Pakist¨¢n pide una fuerza de paz internacional y que Kabul sea desmilitarizada

La repentina entrada de la Alianza del Norte en Kabul ha pillado por sorpresa a Pakist¨¢n. El Gobierno del general Pervez Musharraf no oculta su contrariedad porque la comunidad internacional haya sido incapaz de tener lista una soluci¨®n pol¨ªtica multi¨¦tnica para reemplazar al r¨¦gimen talib¨¢n. Ante la situaci¨®n de hechos consumados, Islamabad pidi¨® ayer la desmilitarizaci¨®n de Kabul y Musharraf hizo una inesperada escala en Estambul, a su regreso de Nueva York, para informarse de la disponibilidad de Turqu¨ªa a enviar fuerzas de paz con ese objetivo. 'Kabul debe quedar desmilitarizado', se?al¨® Musharraf, quien pidi¨® 'un arreglo pol¨ªtico lo m¨¢s r¨¢pido posible' para formar una nueva Administraci¨®n afgana.

Pakist¨¢n est¨¢ muy interesada en la intervenci¨®n de una fuerza multinacional de paz. Y ¨¦se parec¨ªa el objetivo de la escala que hizo ayer en Estambul Musharraf. Turqu¨ªa hab¨ªa expresado con anterioridad su disposici¨®n a enviar a sus soldados a Afganist¨¢n en misi¨®n de paz, una oferta que fue bien recibida por tratarse de un pa¨ªs musulm¨¢n. Otros pa¨ªses que podr¨ªan colaborar ser¨ªan Indonesia y Bangladesh. Sin embargo, fuentes de la Misi¨®n Especial de la ONU para Afganist¨¢n se?alaron a este diario la dificultad de desmilitarizar Kabul una vez que los hombres de la Alianza patrullan por sus calles.

'Es nuestra esperanza que prevalezca la calma y que se evite el derramamiento de sangre', reiter¨® el portavoz durante el d¨ªa a los periodistas que le llamaron para pedirle la reacci¨®n de su Gobierno. Las primeras noticias llegadas desde Kabul hablaban de que la Alianza hab¨ªa sido recibida al grito de '?Muerte a Pakist¨¢n!', y muchos paquistan¨ªes temen que esa coalici¨®n de minor¨ªas ¨¦tnicas trate de negar su participaci¨®n a los pastunes (la etnia a la que pertenecen un 40% de los afganos y un 20% de los paquistan¨ªes).

Las afinidades entre las poblaciones de uno y otro lado de la l¨ªnea Durand, la frontera establecida por los brit¨¢nicos en 1893, sustentan el apoyo que los paquistan¨ªes han expresado hacia sus vecinos durante las pasadas semanas. Los partidos isl¨¢micos extremistas, abiertamente protalibanes, han llegado a retar al Gobierno por su respaldo a las operaciones militares estadounidenses. Y piensan seguir haci¨¦ndolo, seg¨²n declar¨® ayer un portavoz de Jamiat Islami, el principal de los partidos religiosos.

Tal vez por ello, Pakist¨¢n sigue sin romper oficialmente relaciones diplom¨¢ticas con el r¨¦gimen talib¨¢n. Su Embajada en Islamabad ha seguido funcionando hasta ahora, aunque ayer, tras la salida con destino desconocido del embajador, el cl¨¦rigo Abdul Salam Zaif, hab¨ªa una sensaci¨®n de final de una etapa.