A la izquierda del Darro
Antonio Tejedor gana el concurso para ordenar la ladera del bosque de la Alhambra
El borde izquierdo del r¨ªo Darro, entre el Camino del Avellano y el puente de las Chirim¨ªas, frente por frente del Paseo de los Tristes -donde en su tiempo los duelos se desped¨ªan y quedaban los hu¨¦rfanos y viudos cabizbajos y mohinos- es hoy una sucesi¨®n de antiguos c¨¢rmenes y taludes degradados que colindan con las tapias del bosque de la Alhambra. Nunca da el sol en este lugar umbr¨ªo donde se alza un incongruente edificio arruinado que durante un par de a?os, a comienzos del siglo pasado, fue utilizado como hotel hasta que los hu¨¦spedes se ausentaron al notar en sus huesos los estragos de la humedad que calaba los muros. El pueblo remat¨® la fama del edificio cuando lo bautiz¨® como hotel Re¨²ma. Y all¨ª sigue: abandonado.
Pues bien, todo este entorno ser¨¢ convertido de aqu¨ª a un par de a?os, una vez allanado el camino y demolido el edificio, en un paseo p¨²blico. El equipo del arquitecto sevillano Antonio Tejedor ha ganado recientemente el concurso convocado por el Patronato de la Alhambra y el Ayuntamiento de Granada (a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Albaic¨ªn) para condicionar toda la ladera del bosque de San Pedro, el entorno del Rey Chico y el camino del Avellano. En conjunto forman una de las zonas m¨¢s sensibles y fotografiadass de Granada.
Este inter¨¦s no es nuevo. Antonio Tejedor resalta la abundante iconograf¨ªa que existe de toda esta ¨¢rea desde el siglo XVI, un hecho que va a facilitar la recuperaci¨®n de los viejos elementos. Lo que nunca ha existido all¨ª es un camino p¨²blico, precisamente lo que plantea construir el equipo ganador.
El Paseo de los C¨¢rmenes del Darro ser¨¢ la actuaci¨®n, de entre todas las incluidas en el anteproyecto, que ser¨¢ tratada con m¨¢s detalle. El camino contar¨¢ con dos peque?as zonas pergoladas; la primera, en el tramo del antiguo carmen del Granadillo y la segunda la del hotel Re¨²ma. All¨ª la p¨¦rgola ser¨¢ de metal y con una base de piedra, tal como atestiguan los restos hallados en la parcela. El paseo contar¨¢ con un pavimento blando tradicional y algunos bancos.
Pero el acondicionamiento urban¨ªstico de la ladera, que tiene un presupuesto de 130 millones de pesetas, abarca tambi¨¦n ambos extremos del paseo. Por el lado derecho, frente a los Ba?os ?rabes, el proyecto apuesta por restaurar los degradados restos del puente del Cad¨ª y la recuperaci¨®n de los huertos, hoy abandonados, y la consolidaci¨®n del tajo de San Pedro.
Por el extremo izquierdo, la rehabilitaci¨®n incluir¨¢ la puerta del bosque de la Alhambra y la entrada original al Camino de los Chinos, por donde en tiempos segu¨ªan su rumbo, a hombros de costaleros a sueldo, los ata¨²des de los difuntos hasta el cementerio. La remodelaci¨®n mejorar¨¢ todo el entorno del Rey Chico y el camino hacia la fuente del Avellano.
Del Rey Chico al hotel Re¨²ma
La zona de la intervenci¨®n es una de las m¨¢s sensibles de Granada y, por extensi¨®n, donde la menor variante puede traer consigo la pol¨¦mica. La hubo, y todav¨ªa resuenan los ecos, cuando un empresario rehabilit¨®, con todas los permisos necesarios, la antigua sala de fiestas del Rey Chico. El edificio, que iba a ser destinado a restaurante y que las Administraciones adquirieron al promotor ante la controversia desatada, hoy permanece abandonado despu¨¦s de ser desechado para diferentes usos alternativos, como acoger el archivo hist¨®rico de la ciudad. A los promotores del acondicionamiento de toda esta franja del bosque de San Pedro y aleda?os no escapa que el derribo del hotel Re¨²ma, por m¨¢s incoherente que parezca, pueda causar cierto n¨²mero de protestas, las de quienes lo consideran un elemento integrado en el paisaje aunque s¨®lo sea por la costumbre de la mirada. Antonio Tejedor insiste en que lo racional es echar abajo un edificio que se encuentra abandonado y en ruinas y que el Patronato de la Alhambra adquiri¨® a sus propietarios hace unos meses. La propuesta presentada por Tejedor y su equipo (integrado tambi¨¦n por los arquitectos Mercedes Linares y Pedro Lobato; la dise?adora Silvia Segarra, y los bot¨¢nicos Jos¨¦ Tito y Manuel Casares) considera que el edificio es 'un punto negro del paisaje de la colina'. En consecuencia, el proyecto, plantea la completa demolici¨®n y el posible aprovechamiento de algunas construcciones anejas, como el semis¨®tano de arcos que da al r¨ªo, que podr¨ªa ubicar alg¨²n ¨¢rea de servicios. En concreto, la propuesta sugiere incluir all¨ª un centro de interpretaci¨®n del r¨ªo Darro y de la propia ciudad de Granada. El semis¨®tano tiene alrededor de tres metros de ancho y unos treinta de largo. La demolici¨®n del viejo hotel cuenta con el apoyo del Patronato de la Alhambra, que tambi¨¦n considera la edificaci¨®n como un elemento inadecuado. A juicio de Tejedor, el hecho de que el edificio de alg¨²n modo se haya integrado dentro del panorama habitual no justifica su permanencia. As¨ª pues, una vez derribado, el ¨²nico edifico que quedar¨¢ en las inmediaciones ser¨¢ el del Rey Chico.
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