Por la paz no vale ese avemar¨ªa
La iniciativa de Elkarri, a juicio del autor, trata de perpetuar la idea de que la violencia de ETA es fruto de un d¨¦ficit democr¨¢tico
Este mes comenz¨® la Conferencia de Paz que Elkarri va a desarrollar hasta marzo pr¨®ximo. Elkarri es una metamorfosis org¨¢nica de una asociaci¨®n que, tras promover los intereses ecol¨®gicos m¨¢s antisistema en la construcci¨®n de la autov¨ªa para unir Guip¨²zcoa con Navarra, acept¨® y gestion¨® la intromisi¨®n terrorista de ETA en el trazado de dicha obra. Entonces, tras el abandono de militantes independientes del ecologismo, se convirti¨® en la organizaci¨®n abertzale de la ecolog¨ªa con el tan prestigioso label de haber hecho inclinar la cerviz de las instituciones democr¨¢ticas vascas. ETA pon¨ªa las bombas y asesinaba a varios ingenieros de las empresas de contrataci¨®n de obras (4 asesinados y 160 atentados por m¨¢s de mil millones) para que el comit¨¦ ecologista abertzale pusiera sus condiciones en la mesa de negociaciones, hasta dar su visto bueno al peor de los posibles trazados de la autov¨ªa, tanto t¨¦cnica como ecol¨®gicamente.
'En esa plegaria por la paz no se menciona para nada a ETA, el terrorismo o la extorsi¨®n'
Tras ese aprendizaje en la negociaci¨®n de la cosa administrativa, primera lecci¨®n verificadora de que la violencia terrorista logra lo que se propone, su l¨ªder, Jonan Fern¨¢ndez, abandon¨® su cargo municipal de representante de HB en Tolosa para especializarse en la negociaci¨®n de la cosa pol¨ªtica, en negociar el conflicto, como lo calificaron entonces. Y como la larva evoluciona, aquella organizaci¨®n contra la autov¨ªa se mut¨® de la noche a la ma?ana en organizaci¨®n pacifista, precisamente en el momento de auge del pacifismo vasco (Gesto, Denon Artean, Bakea Orain, Bakeaz, Gernika Gogoratuz y varios grupos m¨¢s). Su funci¨®n consist¨ªa en actuar de contenci¨®n y sujeci¨®n de aquellos abertzales que, si bien ven¨ªan aceptando a ETA, empezaban a mostrarse ya permeables al nuevo l¨¦xico pacifista que tanto da?o empezaba a causar a ETA. De manera que mientras ETA continuase actuando porque su brazo pol¨ªtico la sostuviese, la asociaci¨®n pacifista del se?or Fern¨¢ndez asumir¨ªa el ejercicio de terapia y apoyo psicol¨®gico de los navegantes m¨¢s inexpertos que comenzaban a marearse debido al incremento oce¨¢nico del rechazo ciudadano al terrorismo. Y la lib¨¦lula se llam¨® Elkarri, es decir, el uno al otro en vascuence, significando con ello el armaz¨®n de sost¨¦n mutuo entre abertzales azorados en la tempestad.
Sea lo que sea lo real, siempre se precisa de un l¨¦xico para dar cuenta de ello, y seg¨²n sea el l¨¦xico, as¨ª ser¨¢ el conocimiento de la realidad. Los grandes inventores de teor¨ªas matem¨¢ticas, f¨ªsicas, qu¨ªmicas, religiosas o pol¨ªticas han sido esencialmente grandes e imaginativos forjadores de conceptos y l¨¦xicos nuevos. Y as¨ª ha sucedido tambi¨¦n con la habilidad narrativa del terapeuta abertzale en su incesante actividad de proporcionar t¨¦rminos menos aguerridos, conceptos m¨¢s encubridores y performantes relatos con la suficiente m¨ªstica de significar la canallada etarra como falta de di¨¢logo. De manera que, sin todav¨ªa condenar a ETA pero mostrando ya condolencia por la v¨ªctima, Elkarri fue proporcion¨¢ndole al nacionalismo nuevo l¨¦xico. Uno de los grandes hallazgos para calificar la situaci¨®n por la que ¨²nicamente los no nacionalistas son asesinados y amenazados -sin que ¨¦stos asesinen ni respondan a las amenazas- fue el calificativo de situaci¨®n de violencia y confrontaci¨®n, precisamente el mismo que utiliza ahora para su Conferencia. Gran ingenier¨ªa de palabras, Elkarri jam¨¢s ha hablado de terrorismo ni ha calificado de terrorista al etarra, cuya acci¨®n ve¨ªa m¨¢s bien como respuesta a la acci¨®n violenta de las instituciones democr¨¢ticas: '?ETA, para!' fue la demanda de buena voluntad que Elkarri prest¨® al Gobierno vasco. Elkarri sigue todav¨ªa apostando por que ETA pare y conceda otra tregua. Y en el momento en que el PNV defend¨ªa aquello de 'no aceptaremos la derrota militar de ETA ni la derrota pol¨ªtica de HB', Elkarri invent¨® la tercera v¨ªa o suponer al nacionalismo vasco en un punto intermedio entre la violencia de ETA y la de Madrid.
El Gobierno vasco de Ardanza compr¨® la patente de esa imagen de simetr¨ªa causal del conflicto vasco, premiando a Elkarri con subvenciones y loter¨ªas, lo cual acrecent¨® su poder y en adelante pudo funcionar como una organizaci¨®n pol¨ªtica, con sedes, revistas, boletines, empleados y liberados. Con dinero p¨²blico pero sin someterse a la prueba democr¨¢tica de las elecciones, sus publicaciones han promocionado exclusivamente la visi¨®n abertzale de las cosas vascas, llegando incluso a entusiasmarse con y promocionar en su revista el pensamiento de un catedr¨¢tico universitario que defend¨ªa que sin ETA no hab¨ªa ning¨²n horizonte de esperanza para el Pa¨ªs Vasco. Y esto en plena campa?a de amenazas a los profesores universitarios.
Cuando se forj¨® el Pacto de Lizarra, all¨ª estaba Elkarri, all¨ª sigue a¨²n y su esfuerzo no ha sido ajeno a que 80.000 votos de EH pasaran a PNV-EA en las ¨²ltimas elecciones. Ibarretxe se lo agradece y aparece m¨¢s que dej¨¢ndose asesorar por el l¨ªder de Elkarri, de quien ha tomado no s¨®lo el l¨¦xico sino tambi¨¦n el proyecto vertebrador de esta nueva legislatura: la presente Conferencia de Paz. Y aquel grupo se ha metamorfoseado por fin en algo tan vol¨¢til como una mariposa con veleidades propias, que ETA ha comenzado a mirar con recelo, seg¨²n se desprende de la ¨²ltima intervi¨² aparecida en Gara.
La mariposa tiene ahora encomendada la tarea de expandir por el mundo esa hipnosis l¨¦xica, de manera que el mundo entero siga en la inopia de considerar que lo que pasa en Euskadi es algo relativo al empecinado d¨¦ficit democr¨¢tico espa?ol as¨ª como al tes¨®n de los vascos por ser independientes. Y para su Conferencia de Paz, la mariposa ha sacado de su florilegio sem¨¢ntico un avemar¨ªa, una universalista oraci¨®n a la nada c¨®smica y humanista para que sea firmada por seis premios Nobel de la Paz, otro de Literatura y otras tres honorables personas que presiden otros tantos organismos de paz y cultura sin arraigo ni praxis social.
En esa plegaria para 'Hacer algo m¨¢s por la paz de nuestro pa¨ªs', es decir, en el Pa¨ªs Vasco, no se mencionan para nada las instituciones democr¨¢ticas ni la autonom¨ªa pol¨ªtica, pero tampoco se habla de ETA ni se evoca el terrorismo ni se menta el asesinato, la extorsi¨®n o el amedrentamiento social. Los asesinados y amenazados son 'personas que padecen las consecuencias de la violencia', que resulta como un deus ex machina omniexplicativo... sin ETA, claro. P¨¢smense; una sola vez se expresa la palabra 'democracia', pero al final del rezo, significando un marco de futuro al que se 'aspira' y no una situaci¨®n de hecho. Ya se sabe, pues, la Conferencia de Paz confluir¨¢ en pedir la autodeterminaci¨®n, como condici¨®n inexcusable de democracia pol¨ªtica. Todos los enunciados de la plegaria son tan ambiguos que podr¨ªan ser rebatidos uno a uno -'Toda sociedad tiene derecho a la paz', 'nadie es due?o de la verdad absoluta', 'el di¨¢logo y la escucha (...) pueden ser un buen punto de partida para la transformaci¨®n de situaciones de violencia y confrontaci¨®n', etc.- y tan obvios en su generalidad que uno se pregunta en qu¨¦ parte del mundo y c¨®mo lograr¨ªan la paz de ser aplicados ('el respeto a la diversidad de identidades, sentimientos e ideales', 'b¨²squeda de un consenso de paz y de normalizaci¨®n de la convivencia ciudadana'), pero son tambi¨¦n de una envergadura tan elemental, por no calificar de c¨ªnica ('nos solidarizamos con todas las personas que padecen o han padecido las consecuencias de la violencia, etc.), que no se comprende por qu¨¦ vienen 10 personalidades de la paz mundial a avalarlos. As¨ª de obtuso es el raquitismo mental nacionalista en estos momentos de m¨¢xima necesidad de reflexi¨®n sobre los procesos democr¨¢ticos y de exigencia de cr¨ªtica de nuestros comportamientos institucionales, tanto hacia dentro como en nuestra ayuda al desarrollo de los pa¨ªses pobres. Pero es un raquitismo mental absolutamente calculado por los especialistas de negociar el conflicto en aras a dar por sentado que el desmantelamiento de ETA deber¨¢ efectuarse con concesiones pol¨ªticas.
No hac¨ªa falta que los 7 sabios de Si¨®n viniesen a informarnos de que no existe la verdad absoluta, pero hay peque?as verdades adquiridas sobre la situaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, muy lacerantes para el nacionalismo vasco, que han sido aceptadas hasta por el Parlamento Europeo. Para la paz social, se trata ante todo de partir de ellas, de las verdades triviales sobre la situaci¨®n vasca, y si Elkarri quiere hacer algo por la paz, parta de decir lo que est¨¢ pasando, pues m¨¢s vale empezar bien que llegar a un final a dos velas. Y deje ya las avemar¨ªas para gente m¨¢s piadosa.
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