La Alianza frena su ofensiva a las puertas de Kabul
La oposici¨®n antitalib¨¢n dice haber tomado Herat, la ciudad m¨¢s grande del oeste de Afganist¨¢n
Hace una semana, la Alianza del Norte controlaba s¨®lo un 10% del territorio de Afganist¨¢n. Ayer afirmaron que el 50% del pa¨ªs ya estaba en sus manos. Tal y como est¨¢n avanzando sus tropas en los diferentes frentes, es muy posible que la cifra no sea una exageraci¨®n. Con la misma facilidad con la que los talibanes empezaron a conquistar Afganist¨¢n hace cinco a?os, la Alianza est¨¢ reconquistando el territorio perdido. La oposici¨®n se encuentra a pocos kil¨®metros de Kabul, la capital, y hab¨ªan conquistado, seg¨²n diversos testimonios, la ciudad de Herat, la m¨¢s importante del oeste del pa¨ªs. Un portavoz de la Alianza asegur¨® que, por el momento, no tienen intenci¨®n de lanzar una ofensiva contra Kabul.
Esta vez parece que la Alianza del Norte -integrada por distintas facciones y mayoritariamente por grupos ¨¦tnicos tayikos, uzbekos y hazaras frente al predominio past¨²n entre los talibanes- ha aprendido de los errores pasados y, en las ciudades en las que entran, hacen lo posible por mantener la ley y el orden y para que los muyahidin se comporten sin revanchismo.
Las noticias estuvieron ayer anunciando victorias todo el d¨ªa, a golpe de teletipos urgentes, y no s¨®lo en la zona del norte, donde las fuerzas de la Alianza son especialmente fuertes y cuentan con apoyos ¨¦tnicos. Aunque no pudo ser confirmado de forma independiente, la Alianza asegur¨® que hab¨ªa capturado la ciudad de Herat, la m¨¢s importante del oeste de Afganist¨¢n, y cercana a la frontera con Ir¨¢n. La oposici¨®n anunci¨® asimismo que sus tropas avanzaban hacia Kandahar, el feudo de los talibanes. En el norte, Kunduz, la ¨²ltima bolsa de resistencia del r¨¦gimen de Kabul en esta parte del pa¨ªs, tambi¨¦n cay¨® y qued¨® despejado el camino hacia la capital, por el sur, y hacia la ya conquistada Mazar-i-Sharif, por el este.
Seg¨²n diferentes informaciones, la Alianza se encuentra a s¨®lo escasos kil¨®metros de la capital del pa¨ªs. No obstante, un portavoz de la oposici¨®n, Wasudin Salik, tranquiliz¨® ayer a Estados Unidos al afirmar que continuar¨¢n 'avanzando hacia Kabul', si bien no tienen la intenci¨®n de tomar por ahora la ciudad. El presidente George W. Bush pidi¨® el s¨¢bado a la oposici¨®n que se acerque todo lo que quiera a la ciudad, pero que no cruce sus puertas.
'No relaciones con Bush'
Sin embargo, en la reci¨¦n reconquistada ciudad de Taloq¨¢n, el general Daud, uno de los comandantes de la Alianza que m¨¢s enteros est¨¢ ganando gracias a sus recientes triunfos, se?al¨® ayer a esta peri¨®dico: 'No tenemos relaciones con Bush. Seguimos nuestra propia pol¨ªtica y somos el Gobierno de Afganist¨¢n'. Eso s¨ª, tampoco quiso asegurar si, una vez llegados a las puertas de Kabul, entrar¨ªan en la capital o mantendr¨ªan sus posiciones hasta la primavera. El hecho de que los bombardeos estadounidenses sobre los talibanes en los alrededores de Kabul continuasen ayer puede ser una buena prueba de que el acuerdo de principios entre la Alianza y la Casa Blanca se mantiene.
Los temores de Estados Unidos y de otros pa¨ªses de la coalici¨®n internacional se deben a que, en caso de que no se produzca un acuerdo pol¨ªtico y se logre la formaci¨®n de un Gobierno amplio antes de la entrada en Kabul, se pueda repetir el caos de los a?os noventa, cuando las fuerzas que ahora componen la Alianza del Norte o el Frente Unido, integrado por muy distintas facciones y etnias, se dedicaron a combatir entre ellas con el mismo empe?o con el que hab¨ªan luchado contra los sovi¨¦ticos. Aquel caos facilit¨® la llegada de los talibanes al poder.
Las fuerzas que combaten en Herat, en Bamiy¨¢n, en Kunduz o en Kabul son unidades aut¨®nomas que, en muchos casos, esconden como pueden rencillas y enfrentamientos apenas soterrados. En teor¨ªa, todos los comandantes dependen del Gobierno leg¨ªtimo de Afganist¨¢n, reconocido por toda la comunidad internacional, con asiento en Naciones Unidas y presidido por Burhanedin Rabbani. En la pr¨¢ctica, cada comandante arma y paga a sus soldados y eso le da un poder enorme, sobre todo cuando su Ej¨¦rcito enlaza victoria tras victoria, como ahora. Rabbani advirti¨® ayer del peligro de una divisi¨®n ¨¦tnica de Afganist¨¢n cuando termine la guerra.
La pregunta que todos se hacen en el norte de Afganist¨¢n es qu¨¦ est¨¢ pasando con los talibanes. En muchos casos est¨¢n entregando ciudades clave sin luchar, incluso cuando cuentan con refuerzos de tropas paquistan¨ªes o chechenas. Los soldados consultados en esta ciudad, que fue tomada sin combates callejeros, aunque los hubo en los alrededores, tienen dos teor¨ªas: o son unos cobardes o eran buenos afganos obligados a luchar. Esta ¨²ltima tesis puede explicar por qu¨¦ se est¨¢n produciendo deserciones masivas. En cualquier caso, si los talibanes se repliegan para hacerse fuertes en las zonas de mayor¨ªa past¨²n del sur del pa¨ªs, los avances no ser¨¢n tan r¨¢pidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.