Naftalina
Teatro de palabrer¨ªa, m¨¢s que de texto, donde el general Franco convoca a uno de los generales vencidos en la guerra civil para charlar en ?una jaima! De El Pardo sobre batallitas, y eso hacia 1960, a juzgar por las referencias del texto. Lo primero es se?alar lo inveros¨ªmil de la situaci¨®n de partida, y lo segundo, sugerir que el autoproclamado General¨ªsimo era, como todo el mundo sabe, m¨¢s bien parco en palabras (tampoco es que fuera muy largo en hechos), de modo que el autor se ve obligado, para echarle gracia -por no decir otra cosa- al asunto, a hacerle decir al menda cualquier cosa que tenga alg¨²n ingenio (sin duda, el del autor de la pobre generaci¨®n realista) a fin de que la cosa se mantenga en pie durante un par de horas, con descanso.
?ltima batalla en El Pardo
De Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez M¨¦ndez. Int¨¦rpretes, Fernando Guill¨¦n, Pep Sais. Banda sonora, Jos¨¦ Serrador. Iluminaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Guerra. Vestuario y escenograf¨ªa, Angel Aguad¨®. Direcci¨®n, Enrique Belloch. Teatro Talia. Valencia.
Ni a¨²n as¨ª lo consigue, porque el gracejo hist¨®rico con el que quiere adornar el triste texto es m¨¢s bien cosa de reposter¨ªa, alardeando de esa temible impostura que sin gracia fantasea -es un decir- sobre lo que hubiera ocurrido si la historia fuera de otro modo. Ni historia ni nada, un pastiche infumable, sin pies ni cabeza, mortalmente aburrido, que ni siquiera servir¨¢ de distracci¨®n para los nost¨¢lgicos de siempre ni para los de ahora, en un decorado de pena, con una direcci¨®n sin norte en la que naufraga hasta el a veces interesante Fernando Guill¨¦n. La verdad es que al misterio acerca de por qu¨¦ se escriben esta clase de textos, aunque Rodr¨ªguez M¨¦ndez ya nos tiene acostumbrados a bodrios de muchas pretensiones, se une el enigma de que alguien necesite ponerlos en escena. Naftalina impura. Por lo dem¨¢s, siendo una producci¨®n de Manuel Collado con el ?Excelent¨ªsimo Ayuntamiento de Avila!, parece que el Tal¨ªa rompe la tradici¨®n de centrarse en el teatro valenciano. Tampoco se sabe a santo de qu¨¦.
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