os sesenta quienes le preguntan cu¨¢ndo 'la catalanidad dejar¨¢ de ser una llave m¨¢gica que unos administran y otros s¨®lo pueden acatar o ignorar'.

La respuesta que Maragall dio a esta pregunta es que Catalu?a necesita sustituir el nacionalismo que hasta ahora ha tenido el monopolio de la Generalitat por una concepci¨®n del catalanismo que deje de 'dar vueltas en torno a la herida de la identidad' y plantee 'una intervenci¨®n sin complejos en Espa?a', lejos del 'mercadeo' en clave partidista que ha caracterizado la actuaci¨®n de CiU. Sobre la base de la concepci¨®n de la 'Espa?a plural' y del proyecto federal compartido con el PSOE.

Esta fue probablemente la mejor parte de la intervenci¨®n de Maragall. Como sea que el Gobierno de CiU y sus portavoces han percibido durante las ¨²ltimas semanas la presentaci¨®n de la censura como un acto de irreverencia que se les antojaba inimaginable, el l¨ªder socialista dedic¨® una breve pero contundente parte inicial a justificarla. El Gobierno de Pujol merece la censura, dijo, porque adem¨¢s de concebir la Generalitat como un feudo de los 'catalanes buenos' frente a los otros, se dedica 'a la defensa pelada' de intereses corporativos y privados 'en perjuicio de los intereses generales'. Y, aliado con el PP, al que en tantas ocasiones CiU pinta como expresi¨®n de un nacionalismo opuesto al suyo, se dedica s¨®lo a 'ganar tiempo para dise?ar un recambio' al liderazgo de Pujol.

Pero no todo qued¨® en planteamientos pol¨ªticos generales. Al contrario. La parte m¨¢s extensa de la intervenci¨®n de Maragall, que dur¨® 140 minutos, estuvo dedicada a exponer con minucioso y a veces agotador lujo de detalles, las prioridades de su programa de gobierno. Y luego las sintetiz¨® en 17 propuestas.

Una parte de ellas, las referidas a cuestiones institucionales, desbordan el marco catal¨¢n y ah¨ª Maragall fue tan lejos como pudo. Se comprometi¨® a garantizar que el PSOE apoyar¨¢ la presencia de las comunidades aut¨®nomas en el Consejo Europeo; a trabajar sin decanso para que el PSOE apoye la modificaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a que adopte el Parlamento catal¨¢n; a plantear tambi¨¦n la reforma de la Constituci¨®n para convertir el Senado en C¨¢mara de representaci¨®n territorial.

Adquiridos estos compromisos que le facilitan la conclusi¨®n de acuerdos con las dem¨¢s fuerzas de la izquierda catalana, pero que pueden provocarle dificultades con el PSOE, Maragall se comprometi¨® tambi¨¦n a sustituir el modelo de negociaci¨®n partidista sobe este tipo de cuestiones aplicado por CiU, y en su momento aceptado gustosamente por los Gobiernos del PSOE. Es un modelo, dijo, que ha llevado al 'estancamiento' y, en ¨²ltima instancia, a 'la subordinaci¨®n a las exigencias del nacionalismo espa?ol'.

La respuesta de los dem¨¢s grupos parlamemtarios y del Gobierno de Pujol a la intervenci¨®n de Maragall llegar¨¢ hoy, en la segunda jornada del debate.