Las incineraciones suponen casi el 35% de los actos f¨²nebres celebrados en Euskadi
Sanidad afirma que, desde 1999, han subido entre un 5 y un 10% al a?o
El ritual de enterrar a los muertos y acudir al cementerio empieza a cambiar. Las incineraciones son cada vez m¨¢s numerosas frente a las inhumaciones y su progresi¨®n es imparable. La evoluci¨®n en los ¨²ltimos tres a?os muestra un crecimiento anual de entre un 5% y un 10% en t¨¦rminos generales. Este a?o, en ?lava y Guip¨²zcoa, de cada cien muertes, en m¨¢s de la cuarta parte se ha elegido la cremaci¨®n. En Vizcaya, la cifra sube hasta entre 35 y 40. En 1999, fallecieron en Euskadi 18.396 personas (9.801, hombres y 8.595, mujeres).
Todos los primeros de noviembre los cementerios se llenan de familiares que acuden a recordar a sus muertos. Sin embargo, cada vez hay menos losas, menos inhumaciones y m¨¢s incineraciones. La falta de espacio y los cambios culturales son los motivos fundamentales. 'Hay una progresiva secularizaci¨®n de las culturas, que en el caso espa?ol se produce en estos momentos. Venimos de concepciones culturales en las que la polaridad vida-muerte estaba religiosamente sobredeterminada, era un rito de tr¨¢nsito hacia la otra vida', explica Patxi Lanceros, profesor de Filosof¨ªa y Antropolog¨ªa de la Universidad de Deusto.
El primer horno crematorio del Pa¨ªs Vasco entr¨® en funcionamiento en 1989 en Bilbao y la primera incineraci¨®n fue la de Josu Muguruza, parlamentario de Herri Batasuna, asesinado el 1 de noviembre de ese a?o en Madrid. Un a?o m¨¢s tarde se puso en marcha un segundo crematorio, en el cementerio municipal vizca¨ªno de Vista Alegre (Derio), ya que el primero resultaba insuficiente dado el progresivo aumento de la demanda. Durante este primer a?o de 1990 hubo 16.404 fallecimientos en la comunidad vasca, de los que 9.387 fueron en Vizcaya, seg¨²n datos del Eustat. Se realizaron un total de 458 incineraciones, de ellas, 282 correspondieron a fallecidos residentes en Bilbao; 101, del resto de Vizcaya; 52, de las otras provincias vascas, y 23, del resto de Espa?a, informa Agapito Malabe, que trabaja en el cementerio vizca¨ªno de Derio desde hace 18 a?os como responsable. 'Las incineraciones son mucho m¨¢s dignas', recalca.
Municipales y privadosEn 1998 se pusieron en marcha los de Guip¨²zcoa y ?lava; y en 1999, los de Galdakao y Barakaldo. Actualmente, ?lava cuenta con dos hornos privados; Vizcaya con dos privados y dos municipales y en Guip¨²zcoa hay uno privado y otro municipal; un total de ocho en Euskadi.
'El aumento de los crematorios marca la evoluci¨®n de cada territorio. Se puede decir que la incineraci¨®n desde 1999 hasta este a?o tiene una tendencia en alza entre el 5% y el 10%. En este ¨²ltimo a?o, porcentualmente, la actividad de cremaci¨®n frente al enterramiento cl¨¢sico supone entre un 25% y un 30% en ?lava y Guip¨²zcoa, y entre un 30% y un 35% en Vizcaya. Entre las capitales destaca Bilbao, donde la cremaci¨®n alcanza entre el 35% y el 40%, debido principalmente, a la existencia de crematorios desde 1990', se?ala un portavoz del Departamento vasco de Sanidad.
Adolfo Cid, t¨¦cnico de salud ambiental en esa consejer¨ªa, a?ade que la tasa de defunciones tiende a estabilizarse mientras que cada vez son m¨¢s las cremaciones en la medida en que hay m¨¢s infraestructuras. En su opini¨®n tres son los factores que inducen a la implantaci¨®n de este tipo de ceremonia mortuoria: el econ¨®mico [cuesta 25.000 pesetas], la falta de espacio en los cementerios y los motivos ¨¦ticos y culturales.
Patxi Lanceros resalta que el cambio ritual indica una progresiva 'individualizaci¨®n' o 'privatizaci¨®n' de la vida y la muerte. 'Todo ello en una cultura que exalta los valores juveniles y oculta la muerte'. El responsable del crematorio de Derio apunta que cada vez m¨¢s gente mayor pide la cremaci¨®n. 'Dicen que no les va a ir a visitar nadie al cementerio'.
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