La determinaci¨®n del verbo

La Novena sinfon¨ªa de Beethoven se eleva a trav¨¦s de la noche y de la miseria desde la creencia en el sentido de la vida, y lo hace afirmando el don de la alegr¨ªa, la victoria de la humanidad sobre la fuerza de las sombras, precisamente, en la determinaci¨®n del verbo: la obra se corona con un coro final, el canto del Himno a la alegr¨ªa de Friedrich Schiller. Quiz¨¢ esta sublimaci¨®n que lleva a cabo el arte musical sea uno de los mejores ejemplos de c¨®mo el genio musical y el genio literario se unen para destacar la humanidad universal, la solidaridad, la fraternidad, la tolerancia.

Como Schiller, muchos son los poetas que han hecho del poema un di¨¢logo y un modo de entendimiento de nuestra condici¨®n humana, se?ales que indican hacia d¨®nde dirigir la mirada, y que podemos encontrar, entre muchos poetas actuales, en Mahmud Darwix (Birwa, Palestina, 1941), del que recientemente ha sido editado su libro El f¨¦nix mortal (C¨¢tedra, 2000): su voz es la del pueblo ¨¢rabe, y sus poemas reescriben la epopeya de un pueblo enfrentado a un desilusionado y dif¨ªcil presente. Pero no est¨¢ solo en esa gran tradici¨®n del realismo existencial y humanista, le acompa?an grandes nombres de la poes¨ªa contempor¨¢nea: Derek Walcott, Joseph Brodsky, Seamus Heaney o Allen Ginsberg.

Ginsberg es un ejemplo m¨ªtico de resistencia civil, mezcla de profec¨ªa y de deseo, y una plegaria de futuro

Seamus Heaney (Derry, Irlanda del Norte, 1939) mezcla la llaneza de su estilo con una indudable y sugerente hondura espiritual, en constante di¨¢logo con el mundo material, la historia, la memoria m¨ªtica y el presente pol¨ªtico de su naci¨®n de origen; un libro emblem¨¢tico en el conjunto de su obra y fruto de su personal conciencia hist¨®rica es Norte (Hiperi¨®n, 1992). No muy alejado en sus planteamientos e intenciones, de Derek Walcott (Castries, isla de Santa Luc¨ªa, 1930) acaba de aparecer un nuevo libro, La abundancia (Visor, 2001). Un poeta due?o de una escritura incurablemente sem¨¢ntica, que no distingue entre vida y literatura, global y trascendente, y a cuya independencia hay que unir tanto su destreza formal como su convicci¨®n ideol¨®gica. De ¨¦l afirm¨® Joseph Brodsky que 'es el mejor poeta en lengua inglesa'.

Ambos tienen mucho en com¨²n, pues han compartido situaciones vitales y creativas similares. Joseph Brodsky (Leningrado, 1940-Nueva York, 1996) se sirve de cualquier matiz de la existencia, tanto personal como social o pol¨ªtica, lo que le hace ser uno de los grandes poetas morales de nuestro tiempo, consciente de la desigualdad, y ejemplo de un modo po¨¦tico radical y alternativo de la expresi¨®n humana. No vendr¨¢ el diluvio tras nosotros (Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores, 2000) es una antolog¨ªa que re¨²ne algunos de sus m¨¢s destacados y significativos poemas, tan representativos de nuestra contemporaneidad como algunos de los escritos por Allen Ginsberg (Paterson, Nueva Jersey, 1926). Ginsberg es sin duda un ejemplo m¨ªtico de resistencia civil, mezcla de profec¨ªa y de deseo, pero es tambi¨¦n una plegaria de futuro a la que podemos acercarnos gracias a Muerte y fama: poemas, 1993-1997 (Lumen, 2000), donde su m¨²sica resuena en un mundo falto de compromiso, provocaci¨®n o protesta. Cualquiera de los aqu¨ª citados podr¨ªan haber encarnado la precisa determinaci¨®n del verbo con la que Beethoven y Schiller, juntos, siguen sonando en nuestros o¨ªdos.