'Israel tiene una lista de palestinos que asesinar'

Hani al Hassan, responsable de pol¨ªtica exterior de Al Fatah, el movimiento madre de la resistencia palestina, tiene las dimensiones de un armario y la voz educada y a veces exhausta de quien ha de explicar incansable a los europeos lo que est¨¢ pasando en los territorios ocupados. Apenas 24 horas despu¨¦s de que miembros de la guerrilla marxista del FPLP asesinaran al ministro israel¨ª de turismo Reechavam Zeevi, pasaba ayer por Madrid con prisa, convicci¨®n y mucha paciencia. ?l mismo lo dice : 'No s¨¦ por d¨®nde empezar a explicar lo que est¨¢ pasando en Palestina'.

Si alguien pensaba que el presidente Yasir Arafat est¨¢ en condiciones de detener y mucho menos de entregar a los asesinos a las autoridades israel¨ªes, se equivocaba. Hassan exporta el problema a Israel, 'puesto que el asesinato fue cometido en Jerusal¨¦n y la ANP no tiene autoridad en la ciudad; fueron los propios servicios de seguridad israel¨ªes los que no supieron impedir el crimen'. Con el ¨²nico asomo de moderad¨ªsima indignaci¨®n de todo el encuentro, el dirigente ¨¢rabe subraya que 'cuando mueren palestinos, como ocurre cada d¨ªa, el asunto carece de importancia, pero si muere un jud¨ªo, entonces es grav¨ªsimo'.

Israel ya no es un Estado democr¨¢tico. El Ej¨¦rcito se ha hecho el due?o del pa¨ªs

Hassan, junto a Arafat uno de los 15 fundadores de Fatah, de los que dice que s¨®lo sobreviven cuatro, tiene una explicaci¨®n de fondo para el abisal empeoramiento de la situaci¨®n en su tierra. 'Israel ya no es un Estado democr¨¢tico. El Ej¨¦rcito se ha hecho el verdadero due?o del pa¨ªs. Con sus empresas controla hasta un 20% del producto interior bruto, e impone sus criterios a los gobernantes'. Y, con ello, suelta su bomba particular: '?O cree usted que habr¨ªa sido posible asesinar a Rabin si no hubiera querido el Ej¨¦rcito?'. Hassan se refer¨ªa a la muerte a manos de un ultra jud¨ªo, civil por supuesto, del primer ministro laborista Isaac Rabin en 1995, por su presunta dedicaci¨®n al negocio de la paz. La historia registra, sin embargo, que entonces ya se hab¨ªan m¨¢s que empantanado las conversaciones para el establecimiento de la autonom¨ªa palestina en los territorios ocupados.

La voz de Hassan es particularmente interesante porque la versi¨®n que da de la historia no est¨¢ especialmente pensada para los o¨ªdos europeos; no tiene la prudencia cosmopolita del difunto Faisal el Husseini, ministro de Arafat para Jerusal¨¦n, o la dicci¨®n radiof¨®nica de la ministra Hanan Ashraui; al contrario, es el suyo un palestinismo muy de calle, una palabra directa y castiza que nos llega de Oriente. Lo que cree el hombre de Fatah es lo que probablemente cree gran parte de la opini¨®n palestina.

La muerte del ministro israel¨ª,que llamaba sin empacho ladillas a los palestinos, ha sido, como recalca Hassan, la r¨¦plica a la del secretario general del FPLP, Al¨ª Mustaf¨¢, en agosto pasado, y el hecho de que Zeevi fuera un ministro le parece irrelevante. No hace falta convencerle, sin embargo, de que el asesinato ha sido un error colosal, y tampoco ignora que si el presidente Bush pensaba en una nueva iniciativa de paz basada en el reconocimiento de un Estado palestino, ahora el primer ministro israel¨ª Ariel Sharon est¨¢ mejor pertrechado que nunca para una resistencia numantina.

Es el l¨ªder del Likud el que tiene 'una lista de 250 ciudadanos a los que asesinar si la ocasi¨®n se presenta, y entre ellos, Arafat, porque el objetivo ¨²ltimo del liderazgo israel¨ª es el de destruir al movimiento palestino'.

La ¨²nica soluci¨®n al problema ser¨ªa, seg¨²n Hassan, la aplicaci¨®n de la resoluci¨®n 242 de la ONU, que exige la retirada israel¨ª a las fronteras anteriores a la guerra de 1967. 'Ni 90%, ni 95% ni nada. Retirada total'. Y a la observaci¨®n de que Arafat reclama tambi¨¦n para jubilar la Intifada que Israel acepte el regreso de cuatro millones de refugiados palestinos expulsados en 1948 y 1967, lo que acabar¨ªa sin remedio con el Estado sionista, responde como quien se sorprende de que eso parezca a¨²n un problema. 'Yo soy de Haifa y s¨¦ que nunca volver¨¦ a mi casa. Si Israel admite que vuelvan 100.000 refugiados ser¨¢ suficiente'.