La presi¨®n de EE UU obliga a Israel a reanudar su retirada de las ciudades palestinas ocupadas

Las presiones de EE UU han obligado a las tropas israel¨ªes a reanudar su salida de las ciudades palestinas que ocuparon hace tres semanas en venganza por el asesinato del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi. Ayer, los soldados y los tanques, que hab¨ªan salido previamente de Bel¨¦n, abandonaron Kalkilia. Pero en poder del Ej¨¦rcito permanecen a¨²n otras cuatro ciudades de Cisjordania -Ramala, Tulkarem, Nabl¨²s y Yen¨ªn-, aunque los militares se han comprometido a abandonarlas en los pr¨®ximos d¨ªas.

A pesar del repliegue, Kalkilia no ha recuperado la tranquilidad. Los tanques no se han ido completamente; s¨®lo se han retirado algunos metros y permanecen apostados en las cercan¨ªas de la ciudad, dispuestos a invadirla de nuevo si Israel lo considera imprescindible para garantizar su propia seguridad. La situaci¨®n no es nueva. Los 40.000 habitantes de esta poblaci¨®n viven bajo el asedio de las tropas israel¨ªes desde hace m¨¢s de un a?o, cuando estall¨® la Intifada y los soldados establecieron controles en todos los accesos a la poblaci¨®n.

Como si fuera una se?al de advertencia, los soldados y los tanques israel¨ªes, antes de retirarse de Kalkilia, procedieron a destruir la casa de la familia de Said Houtari, de 22 a?os, el kamikaze de Ham¨¢s que el pasado 1 de junio se inmol¨® en la entrada de una discoteca en Tel Aviv haciendo estallar una carga de dinamita y matando a una veintena de j¨®venes.

Pocas horas despu¨¦s de este repliegue, el mando del Ej¨¦rcito israel¨ª decidi¨® reforzar su presencia en la regi¨®n palestina cercana a Tulkarem -257.000 habitantes-, cuya capital se encuentra tambi¨¦n ocupada desde hace tres semanas. Tulkarem, considerada por los israel¨ªes como otro 'nido de terroristas', ha venido siendo castigada y bombardeada continuadamente desde que se inici¨® la Intifada.

El Ministerio de Defensa israel¨ª anunci¨® ayer por la tarde que en los pr¨®ximos d¨ªas continuar¨¢ con el repliegue de las otras cuatro ciudades ocupadas, a medida que se puedan establecer pactos de seguridad con los responsables policiales palestinos. Un portavoz del Ministerio de Exteriores aseguraba, por su parte, que estos acuerdos de repliegue no se negociar¨¢n con Yasir Arafat, tratando con ello de arrinconar al presidente palestino y menoscabar su autoridad.

Marginaci¨®n de Arafat

La maniobra del Gobierno israel¨ª intentando alejar a Arafat de los centros de decisi¨®n en los territorios aut¨®nomos no es nueva. Obedece a un ambicioso proyecto de la derecha israel¨ª, compartido, adem¨¢s, por el propio primer ministro, Ariel Sharon, que desea 'matar pol¨ªticamente' a Arafat y buscar su sustituto entre las 'nuevas generaciones'. Las consignas en ese sentido son tajantes y van desde reclamar la 'expulsi¨®n de Arafat a T¨²nez' a descalificar al presidente palestino como contraparte para las negociaciones de paz. Sharon insisti¨® ayer en el proyecto de marginar a Arafat del poder, cuando ante la Comisi¨®n de Defensa y Exteriores del Parlamento de Jerusal¨¦n no dud¨® en calificar a la Autoridad Palestina de 'imperio de la mentira'.

Arafat se ha convertido, adem¨¢s, en el blanco de las cr¨ªticas palestinas, como consecuencia de las detenciones que su polic¨ªa viene practicando desde hace varias semanas entre los grupos de la oposici¨®n. En las ¨²ltimas horas se han producido otras diez detenciones de fundamentalistas de Yihad Isl¨¢mica y Ham¨¢s en Gaza. Las organizaciones humanitarias aseguraban ayer que Arafat ha impuesto a estos nuevos detenidos una sanci¨®n administrativa inapelable, por lo que deber¨¢n permanecer en la c¨¢rcel entre seis meses y un a?o. Las ¨®rdenes de detenci¨®n impartidas por Arafat sobre la oposici¨®n han empezado tambi¨¦n a provocar la indignaci¨®n de los responsables de la polic¨ªa palestina.