Los grupos islamistas de Pakist¨¢n llaman a la desobediencia civil contra Musharraf
El Gobierno advierte de que no tolerar¨¢ protestas y env¨ªa instrucciones a los gobernadores
El presidente de Pakist¨¢n, general Pervez Musharraf, no va a tolerar ninguna alteraci¨®n del orden p¨²blico. As¨ª lo hizo saber ayer su portavoz a la salida del Consejo de Ministros, que estuvo consagrado a la seguridad interna. Los grupos islamistas que se oponen a la operaci¨®n militar estadounidense en Afganist¨¢n han anunciado una campa?a de desobediencia civil a partir de hoy. El Ministerio del Interior ha enviado a todos los gobernadores provinciales un plan en siete puntos para hacer frente a los descontentos.
'El presidente ha afirmado de forma categ¨®rica que el Gobierno no va a tolerar que ning¨²n individuo o grupo altere la vida normal del pa¨ªs bajo ning¨²n pretexto', manifest¨® el general Rashid Qureshi en la conferencia posterior a la reuni¨®n del Gabinete. El portavoz presidencial tambi¨¦n dijo que las autoridades han 'tomado nota de las declaraciones malintencionadas y sediciosas de ciertos sectores y decidido actuar contra esos elementos de acuerdo con la ley'. Aunque Qureshi no fue m¨¢s all¨¢ en sus declaraciones, los analistas pol¨ªticos entienden que se refiere a los l¨ªderes isl¨¢micos que han cuestionado el derecho de Musharraf a estar al frente del Gobierno a ra¨ªz de su cooperaci¨®n con EE UU contra el r¨¦gimen talib¨¢n.
Ayer mismo, en Rawalpindi, uno de esos dirigentes, Liaqat Beluch, de Jamiat Islami (JI), volvi¨® a pedir ante una manifestaci¨®n de mujeres de su partido que el Ej¨¦rcito lo sustituya si no cambia su pol¨ªtica de respaldo a Washington. 'La cesi¨®n de nuestro espacio a¨¦reo, la entrega de informaci¨®n confidencial y el apoyo log¨ªstico a las tropas norteamericanas van en contra de nuestros intereses como musulmanes', se?al¨® Beluch. 'Musharraf recibe ¨®rdenes del gran jefe que es Estados Unidos, pero nosostros s¨®lo recibimos ¨®rdenes de Dios', asegur¨® el responsable de JI en Rawalpindi ante un millar de seguidoras. JI es, con todo, el m¨¢s moderado de los partidos religiosos paquistan¨ªes. Los dirigentes del m¨¢s radical Jamiat Ulema Islam (JUI), Sami ul Haq y Fazl ur Rehman, y otros dos de partidos menores se encuentran bajo arresto domiciliario por incitaci¨®n a la violencia durante las manifestaciones de apoyo al r¨¦gimen talib¨¢n. La polic¨ªa ha abierto diligencias contra, al menos, un centenar de activistas isl¨¢micos.
Aunque hasta ahora el Gobierno de Musharraf ha logrado contener a los descontentos, las simpat¨ªas de una parte de la poblaci¨®n hacia los talibanes le han puesto en algunos aprietos. Varios miles de paquistan¨ªes intentaron cruzar a Afganist¨¢n el pasado fin de semana para unirse a la yihad contra Estados Unidos. Para evitar incidentes similares, el Ministerio del Interior ha enviado a todos los gobernadores provinciales un plan en siete puntos para hacer frente a los desaf¨ªos que plantean estos grupos. Entre las medidas destaca, seg¨²n informaba ayer el diario The News, la prohibici¨®n de repatriar los cad¨¢veres de voluntarios paquistan¨ªes muertos en Afganist¨¢n.
El hecho de que los bombardeos norteamericanos hayan provocado varias v¨ªctimas mortales paquistan¨ªes ha convertido sus entierros en manifestaciones de protesta contra el Gobierno. Adem¨¢s, esos casos ponen en evidencia a Pakist¨¢n ante sus aliados, ya que dan la imagen de que sus ciudadanos est¨¢n luchando contra Estados Unidos en Afganist¨¢n. Tambi¨¦n resulta significativa la recomendaci¨®n de que las provincias repartan el dinero del zakat (impuesto religioso) entre las madrazas que ofrecen una visi¨®n moderada del islam y que est¨¢n registradas. Los otros puntos recuerdan decisiones ya adoptadas con anterioridad, como la prohibici¨®n de utilizar las mezquitas y sus altavoces para organizar las protestas o la prohibici¨®n de que los afganos se unan a ellas. Si alguno lo hace, podr¨¢ ser detenido y deportado.
Por otra parte, el embajador talib¨¢n en Afganist¨¢n no parece muy afectado por el desplante que le ha dado Lakhdar Brahimi. El enviado especial del secretario general de la ONU admiti¨® ayer a trav¨¦s de un portavoz que no tiene tiempo para recibir al talib¨¢n que sonr¨ªe. El cl¨¦rigo Abdul Salam Zaif, que intent¨® forzar esa entrevista, anunci¨¢ndola el lunes como segura, se encontr¨® horas despu¨¦s con la negativa de Brahimi.
Los talibanes han rechazado cualquier negociaci¨®n con los enviados de la ONU desde que el pasado enero se pusieron en pie las sanciones contra su r¨¦gimen. Ayer, su l¨ªder, el jeque Omar, instruy¨® a su ¨²nico embajador para que rechazara cualquier cita con los representantes de ese organismo internacional 'vendido a los estadounidenses'. Zaif anunci¨® que ya son 1.500 afganos muertos por los bombardeos y asegur¨® que la operaci¨®n de captura de Osama Bin Laden 'viola el principio de presunci¨®n de inocencia'.
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