Espa?a niega derecho de veto a Gibraltar en el di¨¢logo sobre el Pe?¨®n

Espa?a rechaza que los gibraltare?os puedan vetar los acuerdos que se alcancen en las conversaciones del Proceso de Bruselas, cuya reanudaci¨®n est¨¢ prevista para el 20 de noviembre en Barcelona, seg¨²n explic¨® ayer a este diario el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦: 'Los gibraltare?os no pueden tener derecho de veto en temas que discutan dos Estados soberanos'. Y esta posici¨®n representa una primera dificultad, ya que el ministro brit¨¢nico para Asuntos Europeos, Peter Hain, ha garantizado p¨²blicamente a los llanitos dicho derecho de veto.

En medios diplom¨¢ticos espa?oles se considera muy poco probable que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, o alguno de sus colaboradores participe en la primera reuni¨®n convocada para reactivar unas negociaciones en crisis desde 1998. Las conversaciones del Proceso de Bruselas, acordadas en 1984 por los entonces ministros de Exteriores, Fernando Mor¨¢n y Geoffrey Howe, tienen como interlocutores a Espa?a y al Reino Unido, los firmantes del Tratado de Utrecht que cre¨® la colonia, aunque las dos partes del proceso quieren que participen en ¨¦l los gibraltare?os, integrados en la delegaci¨®n brit¨¢nica, para llegar a una soluci¨®n de consenso.

El Proceso de Barcelona se orienta a lograr avances paralelos en la negociaci¨®n de la soberan¨ªa y de la cooperaci¨®n entre Gibraltar y su entorno espa?ol. Las conversaciones descarrilaron en 1998, cuando los gibraltare?os se retiraron tras negarse a aceptar la propuesta de Abel Matutes de una amplia autonom¨ªa para el Pe?¨®n a cambio del compromiso de que ¨¦ste volviera a Espa?a tras un periodo de soberan¨ªa compartida con el Reino Unido durante 50 a?os. Los esfuerzos de Londres se centran ahora en conseguir que los gibraltare?os, que rechazan de plano la demanda de soberan¨ªa espa?ola y aspiran a autodeterminarse, participen en la cita del 20 de noviembre. El rechazo espa?ol al mencionado derecho de veto no deber¨ªa, con todo, ser un obst¨¢culo insalvable, como sugiere el propio Piqu¨¦ cuando afirma que 'los brit¨¢nicos pueden siempre interpretar las normas internas de su delegaci¨®n como estimen oportuno'.

A tres de semanas de la cita, las fuentes diplom¨¢ticas consultadas estiman que las cosas no est¨¢n maduras como para que la reuni¨®n programada en Barcelona produzca resultados tangibles porque Piqu¨¦, que presidir¨¢ el encuentro junto a su colega, Jack Straw, tiene por esas fechas compromisos relacionados con la pol¨ªtica catalana.

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, contribuir¨¢ a preparar el terreno con un viaje a Londres el pr¨®ximo 9 de noviembre y en el que se entrevistar¨¢ con su hom¨®logo brit¨¢nico, Tony Blair. Los matrimonios Blair y Aznar pasar¨¢n juntos ese fin de semana en la residencia campestre del premier, en Chequers. Pero, en relaci¨®n con Gibraltar, de esas entrevistas no se espera m¨¢s que una declaraci¨®n gen¨¦rica con la que ambas partes expresar¨¢n su convicci¨®n de que la situaci¨®n actual es insostenible, y su voluntad de zanjar el contencioso.

El objetivo de la diplomacia espa?ola no es tanto reactivar la propuesta de Matutes, fracasada en 1998, como ensayar f¨®rmulas de cooperaci¨®n que impliquen el ejercicio de una soberan¨ªa conjunta sobre aspectos de la vida en la colonia brit¨¢nica. El principal proyecto de ese tipo es volver a intentar la apertura de un aeropuerto para uso conjunto de Gibraltar y de La L¨ªnea, situado sobre el istmo gibraltare?o, una porci¨®n de terreno no cubierta por el Tratado de Utrecht y que, seg¨²n Espa?a, los brit¨¢nicos ocupan ilegalmente. En los a?os ochenta, se logr¨® ese acuerdo sobre el aeropuerto, y lo que la diplomacia espa?ola pretende es retomar el proceso, no donde se qued¨® interrumpido, en 1998, sino desde el principio. Piqu¨¦ manifest¨® ayer que 'Espa?a nunca renunciar¨¢ a la plena soberan¨ªa sobre Gibraltar, pero cualquier avance en ese terreno ser¨¢ bienvenido'.