Un estudio oficial brit¨¢nico lleva cuatro a?os confundiendo vacas con ovejas
Un estudio de cuatro a?os encargado por el Gobierno brit¨¢nico al Instituto de Salud Animal, en Edimburgo, y cuya finalidad era determinar si la enfermedad de las vacas locas pod¨ªa transmitirse a las ovejas, se ha convertido en uno de los m¨¢s colosales planchazos en la historia de la ciencia oficial. Los investigadores han admitido que las muestras de cerebro de oveja que han utilizado eran en realidad de vaca. El estudio, como es natural, no sirve absolutamente para nada.
El trabajo estaba ya a punto de presentarse oficialmente cuando los expertos se dieron cuenta del error. De no haberse percatado, el trabajo podr¨ªa haber desatado una alerta alimentaria sobre la seguridad de los productos de cordero, con incalculables perjuicios econ¨®micos.
Ante el alud de cr¨ªticas, no siempre formuladas en tono cort¨¦s, un portavoz del Ministerio de Agricultura sali¨® al paso se?alando que la detecci¨®n del embarazoso error ha evitado el sacrificio de todos los reba?os de ovejas del Reino Unido.
Una nueva investigaci¨®n se ha puesto en marcha para esclarecer las causas del fiasco. El laboratorio del Instituto de Salud Animal de Edimburgo, seg¨²n las primeras versiones, llevaba a cabo varias investigaciones simult¨¢neas sobre encefalopat¨ªas espongiformes, y almacenaba tejido de ambos tipos de animales. 'Una vez convertido en pasta, el seso de una vaca tiene el mismo aspecto que el de una oveja', explic¨® a la BBC el profesor Peter Smith, presidente de Comit¨¦ sobre Encefalopat¨ªa Espongiforme.
El error arruina cuatro a?os de investigaci¨®n enfocada a averiguar si el ovino brit¨¢nico estaba libre del mal de las vacas locas durante la d¨¦cada de los noventa. Pese al fiasco, el Gobierno reiter¨® ayer que el consumo de cordero no acarrea riesgos para la poblaci¨®n. 'Me qued¨¦ de piedra al enterarme', declar¨® ayer el director de la agencia alimentaria brit¨¢nica (Food Standards Agency), sir John Krebs. 'Esto desborda la credibilidad', a?adi¨® el portavoz de la oposici¨®n conservadora Peter Ainsworth.
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