"Los resultados en la clonaci¨®n terap¨¦utica son muy pobres"
La investigaci¨®n con c¨¦lulas madre de origen embrionario avanza m¨¢s r¨¢pidamente de lo que cabr¨ªa suponer. As¨ª se desprende de las palabras de Benjamin Reubinoff, investigador del Hospital Universitario de Hadassah, en Israel. Junto con investigadores de la Universidad de Monash, en Australia, y de Singapur, ha desarrollado seis l¨ªneas celulares con las que ha obtenido resultados 'prometedores', algunos de ellos ya publicados en prensa cient¨ªfica internacional. Reubinoff, que no elude los problemas ¨¦ticos, entiende que la transparencia es esencial. 'Se est¨¢ en el inicio de una nueva era y todo el mundo deber¨¢ acabar poni¨¦ndose de acuerdo', asegura. El experto particip¨® ayer en el simposio Fertilidad 2001, organizado por el Instituto Universitario Dexeus.
Pregunta. La sociedad se muestra un tanto inquieta cuando se le habla de c¨¦lulas madre.
Respuesta. El mundo se mueve a un ritmo que tal vez sea demasiado r¨¢pido como para que pueda asimilarse todo. Por ello se precisa de una regulaci¨®n en este ¨¢rea de investigaci¨®n. El p¨²blico necesita saber qu¨¦ es lo que se est¨¢ haciendo y de qu¨¦ modo se est¨¢ regulando. Este paso ya se ha dado en el Reino Unido y parece que otros pa¨ªses, como Holanda, van en la misma direcci¨®n. En un futuro inmediato las discrepancias actuales acabar¨¢n diluy¨¦ndose.
P. ?Ocurre lo mismo en Israel?
R. En mi pa¨ªs no hay ninguna ley que proh¨ªba trabajar con c¨¦lulas madre embrionarias. No obstante, hay que cumplir unos requisitos. De entrada, s¨®lo est¨¢ permitido usar embriones sobrantes de los tratamientos de fertilizaci¨®n in vitro, los cuales deben haber sido cedidos por la pareja mediante un documento en el que se explicita que ser¨¢n usados con fines cient¨ªficos. En ning¨²n caso generamos embriones para investigar.
P. Entre esas investigaciones figura la clonaci¨®n terap¨¦utica.
R. En efecto, pero esa es un ¨¢rea muy peque?a en relaci¨®n al conjunto de posibilidades que nos ofrecen las c¨¦lulas madre. En lo que a m¨ª respecta, y aunque reconozco su inter¨¦s, no es un campo demasiado atractivo. Las t¨¦cnicas son muy complejas y los resultados por el momento son muy pobres. En todo caso, ello no tiene nada que ver con la clonaci¨®n con fines reproductivos, algo totalmente inadmisible.
P. ?Qu¨¦ ser¨ªa lo admisible?
R. Las actuales l¨ªneas de investigaci¨®n lo son por completo. Trabajamos con seis l¨ªneas celulares pluripotentes, lo cual significa que de ellas podemos derivar cualquier c¨¦lula del cuerpo. No son, por tanto, totipotentes, que son las que podr¨ªan dar lugar a un nuevo embri¨®n. Este es un aspecto ¨¦tico de gran importancia, puesto que lo que se pretende no es hacer un nuevo embri¨®n sino conseguir tejidos.
P. ?Qu¨¦ tipo de tejidos?
R. Estamos interesados en la producci¨®n de c¨¦lulas neuronales para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, esclerosis m¨²ltiple o lesiones en la columna vertebral. Tambi¨¦n trabajamos en producir c¨¦lulas hematopoy¨¦ticas (precursoras de c¨¦lulas sangu¨ªneas), pancre¨¢ticas (para el tratamiento de la diabetes). En paralelo, investigamos nuevos genes que puedan ser claves para la proliferaci¨®n de c¨¦lulas madre en cultivos o que regulen su diferenciaci¨®n en fases tempranas.
P. ?Ello implica la necesidad de modificar gen¨¦ticamente esa c¨¦lula?
R. Trabajamos con esa posibilidad. Si lo logr¨¢ramos, podr¨ªa pensarse, por ejemplo, en la posibilidad de introducir genes en c¨¦lulas madre, transformarlas en neuronas y trasplantarlas al cerebro.
P. El primer paso, no obstante, es conseguir que la c¨¦lula madre se transforme en algo de inter¨¦s. ?Se ha logrado ya?
R. Todav¨ªa no disponemos de informaci¨®n suficiente. Estamos desarrollando m¨¦todos en ratones para trasladarlos luego a humanos y controlar el proceso de diferenciaci¨®n en distintos tipos celulares. Sin embargo, el a?o pasado ya demostramos que podemos derivar progenitores de neuronas. Por su parte, el grupo de la Universidad de Wisconsin ha demostrado que puede hacer lo mismo con c¨¦lulas madre hematopoy¨¦ticas. Aunque consigui¨® s¨®lo el 30% de las c¨¦lulas en su preparaci¨®n, ha abierto un camino muy interesante.
P. El uso de c¨¦lulas madre adultas ahorrar¨ªa problemas ¨¦ticos.
R. S¨ª, pero no sabemos hasta qu¨¦ punto pueden ofrecer resultados atractivos. Desconocemos si podr¨¢n transformarse en c¨¦lulas funcionales, algo que ya se ha visto con las embrionarias, o si se podr¨¢n producir en cantidades suficientes para un trasplante. De momento no tenemos respuesta, pero habr¨¢ que continuar trabajando con ambos tipos de c¨¦lulas. Ahora mismo no pueden descartarse.
Cuesti¨®n de tiempo
El pasado mes de agosto, la administraci¨®n Bush decidi¨® cortar por lo sano el tenso debate sobre la financiaci¨®n p¨²blica de la investigaci¨®n en c¨¦lulas madre. La presi¨®n ejercida por grupos religiosos y conservadores oblig¨® al presidente de Estados Unidos a imponer restricciones importantes que se tradujeron, al final, en una lista de 64 l¨ªneas celulares que, como se ver¨ªa unos d¨ªas despu¨¦s, controlan en su mayor¨ªa centros ubicados en Europa, Australia, Asia o Israel. Para Reubinoff, que trabaja con seis de esas l¨ªneas, fue una 'decisi¨®n brillante'. O, lo que es lo mismo, una forma de salir del paso para asegurar un dinero p¨²blico 'imprescindible' compatible con el privado. 'Las empresas biotecnol¨®gicas y farmac¨¦uticas saben de su potencial', afirma. Reubinoff relativiza los aspectos negativos con un 'es cuesti¨®n de tiempo', aunque admite que muchas de las l¨ªneas aprobadas ser¨¢n in¨²tiles.
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