'Hay que abrir corredores humanitarios'
La alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Mary Robinson, ha reclamado en Buenos Aires a los estrategas militares que dirigen la guerra contra Afganist¨¢n el respeto de los principios de necesidad -'desencadenar las acciones b¨¦licas estrictamente necesarias'- y de proporcionalidad -'no causar da?os a la poblaci¨®n civil, ni a los bienes de la ayuda humanitaria, ni a las personas de las organizaciones humanitarias'-. 'Es imprescindible la apertura de corredores humanitarios que permitan la llegada de ayuda en las pr¨®ximas semanas para aliviar una situaci¨®n muy seria', reclama la ex presidenta de Irlanda (1990-97), que ha participado en Argentina y Uruguay en sendos seminarios regionales sobre la justicia internacional y los derechos econ¨®micos, sociales y culturales.
'Me alegra ver que hay dictadores y generales que no duermen tranquilos por la noche'
'No hay que empeorar la vulnerabilidad de una poblaci¨®n que ya ha sufrido mucho'
Pregunta. ?Cu¨¢l es su mensaje en la fase actual del conflicto?
Respuesta. No hay que empeorar la vulnerabilidad de una poblaci¨®n que ya ha sufrido mucho. Tenemos, pues, una gran responsabilidad en el cumplimiento de las pautas internacionales de necesidad y proporcionalidad.
P. ?Sigue abogando por detener los bombardeos?
R. No puedo opinar sobre la estrategia militar, pero s¨ª insistir en la importancia de la ayuda humanitaria para los refugiados y el pueblo de Afganist¨¢n, que no es s¨®lo una necesidad, sino un derecho humano.
P. ?Por ejemplo?
R. Por ejemplo, las mujeres embarazadas que han sido desplazadas por la guerra, que est¨¢n sin techo y sin alimentos y que tienen el derecho a un lugar seguro para dar a luz, como cualquier mujer en cualquier parte del mundo. Todos los ni?os del mundo tienen derecho a ser alimentados, pero en Afganist¨¢n no hay comida. Tenemos que actuar con urgencia antes de la llegada del invierno a mediados de noviembre.
P. ?En qu¨¦ condiciones se desarrolla la ayuda humanitaria?
R. El mayor problema es que despu¨¦s del 11 de septiembre los talibanes expulsaron a todos los trabajadores de las organizaciones humanitarias. S¨®lo han quedado el personal local de Unicef, el Programa Mundial de Alimentos y la Cruz Roja Internacional. Todos est¨¢n mostrando un gran coraje porque son los ¨²ltimos combatientes de la lucha humanitaria en este momento.
P. ?Ha mantenido alg¨²n contacto con el Gobierno de los talibanes?
R. Envi¨¦ una misi¨®n a Islamabad para evaluar la situaci¨®n y transmitir mi mensaje a los talibanes para que act¨²en con responsabilidad y entreguen a Osama Bin Laden a la justicia. No s¨¦ si mi voz ser¨¢ escuchada, pero ¨¦ste ha sido mi mensaje.
P. ?C¨®mo observa la situaci¨®n de los derechos humanos en Am¨¦rica Latina?
R. En Argentina he hablado de cuestiones como la impunidad, los desaparecidos y el robo de hijos de desaparecidos con organizaciones no gubernamentales como Abuelas de Plaza de Mayo. Es muy importante proteger los derechos humanos en una situaci¨®n de graves dificultades econ¨®micas como la que atraviesa Argentina. Me preocup¨® que varias organizaciones no gubernamentales expresaran su preocupaci¨®n ante la tendencia en Argentina de criminalizar la protesta social. Creo que la protecci¨®n de los derechos econ¨®micos, sociales y culturales reclama un di¨¢logo conjunto para atraer a todos aquellos que se sienten excluidos y marginados.
P. ?Considera leg¨ªtimo que jueces de otros pa¨ªses intervengan en la persecuci¨®n de los violadores de derechos humanos?
R. Apoyo la creciente corriente a favor de una jurisdicci¨®n universal y del nuevo clima que se vive en la esfera judicial para perseguir a los culpables de graves violaciones de derechos humanos. No cejaremos en el empe?o. Me alegra ver que hay dictadores y generales que no duermen tranquilos por la noche. Esto es as¨ª porque se ha empezado a ejercer la jurisdicci¨®n universal y de los tratados de extradici¨®n. Estoy presionando muy fuerte para la ratificaci¨®n de un tribunal internacional.
P. ?La esperanza de que la justicia universal pod¨ªa ser una realidad no se torci¨® cuando el general Pinochet fue liberado en Londres y devuelto a Chile?
R. A pesar de que hoy est¨¢ libre en su pa¨ªs, hubo un proceso muy importante, y de hecho este proceso contin¨²a. Si tenemos en cuenta que hace dos a?os no se hab¨ªa abierto ninguna causa en su contra, la detenci¨®n de Pinochet cambi¨® radicalmente la reputaci¨®n de aquellos imputados en graves violaciones de derechos humanos y, por consiguiente, la percepci¨®n de los tribunales de justicia, tanto en la C¨¢mara de los Lores del Reino Unido como en Santiago de Chile.
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