Miles de espa?oles dicen adi¨®s a las gafas
Las operaciones de ojos han aumentado un 20% gracias a su mayor efectividad y menor precio
Unos 12 millones de espa?oles padecen alguno de los tres defectos refractivos del ojo: hipermetrop¨ªa, miop¨ªa o astigmatismo. Los avances tecnol¨®gicos de los ¨²ltimos 10 a?os han permitido que la alternativa al uso de gafas y lentillas sea hoy una realidad, gracias a las operaciones con l¨¢ser sobre la c¨®rnea, que apenas duran media hora y cuestan entre 150.000 y 300.000 pesetas por ojo. El descenso de los precios y la mayor efectividad de sus resultados han provocado un crecimiento espectacular en la demanda de estas intervenciones, similar al experimentado por la cirug¨ªa est¨¦tica. La Sociedad Nacional de Oftalmolog¨ªa calcula que el a?o pasado se realizaron un 20% m¨¢s de operaciones en Espa?a.
La denominada cirug¨ªa refractiva con l¨¢ser experimenta un crecimiento similar al registrado por la cirug¨ªa est¨¦tica
Salir del agua en la playa y ver d¨®nde est¨¢ la toalla es un cambio radical. O mirar el despertador sin acerc¨¢rselo a tres cent¨ªmetros de la cara. La vida entera es muy diferente cuando uno pierde, como le ocurri¨® a Esther D¨ªaz, de 27 a?os, 5,75 dioptr¨ªas de miop¨ªa en un ojo y 6,25 en el otro tras una operaci¨®n: 'Yo no ve¨ªa ni los colores, me ten¨ªa que poner encima de la cara de la gente para reconocerla'.
Como antes ella, unos 12 millones de espa?oles sufren alguno de los denominados defectos refractivos del ojo: miop¨ªa, hipermetrop¨ªa y astigmatismo. Hasta hace 10 a?os supon¨ªa una condena de por vida a las gafas o las lentes de contacto. En este tiempo se han ido desarrollando las intervenciones quir¨²rgicas con l¨¢ser, que reducen radicalmente esos defectos. Su perfeccionamiento, gracias al avance de la t¨¦cnica, ha hecho que sean m¨¢s seguras y tambi¨¦n m¨¢s baratas. Por eso, la denominada cirug¨ªa refractiva con l¨¢ser vive hoy un crecimiento similar al experimentado por la cirug¨ªa est¨¦tica.
En Espa?a se han contabilizado este a?o 250 aparatos de cirug¨ªa refractiva excimer, la m¨¢s habitual. Y de los 3.000 oftalm¨®logos espa?oles, un tercio realiza este tipo de intervenciones. Estos datos han servido a la Sociedad Nacional de Oftalmolog¨ªa para calcular que las operaciones de la vista aumentaron en el ¨²ltimo a?o un 20%. Y el doctor Julio Baviera, fundador de la cadena de unas 20 cl¨ªnicas que llevan su nombre, sostiene que en ellas se realizan entre 25.000 y 35.000 operaciones al a?o.
Una cirug¨ªa que dura apenas media hora, que s¨®lo requiere de unas gotas de anestesia sobre el ojo, que reduce las dioptr¨ªas a graduaciones que rozan el cero y que permite al paciente dejar gafas y lentillas tiene todas las cartas para hacerse popular si su precio est¨¢ entre las 150.000 y las 300.000 pesetas por ojo y su efectividad es del 90%.
'Cada vez se ha hecho m¨¢s preciso', explica el doctor Rafael Barraquer, de la Cl¨ªnica de Oftalmolog¨ªa Barraquer. 'Pero no es exacto en un sentido t¨¦cnico. Lo que sucede es que han ido disminuyendo los casos de necesidad de retoque, que ahora son un 5%'.
Guillermo Uribe, de 26 a?os, pertenece a ese porcentaje. 'Yo no not¨¦ nada', dice de su operaci¨®n, que se realiz¨® en febrero y que ten¨ªa previsto reducir sus cinco dioptr¨ªas de miop¨ªa. El problema lo not¨® luego: mientras con un ojo ve¨ªa perfectamente, con el otro, no. 'Se pasaron de la rosca. Ten¨ªa hipermetrop¨ªa y astigmatismo, aunque muy poco, en el ojo izquierdo. Pod¨ªa ver, pero me fastidi¨® no tener los dos ojos completamente bien'. En estos casos, se hace una segunda operaci¨®n. Uribe volvi¨® al quir¨®fano hace dos semanas y ahora tiene los dos ojos perfectamente.
En opini¨®n del doctor Baviera, las operaciones con l¨¢ser se han hecho muy populares por sus resultados. 'Si adem¨¢s se tiene en cuenta que un tercio de la poblaci¨®n lleva gafas, y que unas buenas pueden llegar a costar entre 50.000 y 70.000 pesetas, el precio de las operaciones no s¨®lo es razonable, sino excesivamente bajo'. Sin embargo, no tanto como para que las cubra la Seguridad Social. Tampoco aseguradoras como Asisa o Sanitas, que s¨®lo incluyen las intervenciones que no utilizan el l¨¢ser.
A pesar del boom, las operaciones no son la soluci¨®n para todos. Para empezar, no se interviene a los menores de 18 a?os, puesto que es preferible esperar a que los defectos del ojo est¨¦n estabilizados. Tampoco se aconsejan para aquellas personas con miop¨ªa y m¨¢s de 10 o 12 dioptr¨ªas o con hipermetrop¨ªa o astigmatismo y m¨¢s de cinco dioptr¨ªas, aunque en estos casos existen soluciones con lentes permanentes. 'No es que no se pueda', matiza el doctor Barraquer, 'sino que surgen condicionantes de seguridad y calidad de visi¨®n. Aunque a veces se sobrepasan estos m¨¢rgenes seg¨²n las condiciones concretas de cada uno: hay c¨®rneas que son m¨¢s finas que otras; en funci¨®n de la cantidad de tejido o de la curvatura...'
Y est¨¢, por supuesto, que a uno le compense operarse. Si el n¨²mero de dioptr¨ªas es bajo, el resultado no es tan espectacular y el riesgo es el mismo. Pero, adem¨¢s, operarse no significa despedirse para siempre de los defectos del ojo. Siempre cabe la posibilidad de que regresen. 'La miop¨ªa, por ejemplo, depende de todo el globo ocular. Nosotros cambiamos unas micras sobre el espesor. Pero se corrige, no se erradica', precisa Barraquer.
La operaci¨®n con l¨¢ser se hace sobre la c¨®rnea. Y requiere mucha precisi¨®n, porque se trabaja en un ¨¢rea min¨²scula. El cirujano ha de cortar un disco de poco m¨¢s de 0,1 mil¨ªmetros de c¨®rnea; luego lo levanta, esculpe con el l¨¢ser excimer; lava el ojo y vuelve a pegar el disco en su sitio. 'Esto no funciona con apretar un bot¨®n', explica la doctora Mar¨ªa Teresa Iradier, del hospital universitario San Carlos. 'Requiere un cirujano muy experimentado, aunque existan unos aparatos estupendos'.
Los oftalm¨®logos se quejan de que con la popularidad de estas intervenciones hay mucha competencia, pero poco control m¨¦dico, porque no est¨¢ regulada la pr¨¢ctica de las intervenciones. En Catalu?a, un primer paso para cubrir el hueco legal lo ha dado la Generalitat, con una regulaci¨®n de sus requisitos m¨ªnimos.
Mientras, los m¨¦dicos aconsejan huir de quienes hablan de 'resultados garantizados'. Porque, seg¨²n el presidente de la Sociedad Nacional de Oftalmolog¨ªa, Alfredo Dom¨ªnguez, 'es un disparate hablar de garant¨ªas en medicina'.
Consultas por Internet
La doctora Mar¨ªa Teresa Iradier lleva a?os realizando operaciones de cirug¨ªa refractiva y de implantaci¨®n de lentes. Su experiencia la ha derivado a una p¨¢gina gratuita de la Red (www.drairadier.com) desde la que ofrece informaci¨®n sobre este tipo de t¨¦cnicas. 'Una gran parte de la labor del m¨¦dico tiene que ser altruista', asegura esta cirujana. 'La consulta on-line es mi manera de ayudar a la gente'. Desde que puso en marcha este proyecto ha recibido unas 60.000 consultas, de las que s¨®lo ha podido contestar un 10%. Al principio, respond¨ªa ella sola a los internautas, pero ahora le ayuda un equipo de voluntarios. 'No puedes contestar a la gente de cualquier manera, porque no s¨®lo quieren ciencia, sino calor humano. Pero tambi¨¦n porque muchas de sus preguntas son complicadas', dice Iradier. Las consultas le llegan sobre todo de Latinoam¨¦rica. Como un profesor de M¨¦xico, que le escribi¨® para pedirle consejo porque no sab¨ªa qu¨¦ hacer con uno de sus alumnos con problemas de visi¨®n y que, al final, result¨® ser un caso de estrabismo. 'Como era gente de pocos medios acud¨ª a la red de colegas que he formado, porque despu¨¦s de ver la p¨¢gina se han ofrecido a colaborar'. Cuando el paciente no tiene suficientes medios, ¨¦stos se hacen cargo de su situaci¨®n. La tecnolog¨ªa on-line permite que la doctora reciba informes m¨¦dicos, pruebas e historiales de los pacientes, que le ayudan al diagn¨®stico.
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