?Son evitables los destrozos tras una manifestaci¨®n?

'Es incomprensible que un grupo minoritario de violentos desborde a la polic¨ªa y act¨²e a sus anchas un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n'. Quien as¨ª se expresa es un experto policial que prefiere el anonimato y se muestra perplejo ante la reiterada actuaci¨®n de estas minor¨ªas por las calles de Barcelona. 'Lo importante no es el papel represor al final de la manifestaci¨®n, sino el papel preventivo antes del d¨ªa D', asegura el mismo experto. En su opini¨®n, la labor preventiva debe centrarse en proteger los supuestos objetivos de los grupos violentos, centrar los efectivos en puntos estrat¨¦gicos y, sobre todo, conocer el territorio para no dejarse sorprender por los esos grupos.

'Los actos de vandalismo son inadmisibles y hay que cortarlos a la primera. No hay que tener miedo ni complejos por nada. Si la manifestaci¨®n es pac¨ªfica, no puede tolerarse la violencia', asegura ese experto. En ese sentido, el pasado 12 de octubre resultaba incomprensible para los vecinos de Sants que la polic¨ªa tardase m¨¢s de 30 minutos en llegar a los bancos y oficinas arrasados, y no falta quien piensa que el motivo de ese retraso no era otro que legitimar un discurso pol¨ªtico que se est¨¢ introduciendo en los ¨²ltimos meses desde alguna esfera del poder en el sentido de que asistimos al principio de una kale borroka o lucha callejera a la catalana.

El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa rechaza de plano las cr¨ªticas y asegura que algunos partidos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n siempre acabar¨¢n censurando la actuaci¨®n de los agentes. 'Si cargas, porque eres represor, y si no cargas, porque permites los destrozos', aseguran fuentes policiales de manera expl¨ªcita. En su opini¨®n, la polic¨ªa act¨²a cuando cree que tiene que actuar y cuando causar¨¢ el menor da?o posible a los manifestantes pac¨ªficos y a los peatones.

La Delegaci¨®n del Gobierno va m¨¢s all¨¢ y cree que 'existen intereses pol¨ªtico-medi¨¢ticos para desprestigiar a la polic¨ªa en vez de condenar de manera clara y contundente la violencia'. Las mismas fuentes consideran que 'el enemigo deber¨ªan ser los violentos, no la polic¨ªa' y precisan que 'como no es as¨ª, se sienten cada vez m¨¢s fuertes'.

Pero al margen de si la polic¨ªa recibe o no instrucciones pol¨ªticas y de si ¨¦stas priman por encima de los criterios profesionales, varias fuentes consultadas coinciden en que quiz¨¢ ha llegado el momento de plantearse nuevas formas de actuaci¨®n. En Madrid, desde hace dos a?os, las manifestaciones van protegidas por un cord¨®n sanitario de la polic¨ªa, y en cuanto los manifestantes se lo saltan, la polic¨ªa act¨²a. Con excesiva contundencia, seg¨²n dicen los testigos. Y eso tambi¨¦n genera agrias cr¨ªticas.

Operaciones preventivas

'?Aceptar¨ªan las instituciones y los partidos que en Barcelona se montaran esas operaciones preventivas de la polic¨ªa?', se preguntan algunas fuentes policiales. 'Quiz¨¢ se deber¨ªan ir ensayando', a?aden, al estilo de que lo que sucede en otras capitales europeas. En Bruselas la sociedad admite sin reparos que cuando se produce una manifestaci¨®n con posible final violento, la polic¨ªa monte ese cord¨®n de protecci¨®n a base de alambre.

'No hace falta llegar a esos extremos, pero lo que no puede existir es falta de previsi¨®n. Es posible que con una mayor presencia de agentes o furgonetas cerca de los manifestantes se pudieran evitar actos violentos', asegura el experto policial.