El Deportivo sigue en estado de gracia
Una combinaci¨®n entre Amavisca y Trist¨¢n le bast¨® al equipo de Irureta para acabar con la resistencia del Sevilla
Esta vez no hicieron falta remontadas, proezas, milagros de esos que acostumbra a regalar el Deportivo a su p¨²blico. Esta vez el equipo gan¨® sin estruendo, desde la calma propiciada por un rival que apareci¨® por Riazor dispuesto a dejar jugar a su rival y se march¨® derrotado, pero con la dignidad intacta.
Vive el Deportivo en estado de gracia y ayer le bast¨® con un par de detalles para cazar tres puntos desde la tranquilidad. Y tan en gracia vive que lo mismo da que, como ayer, acuda a la cita golpeado por las lesiones, con una legi¨®n de titulares viendo aquello a distancia. No hay quien pare al conjunto de Javier Irureta, que maneja una plantilla que da gusto. Ayer faltaron, entre otros, Molina, Manuel Pablo, Naybet, Romero, Silva, Makaay, Fran... Como si no. El equipo no pierde la magia.
DEPORTIVO 1| SEVILLA 0
Deportivo: Nuno; H¨¦ctor, Donato, Helder, Capdevila; Sergio (Emerson, m. 81), Duscher; Scaloni, Valer¨®n (Djalminha, m. 67), Amavisca; y Diego Trist¨¢n (Pandiani, m. 58). Sevilla: Notario; Javi Navarro, Prieto, Pablo Alfaro, David; Gallardo, Casquero, Podest¨¢, Fredi (Reyes, m. 46); Mois¨¦s (Luis Gil, m. 55) y Olivera. Gol: 1-0. M. 26. Valer¨®n cede a Amavisca, que supera en la carrera a Javi Navarro y centra para que Diego Trist¨¢n, desde el borde del ¨¢rea peque?a, marque con la pierna izquierda. ?rbitro: Mejuto. Amonest¨® a Duscher, Scaloni, Javi Navarro, David, Notario y Luis Gil. Unos 30.000 espectadores en Riazor.
Ayer, aparte de los que habitualmente acaparan los piropos, con Valer¨®n y Trist¨¢n a la cabeza, se agigant¨® Amavisca, que le hizo un roto de cuidado al Sevilla en su carril izquierdo. Es Amavisca un futbolista resucitado para la causa desde que el Depor le tiene en su n¨®mina. De su bota izquierda sali¨® el centro que dio origen al gol, marcado por un Trist¨¢n que est¨¢ que se sale. Fue una acci¨®n sencilla, como todas las de Amavisca, poco amigo de meterse en l¨ªos. Recibi¨® la pelota de Valer¨®n, super¨® a Javi Navarro en la carrera, una constante, y la puso al borde del ¨¢rea peque?a, donde Trist¨¢n, rodeado de adversarios, resolvi¨® con la habilidad que le caracteriza.
El Sevilla hab¨ªa encarado el partido con descaro gracias, sobre todo, al arrojo y la movilidad de Olivera. Pero sus contadas jugadas de peligro fueron provocadas por el Depor, que se meti¨® en alg¨²n que otro jaleo sin venir a cuento, tarea para la que Sergio, uno de los h¨¦roes de Manchester, se mostr¨® especialmente preparado. Una pifia suya dej¨® a Olivera ante Nuno, pero el uruguayo, con tanta soledad alrededor, se embarull¨®. La jugada, la primera de verdadero peligro del Sevilla, se produjo poco antes del gol del Depor, en su segunda aparici¨®n ante Notario.
A partir del 1-0, el Deportivo se dedic¨® a tocar y tocar, pero siempre en zonas tranquilas. Valer¨®n, y m¨¢s desde que Irureta decidi¨® que la semana de gloria de Trist¨¢n hab¨ªa llegado a su fin, no encontraba m¨¢s socio que Amavisca, en cuya banda nac¨ªa toda la ofensiva del equipo. Pero el partido hab¨ªa entrado en una fase de f¨²tbol plano y el p¨²blico reclam¨® la presencia de Djalminha, que apareci¨® en escena mediada la segunda parte. Pero, como la dicha nunca es completa, el sustituido result¨® ser Valer¨®n, como estaba cantado siendo Irureta quien es.
Dos disparos sin demasiado peligro, una bicicleta y un par de regates. Eso dej¨® Djalminha en su reaparici¨®n. El Depor sigui¨® dominando, tocando y tocando y esperando que el reloj pusiera fin a aquello. Poco acostumbrado a tanta tranquilidad, el cuadro de Irureta acab¨® viendo c¨®mo el Sevilla gozaba de dos ocasiones en los minutos finales que se fueron al limbo tal vez porque este Depor, a qu¨¦ negarlo, est¨¢ inspirado.
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