La conexi¨®n financiera suiza de Bin Laden conduce hasta los neonazis de Alemania

El ex periodista suizo Ahmed Huber, de 73 a?os, que antes de convertirse al islam se llamaba Albert Frederich Armand, profesaba la religi¨®n protestante y militaba en el partido socialista, se ha convertido en expresi¨®n palpable del 'Dios los cr¨ªa y ellos se juntan'. Huber, consejero del complejo de las empresas financieras isl¨¢micas asentadas en Suiza y diversos para¨ªsos fiscales, Al Taqwa (Temor de Dios) y Nada, sospechosas de financiar la red del terrorista saud¨ª Bin Laden, es un fan¨¢tico islamista con contactos con los neonazis alemanes del Partido Nacional Dem¨®crata (NPD).

Las autoridades helv¨¦ticas han bloqueado las cuentas de estas sociedades y han allanado sus sedes en Vaduz, la capital del Principado de Liechtenstein, y en el Ticino. En la persecuci¨®n contra la conexi¨®n suiza de Bin Laden, el Principado de Liechtenstein acord¨® ayer congelar las cuentas de Al Taqwa.

El presidente del Consejo de Administraci¨®n de Al Taqwa, Mohamed Mansour, de 73 a?os, originario de una familia egipcia y afincado en Suiza, cuya nacionalidad adquiri¨® y donde lleg¨® a catedr¨¢tico, declar¨® al peri¨®dico de Z¨²rich Tagesanzeiger que la sociedad Nada, tambi¨¦n sospechosa de financiar a Bin Laden, quedaba disuelta. En la entrevista, Mansour califica al presidente de EE UU, George W. Bush, de 'terrorista que mata a inocentes'. 'Soy presidente del Consejo de Administraci¨®n de una empresa de servicios que nada tiene que ver con Bin Laden ni con otros terroristas. Las acusaciones contra los gestores de Al Taqwa [hoy llamada Nada Management] son un absurdo'.

Pena de muerte

Su compa?ero en el Consejo de Administraci¨®n de las empresas sospechosas, Huber, parece una pieza clave en el c¨®ctel de fan¨¢ticos islamistas, furibundos antisemitas, ultraderechistas y neonazis. Huber perdi¨® su trabajo en un peri¨®dico suizo en 1989, cuando lo despidieron por defender en la televisi¨®n la fatwa que condenaba a muerte al escritor Salman Rushdie por su obra Versos sat¨¢nicos. Seg¨²n Huber, 'no puede haber otro castigo que la pena de muerte para esa blasfemia, basada en el ego¨ªsmo y ansia de beneficios'.

En su oficina, Huber no tiene el menor problema en exhibir los retratos del f¨¹hrer, Adolf Hitler; del jefe de la Gestapo, Heinrich Himmler, y del l¨ªder islamista turco Necmettin Erbakan. Desde los a?os ochenta, Huber trabaja como propagandista con conferencias por todo el mundo a favor del r¨¦gimen fundamentalista de Ir¨¢n. Se dio a conocer como uno de los m¨¢s destacados voceros de lo que se denomina 'la mentira del holocausto nazi', aquellos que niegan que haya existido el exterminio de los jud¨ªos durante el nazismo.

Tres a?os atr¨¢s, Huber no tuvo el menor reparo en declarar: 'Construimos una red mundial en la que luchan juntos cabezas rapadas europeos, neonazis americanos y radicales antisionistas isl¨¢micos'. El pasado octubre, Huber intervino en el congreso europeo de la organizaci¨®n juvenil de la formaci¨®n neonazi alemana NPD, donde aludi¨® a las 'ansias de dominaci¨®n mundial del pueblo jud¨ªo'. En la primavera pasada, Huber particip¨® en una reuni¨®n clandestina en L¨ªbano con neonazis, cabezas rapadas y terroristas isl¨¢micos.

La reuni¨®n se celebr¨® en las zonas bajo control de la guerrilla proiran¨ª Hezbol¨¢. Entre los asistentes se encontraba una de las figuras m¨¢s peregrinas de la escena ultraderechista alemana, el abogado Horst Mahler, que en la d¨¦cada de los setenta dio con sus huesos en la c¨¢rcel por sus v¨ªnculos con el grupo terrorista Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo, m¨¢s conocido como la banda Baader-Meinhof.Mahler era entonces defensor de los terroristas junto con su colega el hoy ministro socialdem¨®crata alem¨¢n del Interior, Otto Shily, el palad¨ªn de la ley y el orden, que ahora lleva la voz cantante en el endurecimiento de la legislaci¨®n para perseguir a todo lo que huela a terrorista m¨¢s o menos isl¨¢mico.