B¨²nkeres en Torrevieja
Semana ?rabe en El Corte Ingl¨¦s. Yo no quiero quedarme sin mi m¨¢scara de Bin Laden y mi burka para este d¨ªa de Halloween, que ser¨ªa l¨ªcito celebrar en solidaridad con el pueblo americano. Y lo mejor es que ahora hay descuento en la secci¨®n b¨²nkeres de los grandes almacenes. Son unos refugios antinucleares mon¨ªsimos. Peque?as y confortables fortalezas que seg¨²n dicen son las viviendas del futuro. B¨²nkeres en Torrevieja, parece ser la consigna del nuevo negocio inmobiliario que se avecina. En fin, que nuestra vida est¨¢ cambiando. A mi sobrino esto no le ha pasado desapercibido, y ahora quiere para Reyes estos regalos: aviones, bomberos y juegos de construcci¨®n. Ah, y un kalashnikov.
Los hay que todav¨ªa creen que las mujeres afganas llevan burka porque son muy feas. Para sacarles de su error, podemos ofrecerles las dos versiones que hay sobre la utilidad y el buen uso del burka. Unos dicen que es un instrumento de tortura contra la mujer afgana y otros aseguran que ellas lo llevan encantadas. Todav¨ªa hay que aclarar la diferencia entre un burka y una peineta. En fin, opiniones para todos los gustos, lo que nos hace pensar que en alg¨²n momento de la historia de la humanidad el burka quiz¨¢s se convierta en moda. El ¨²ltimo grito -desesperado o no- tal vez sea acudir a la discoteca con el burka, que ya habr¨¢ evolucionado y se estampar¨¢ en alegres colores, con voluptuosos dibujos y alguna que otra transparencia a la altura de los pechos, occidentalizando la prenda. Pero hay incluso quien apunta que el uso del burka tradicional ahorrar¨ªa mucho en cosm¨¦ticos a la mujer, teor¨ªa indudablemente machista que no merece ser tenida en cuenta, a pesar de tener una perversa l¨®gica.
No nos enga?emos: si dej¨¢semos crecer nuestra barba nosotros tambi¨¦n tendr¨ªamos cara de talib¨¢n. Constatar esto es un paso adelante a la hora de intentar comprender el s¨ªndrome de Estocolmo que a veces parece embargar a algunos cuando dicen que Bin Laden es alto, guapo e inteligente, vamos, que lo hace cojonudamente bien dentro de su propio delirio. Una aut¨¦ntica superestrella de la que ahora se reproduce la cara en camisetas y p¨®sters tal y como se hizo con el Che. ?Se pondr¨¢n los norteamericanos la m¨¢scara de Bin Laden este Halloween? ?Habr¨¢ fantasmas con burka pidiendo caramelos por las casas de Oreg¨®n? Preguntas vanas, s¨ª, pero es que nos amenazaron con despertar un d¨ªa escuchando el canto del muec¨ªn, y no sabemos si tomarlo a broma para relajarnos o ponernos serios y construirnos un refugio de los que est¨¢n en oferta. Lo peor de construirte un refugio antinuclear con tu novia es elegir el color de las paredes. Que si ella quiere un gotel¨¦ de color salm¨®n, que si ¨¦l prefiere un verde pistacho. Luego las cortinas para las falsas ventanas. ?Y d¨®nde pondremos la habitaci¨®n de los ni?os? En fin, el coche nuevo, la hipoteca del piso y ahora el b¨²nker. Sin contar con la m¨¢scara antig¨¢s y el burka para salir de fiesta.
Se avecinan tiempos de recesi¨®n econ¨®mica, y tambi¨¦n se le ven las orejas al esp¨ªritu reaccionario del comienzo del nuevo milenio. Se acab¨® la Love Parade. Cada vez tenemos m¨¢s miedo, aunque todav¨ªa parece que el conflicto nos queda un poco lejos. Lo suficiente para permitirnos el lujo de hacer chistes de dudoso gusto. El otro d¨ªa escuch¨¦ que estando las cosas como estaban, hab¨ªa que follar mucho, si me permiten reproducir la expresi¨®n literalmente. Es, sin duda, un comentario recurrente, simpl¨®n si quieren, pero parece que para la gente es inevitable asociar el fin del mundo a una gran org¨ªa. Aprovecharse y consumir hasta los ¨²ltimos momentos. De este modo, mi visi¨®n de Armaggedon se parece a una gran venta de rebajas, donde la gente se despedaza por conseguir cosas que no necesita.
No podemos negar que a ra¨ªz de los ¨²ltimos acontecimientos todos hemos pensado en un hipot¨¦tico fin del mundo. Cuando la gente ense?a sus refugios antinucleares con la misma naturalidad como quien muestra el sal¨®n de su casa, parece que anima a los otros a construirse el propio. Es previsible un aumento en la demanda de refugios antinucleares en todo el mundo. Quiz¨¢s dentro de poco, el que no tenga su refugio antinuclear no sea nada. O sea, que por lo visto hay que follar mucho.
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