Abortos: indultos no, por favor
Al aborto, controvertido y sempiterno tema de cualquier agenda electoral y pol¨ªtica de a¨²n muchos pa¨ªses, le queda un largo camino por recorrer hasta su inevitable y necesaria normalizaci¨®n a nivel mundial. Prueba de ello son los 50.000.000 de abortos anuales que se realizan en el planeta, de los cuales 20.000.000 se practican en condiciones infrahumanas e infrasanitarias: agujas, hierbas t¨®xicas, venenos, pociones m¨¢gicas, instrumentos cortantes o afilados y un largo etc., de m¨¦todos todos ellos inseguros y peligrosos para la vida de la mujer, los cuales provocan m¨¢s de 80.000 muertes anuales de mujeres j¨®venes y otras tantas secuelas f¨ªsicas y ps¨ªquicas, esencialmente en los pa¨ªses del Tercer Mundo, donde o es ilegal o se hace la vista gorda ante su cotidiana pr¨¢ctica.
El aborto ha existido desde que existe la humanidad. Y es imperiosa su normalizaci¨®n a nivel mundial porque somos 6.000 millones de seres los que habitamos el planeta tierra y los diferentes m¨¦todos anticonceptivos no est¨¢n al alcance de m¨¢s de 2/3 partes de la poblaci¨®n mundial. Y a¨²n cuando lo estuvieran, estos no son perfectos y fallan frecuentemente. As¨ª pues, normalizar el derecho al aborto a escala planetaria es una necesidad social por razones de pura supervivencia.
Doy por descontado que la primera raz¨®n por la que debe normalizarse el aborto es el respeto a la decisi¨®n de la mujer sobre su libre maternidad. Y en este sentido, hay que remarcar que uno de los principales indicadores de satisfacci¨®n sexual y social de una sociedad libre, es la existencia o no de una normativa que regule el democr¨¢tico ejercicio de este derecho.
La firme oposici¨®n de la Iglesia, de sectores conservadores del capital y de la derecha en general a la difusi¨®n a nivel planetario de la famosa p¨ªldora abortiva conocida como RU-486, no es casualidad, si no que ellos son conscientes del gran paso adelante de libertad, autonom¨ªa e independencia que este revolucionario f¨¢rmaco representa para las mujeres. Adem¨¢s este m¨¦todo farmacol¨®gico de aborto tiene un valor capital sobrea?adido en aquellos pa¨ªses donde la mortalidad por aborto es m¨¢s alta (?frica, Am¨¦rica Latina, Asia etc.) ya que si el mismo estuviera al alcance de la poblaci¨®n se podr¨ªan salvar anualmente decenas de miles de vidas de mujeres j¨®venes en edad f¨¦rtil que fallecen por aborto inseguro. La primera causa de ingreso hospitalario en los hospitales maternales de estos pa¨ªses sigue siendo el aborto infectado complicado. Y as¨ª era en Espa?a tambi¨¦n hasta la aparici¨®n de la actual ley sobre el aborto hace ahora 16 a?os. Hoy d¨ªa, podemos afirmar con satisfacci¨®n que son m¨¢s de 10-15.000 mujeres las que han salvado su vida en nuestro pa¨ªs desde entonces.
Ahora bien, la actual legislaci¨®n sobre el aborto est¨¢ caduca, desfasada y solamente sirve para encubrir de manera falaz e hip¨®crita una realidad y una necesidad de la sociedad espa?ola: la del aborto por libre decisi¨®n de la mujer, tal y como acontece en todos los pa¨ªses europeos de Pirineos para arriba (excepto las preconciliares Irlanda y Portugal, claro). En estos pa¨ªses de la Comunidad Europea a la cual Espa?a pertenece, hace ya m¨¢s de 20-25 a?os que no se da l¨®gicamente ning¨²n juicio contra mujeres o m¨¦dicos por aborto, ya que en ellos, sus respectivas legislaciones en esta materia respetan de manera clara y sin dudas la dignidad y la voluntad de la mujer y autorizan el aborto por libre decisi¨®n de las mujeres.
Por el contrario en nuestro pa¨ªs, nuestras conciudadanas son consideradas por la actual legislaci¨®n como una especie de seres inferiores, m¨¢s o menos desequilibrados mentalmente y que por tanto necesitan del paternal permiso o autorizaci¨®n de un psiquiatra para poder ejercitar su constitucional derecho a planificar su maternidad. Dicho de otra forma, dado que el 98,5% de los 60.000 abortos que se declaran anualmente se acogen al supuesto legal de 'grave peligro para la salud ps¨ªquica de la mujer', tenemos en nuestro pa¨ªs unas 58.000 mujeres medio enfermas mentales cada a?o.
La actual legislaci¨®n cumpli¨® su papel pol¨ªtico en los primeros a?os de la transici¨®n, pero en la actualidad sirve de tapadera para hacer realidad una incontestable necesidad de nuestra sociedad tal cual es el derecho al aborto libre y voluntario, sin autorizaci¨®n o indicaci¨®n de nadie. Es por tanto un insulto a nuestras conciudadanas, y a los que nos sentimos solidarios con ellas tambi¨¦n, que un psiquiatra les tenga que dar permiso por escrito para abortar, porque las mujeres que abortan ni est¨¢n locas, ni necesitan permiso de nadie, sencillamente desean interrumpir su embarazo por m¨²ltiples e importantes razones casi siempre de car¨¢cter social y personal: carencia de medios econ¨®micos suficientes, falta de pareja estable etc.
En este sentido, la nueva ley sobre aborto que present¨® el PSOE a votaci¨®n al Parlamento hace unas semanas, es peligros¨ªsima, ya que a¨²n recogiendo el sentir de esta necesidad social, introduciendo un 4? supuesto para abortar que ser¨ªa el de necesidad social va a provocar sin lugar a dudas la misma situaci¨®n que vivimos de persecuci¨®n judicial y de falta de respeto a la mujer con la actual ley, porque con esa ley aprobada no ser¨¢ el psiquiatra el que diga si puede o no abortar, si no que ser¨¢ el trabajador social o similar con la declaraci¨®n de la renta de la mujer en la mano, el que lo haga. En ese sentido, estaremos en una situaci¨®n igual o peor que la actual, s¨®lo que el juez en lugar de preguntarse si la mujer estaba suficientemente loca, como para interrumpir su embarazo, se preguntar¨¢ si la mujer ten¨ªa dinero suficiente o no para tener a su v¨¢stago.
Por todo esto si queremos respetar de verdad a la mujer y a nosotros mismos, y que finalice para siempre la actual persecuci¨®n judicial contra mujeres y m¨¦dicos, tenemos que promulgar una ley similar a las euro-comunitarias, en las que no se contemplan valoraciones, ni indicaciones, si no plazos y voluntades. Justo y l¨®gico es que si modificamos legislaciones para unificar criterios dentro de la Comunidad: pol¨ªtica financiera, espacio judicial ¨²nico etc., tambi¨¦n se unifiquen legislaciones en materia de aborto.
Es necesario dotar a nuestro pa¨ªs de una legislaci¨®n de aborto acorde con los tiempos en los que estamos. En la que el aborto voluntario salga del C¨®digo Penal y se contemple la decisi¨®n de las mujeres de abortar.
Los indultos s¨®lo sirven para perdonar a alguien que delinqui¨® y cuando se convierten en la norma, como es en el caso del aborto en nuestro pa¨ªs, s¨®lo est¨¢n expresando diafanamente la invalidez de la ley que regula aquello que indulta. As¨ª pues rogamos p¨²blicamente a todas las asociaciones, grupos y partidos que se abstengan de solicitar nuestro indulto, por que no lo vamos a aceptar, dado que no hemos cometido delito o pecado alguno que no sea el de luchar por los derechos de nuestras conciudadanas.
Josep Llu¨ªs Carbonell i Esteve es doctor en Medicina y Cirug¨ªa y vicepresidente de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para IVE (ACAI).
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