Nuevos c¨®digos

?Es mejor hoy la gimnasia r¨ªtmica? Bueno, es diferente, muy diferente de la que podemos llamar, 'escuela cl¨¢sica'. Lo visto hasta ayer en el XXIV mundial celebrado en Madrid corrobora como hoy se potencia, sobre todo, un biotipo elaborado cruelmente para favorecer la l¨ªnea est¨¦tica final de las evoluciones (hoy son ellas notablemente m¨¢s altas, con una media que ronda los 1,75 metros).

Es cosa del pasado el apogeo l¨ªmpido y perfeccionista de las escuelas sovi¨¦tica, b¨²lgara y rumana (por ese orden de importancia) que a trav¨¦s de a?os y generaciones crearon esas figuras y sus c¨®digos. Ahora el c¨®digo tambi¨¦n ha cambiado por mor de la t¨¦cnica gimn¨¢stica propiamente dicha, aunque aceptando la contaminaci¨®n con otras disciplinas, por ejemplo, el entrenamiento ballet¨ªstico, que se deja sentir cada vez m¨¢s, contribuyendo al exceso de dificultades que contiene cada ejercicio. Ahora hay menos contorsi¨®n y m¨¢s pasos y entrepasos sacados del vocabulario del ballet. Esto, en origen, ya fue una idea rusa (o sovi¨¦tica, para ser exactos) y de all¨ª los acentos heroicos y sostenidos que se consideran hoy elementos de virtuosismo. Hoy, tambi¨¦n, hay mucha menos contorsi¨®n y mucha m¨¢s geometr¨ªa. Los nuevos c¨®digos y obligatorios afectan la exigencia al pulido o terminado y aqu¨ª entra de nuevo la influencia del ballet. A lo antinatural de las evoluciones hay que sumar que la l¨ªnea de la gimnasta ideal de ahora se basa en forzar la anatom¨ªa en tres direcciones muy bailables: las extensiones de las piernas, los saltos expansivos o en progresi¨®n espacial y los giros m¨²ltiples. Las espa?olas se han apuntado sensiblemente a ese carro est¨¦tico donde impera un relev¨¦ (mantener el cuerpo izado sobre la punta de los dedos) alt¨ªsimo y sostenido, el attitude (la pierna en alto doblada por detr¨¢s) a la rusa y el cambr¨¦ (el arqueo hacia atr¨¢s de la espina dorsal) de v¨¦rtigo.

De este mundial me quedo con el tono heroico de la ucrania Tamara Yerofeeva (la mejor vestida: su traje contructivista negro y oro, una delicia inspirada en Alexandra Exter), la exactitud matem¨¢tica de Alina Kabaeva (?sus oros en pelota y mazas, merecid¨ªsimos!) y el giro ralentizado de la ucrania Anna Bessonova, tan l¨ªrica como equilibrada.

Apuntemos en lo est¨¦tico que la gimnasia r¨ªtmica ha descubierto el poder reumbr¨®n del glitter y las lentejuelas para hacer del vestuario un exceso californiano que ni la peor pesadilla de Donatella Versace iguala.

Honros¨ªsimo sexto puesto en aro para la espa?ola Almudena Cid, a pesar del trajecito de mujer-ara?a y de la horrenda m¨²sica discotequera que poco la ayud¨®.