Un grupo impagable

Joaqu¨ªn Sabina puede darse ya tranquilo a las sopitas y el buen mosto, porque su estilo tierno y canalla tiene ya heredero en ese superh¨¦roe de verbena, de cazalla y callej¨®n que es Lichis.

Por eso, el concierto de presentaci¨®n del extraordinario tercer disco de La Cabra Mec¨¢nica, Vestido de domingo, provoc¨® en los espectadores que abarrotaban la sala ese especial cari?o que generan las calles que le han visto nacer a uno; los personajes de peculiar forma de hablar y beber que pueblan el fondo de armario de los recuerdos; la musiquilla que sale de los caballitos y los pasodobles que bailan los mayores y los ni?os en las fiestas; el amor con olor a fritanga y sabor a botell¨ªn.

Todo eso, pasado por el tamiz del rock, el rap y Beck, evoca La Cabra Mec¨¢nica con unas canciones que, dado el grado de adocenamiento e insustancialidad que vive el momento creativo musical espa?ol, resultan francamente impagables.

Mar¨ªa Jim¨¦nez

S¨®lo una pega que poner a tantas bondades: el sonido, que fue ah¨ª ah¨ª. M¨¢s producci¨®n o m¨¢s afinada es lo que necesitan Lichis y sus numerosos secuaces para que su globo sonoro se eleve tan alto como el de Estopa e incluso m¨¢s, porque La Cabra... tiene menos dependencia lolaila que los de Cornell¨¤ y eso les hace m¨¢s completos.

Pero es que adem¨¢s sacaron a la incre¨ªble Mar¨ªa Jim¨¦nez, toda de rojo pasi¨®n, a cantar el tema La lista de la compra, sin duda una de las mejores canciones escritas en castellano en el transcurso de los ¨²ltimos veinte a?os, y con ella armaron la marimorena.

Gran espect¨¢culo de lujo y variet¨¦s, de cante y voz con sonido a tabaco negro, a pelotazo de priva y a risas de esas que estallan, de gente pobre pero honrada y feliz dentro de la desgracia que es siempre tenerse que levantar cada ma?ana temprano para currar.

Pero, de todas las sabias letras interpretadas en este concierto, baste quedarse con una, por ser la m¨¢s redonda: 'Es la falta de amor lo que llena los bares'.

Habiendo superado la tentaci¨®n del sonido mestizo y un tanto piesnegros de sus inicios, estilo que actualmente va por otros derroteros, m¨¢s afines a Manu Chao, Lichis apuesta en su tercer disco por revestir de rock y pop de guitarras lo que son ambientes musicales festivos y con la primigenia misi¨®n de hacer bailar al oyente y espectador, aunque el mensaje textual venga siempre detr¨¢s y ataque al coraz¨®n y a la neurona donde reside la conciencia con golpe certero.