Borsig clausura una planta en Berl¨ªn y traslada sus equipos a las instalaciones de Trapagaran
La privatizaci¨®n se cierra con el apoyo de los sindicatos mayoritarios, UGT, CC OO y ELA
Mantener 673 trabajadores en Babcock & Wilcox (B & W) ha tenido un alto coste para las arcas del Estado: 212.000 millones de pesetas. La cifra incluye las p¨¦rdidas de los ¨²ltimos cinco a?os y las aportaciones directas a la privatizaci¨®n. Este es el balance final de la venta de la empresa p¨²blica vasca de bienes de equipo a la alemana Babcock Borsig, que se firm¨® ayer en Madrid. Babcok Borsig adquiere por 7.487 millones una nueva compa?¨ªa sin deudas, con unos fondos propios de 25.706 millones y se compromete a mantener la plantilla cinco a?os, realizar transferencias de tecnolog¨ªa e invertir 22.500 millones en ese lustro. Ignacio Ruiz-Jarabo, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), justific¨® el acuerdo en el coste econ¨®mico del que se han librado las arcas del Estado y en que la empresa vasca no pod¨ªa sobrevivir de forma independiente.
La privatizaci¨®n de B & W se cerr¨® ayer a los cinco a?os de iniciarse. Los nuevos propietarios pondr¨¢n en marcha un ambicioso plan industrial que pasa porque la empresa multiplique por tres veces y media sus ventas en el pr¨®ximo ejercico y alcance sus primeros beneficios de 166,3 millones en tres a?os y de 665,5 en el quinto a?o. La SEPI aportar¨¢ 43.956 millones condicionados a la falta de actividad inicial y a las inversiones.
Las primeras aportaciones realizadas por la SEPI, 18.219 millones de pesetas, se han integrado en los fondos propios de la nueva sociedad, Babcock Borsig Espa?a. La nueva empresa se constituy¨® el pasado 3 de octubre a partir de los activos productivos de Babcock & Wilcox Espa?ola, con un capital social de 12.164 millones de pesetas. La compa?¨ªa espa?ola actuar¨¢ en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, Norte de Africa y Latinoam¨¦rica, y ofertar¨¢, entre otros productos, centrales el¨¦ctricas de ciclo combinado de peque?o y mediano tama?o, plantas de cogeneraci¨®n y plantas de tratamiento de residuos. Con este fin Babcock Borsig ha trasladado ya desde una planta de Berl¨ªn a las instalaciones de Galindo (Trapagaran)sus equipos de gasificaci¨®n de carb¨®n.
El acuerdo de venta fue firmado ayer por Ruiz-Jarabo y el presidente de Babcock Borsig, Klaus G. Lederer. Ruiz-Jarabo destac¨® que la venta de Babcock Wilcox a la compa?¨ªa alemana es 'una buena noticia para todos los implicados', porque con ella 'se ponen las bases al relanzamiento' de la empresa. Lederer destac¨® que Babcock Wilcox es 'una base excelente' para fortalecer la posici¨®n del grupo alem¨¢n en el sector energ¨¦tico.
Primeros pedidos
Lederer destac¨® la colaboraci¨®n de los sindicatos con representaci¨®n en Babcock Wilcox y expres¨® su confianza en que se mantenga. UGT, CC OO y ELA, centrales mayoritarias en la planta de Galindo, tienen ya firmado el convenio de la nueva empresa, s¨®lo pendiente de su votaci¨®n por la plantilla.
Babcock Borsig Espa?a ha conseguido ya un contrato de gasificaci¨®n en China, por importe de 800 millones de pesetas, y otro en Cerde?a, que aporta 500.000 horas de trabajo. Por otro lado, los excedentes laborales, 462 personas permanecen en la vieja sociedad latente para ser jubilados. El coste total de su salida del mercado laboral no ha sido evaluado a¨²n por la SEPI, seg¨²n su presidente.
La nueva compa?¨ªa prev¨¦ facturar unos 42.000 millones de pesetas, una cantidad que multiplica los 12.900 millones del a?o 2000. En los ¨²ltimos 20 a?os el grupo ha disminuido su personal en 4.800 personas en sucesivos planes de ajuste de plantilla. B&W se constituy¨® en 1918, pero la fuerte crisis que padeci¨® a finales de los a?os 70 motiv¨® que fuera rescatada por la Administraci¨®n central, que en 1980 la integr¨® en el grupo del Instituto Nacional de Industria (INI).
Cinco a?os y un respiro
Los responsable de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) pudieron respirar ayer tranquilos tras la que probablemente ha sido una de las privatizaciones m¨¢s complicadas y desafortunadas. Ignacio Ruiz-Jarabo, presidente de la SEPI, habl¨® de buena noticia y no le faltaba raz¨®n. El proceso de venta de la empresa p¨²blica vasca se abri¨® hace cinco a?os y en el camino ha dejado a cuatro presidentes. B & W tambi¨¦n ha visto c¨®mo la privatizaci¨®n la empez¨® Pedro Ferreras al frente de la SEPI y lo ha cerrado Ruiz-Jarabo. La venta ha tenido que sortear tambi¨¦n un expediente por ayudas de Estado de la Comisi¨®n Europea, cerrado con la autorizaci¨®n final de Bruselas. Hace poco m¨¢s de dos a?os la privatizaci¨®n se ve¨ªa como una reordenaci¨®n del sector que pod¨ªa afectar a a los otros dos fabricantes de bienes de equipo espa?oles: Duro Felguera y Mec¨¢nica de la Pe?a. Sin embargo, la crisis de Kvaerner, con quien la SEPI ten¨ªa pr¨¢cticamente cerrado un acuerdo supuso un cambio de escenario. Duro Felguera se content¨® con el pataleo y Mec¨¢nica, tras jugar la baza, con escasa fortuna, de la estadounidense McDermott, ha terminado en quiebra. Babcock Borsig ha sido finalmente la elegida. la firma alemana llega a Espa?a tras un duro proceso de ajuste que ha supuesto la reducci¨®n de su actividad a bienes de equipo, energ¨ªa, y al sector naval. Su facturaci¨®n es superior al bill¨®n de pesetas y sus beneficios rondan los 5.000 millones.
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