El mundo musulm¨¢n, no Occidente, es el amenazado
Tras la falsa idea de que los atentados de Osama Bin Laden contra Estados Unidos han provocado una guerra moderna entre civilizaciones est¨¢ la realidad hist¨®rica de una verdadera guerra entre imperios y naciones que comenz¨® con la conquista musulmana de la Jerusal¨¦n romana en el a?o 638. El imperio ¨¢rabe sigui¨® ganando esa guerra hasta finales de la Edad Media, y despu¨¦s comenz¨® a perder.
Los cruzados europeos tomaron Jerusal¨¦n a los musulmanes en 1099, pero un siglo despu¨¦s la ciudad fue reconquistada por Saladino y, a partir de entonces, sigui¨® formando parte de un imperio musulm¨¢n vital y en expansi¨®n que hab¨ªa marchado sobre Europa occidental y hab¨ªa estado a punto de conquistarla. Las Cruzadas no fueron una v¨ªa de un solo sentido.
El poder musulm¨¢n se impuso desde Egipto y el norte de ?frica hasta Espa?a y el sur de Alemania, y por los Balcanes, hasta Viena. La civilizaci¨®n musulmana era entonces igual o superior a la de Europa occidental en pr¨¢cticamente todos los ¨¢mbitos: militar, pol¨ªtico, econ¨®mico o est¨¦tico.
Si los venecianos y los espa?oles hubiesen perdido la batalla de Lepanto; si los franceses, bajo el mando de Carlos Martel, hubiesen perdido en Poitiers en el 732, o si los austriacos y los polacos hubiesen perdido en Viena en 1683, quiz¨¢ todos hablar¨ªamos hoy ¨¢rabe. Edward Gibbon, el historiador de la decadencia y ca¨ªda de Roma, tiene un famoso pasaje en el que reflexiona sobre la perspectiva de la ense?anza cor¨¢nica en las escuelas de Oxford si Carlos Martel hubiese perdido.Aun cuando los musulmanes fueron finalmente expulsados de Espa?a y parte de su imperio norteafricano pasaron a ser aut¨®nomas, gobernaron los Balcanes, o gran parte de la zona, hasta 1914.
S¨®lo despu¨¦s de la derrota del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial se encontraron los ¨¢rabes dominados por los europeos, en una serie de nuevos pa¨ªses establecidos como mandatos de la Liga de Naciones en los antiguos territorios otomanos.
Los Gobiernos independientes que surgieron despu¨¦s de la II Guerra Mundial resultaron ser otra derrota. Los supuestos reformistas del movimiento Baaz del Mediterr¨¢neo oriental convirtieron Irak y Siria en dictaduras hereditarias. Egipto se convirti¨® en ese an¨®malo fen¨®meno moderno, una cuasidemocracia o una dictadura consultiva. La sociedad arabe-musulmana no consigui¨® despegar econ¨®micamente y cay¨® bajo el control comercial de las empresas petroleras, los bancos y las multinacionales occidentales. Sigue estando tecnol¨®gicamente atrasada, bajo el dominio intelectual de las ideas y la ciencia occidentales, por una parte, y enfrentada a un fundamentalismo reaccionario y ut¨®pico por la otra.
?Qu¨¦ sali¨® mal?
La sociedad musulmana no consigui¨® hacer la transici¨®n a una sociedad moderna como lo hizo la europea durante el renacimiento. En cuanto a poder material, los europeos pasaron de la tecnolog¨ªa artesanal a la ciencia emp¨ªrica, y finalmente, a la tecnolog¨ªa industrial. Exploraron el mundo y establecieron sistemas mundiales de comercio y de intercambio intelectual.
Experimentaron una evoluci¨®n pol¨ªtica -a veces violenta- que limit¨® el poder mon¨¢rquico, se lo concedi¨® a las clases medias y profesionales y acab¨® produciendo la democracia liberal moderna. Desarrollaron instituciones de derecho, adjudicaci¨®n y contrato.
La complejidad de las matem¨¢ticas, la astronom¨ªa, la administraci¨®n gubernativa y la organizaci¨®n militar ¨¢rabes era muy elevada a finales de la Edad Media. Se produjo un notable florecimiento filos¨®fico y un avance de la ciencia te¨®rica.
Los ¨¢rabes hab¨ªan conservado la filosof¨ªa griega y la transmitieron a los pensadores occidentales. No consiguieron utilizarla, como hicieron los occidentales, para reformar sus instituciones y restablecer la base de su pensamiento pol¨ªtico y social.
El islam se mostr¨® incapaz de formular una concepci¨®n moderna de la pol¨ªtica y el gobierno, capaz de enfrentarse a un mundo no isl¨¢mico mucho m¨¢s poderoso en medios materiales, organizaci¨®n y ciencia.
Esto parece deberse a dos razones, ambas de origen religioso.
La primera fue que la autoridad religiosa y estatal estaban separadas desde el comienzo en el Occidente cristiano. En la sociedad isl¨¢mica nunca han estado plenamente separadas. Los esfuerzos por establecer una base no teol¨®gica, intelectualmente leg¨ªtima, para una autoridad estatal independiente han fallado. Esto significa que nunca ha emergido una sociedad civil independiente.
Occidente ten¨ªa una base b¨ªblica para la independencia de la autoridad pol¨ªtica seglar en la distinci¨®n hecha por Jes¨²s entre lo que es del C¨¦sar y lo que es de Dios. El C¨¦sar se reconoc¨ªa como el gobernante de un orden pol¨ªtico y social aut¨®nomo. En el a?o 800, Carlomagno fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano por el propio Papa.
La segunda raz¨®n b¨¢sica por la que Occidente consigui¨® crear una sociedad moderna fue que desde la Edad Media en adelante la filosof¨ªa se distingui¨® de la teolog¨ªa.
Al adoptar la filosof¨ªa del razonamiento natural de Arist¨®teles, santo Tom¨¢s de Aquino sostuvo que la raz¨®n es una fuente de verdad independiente del razonamiento teol¨®gico, y aut¨¦ntica en sus propios t¨¦rminos. Dijo que la raz¨®n y la fe religiosa son dos ¨¢mbitos intelectuales arm¨®nicos pero diferentes. ?sta fue la base hist¨®rica de la vida especulativa independiente en Occidente, que nos dio el mundo moderno.
Desde 1914, el islam no ha conseguido dar una respuesta intelectual seria al Occidente moderno. La cultura y la inteligencia, no el poder, deciden la calidad de las sociedades. ?ste es el fracaso que ha dado origen a Osama Bin Laden y su Al Qaeda, y es un fracaso m¨¢s peligroso para el islam de lo que jam¨¢s podr¨¢ serlo para Occidente.
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