Esto es la guerra: m¨¢s madera
Huyen unas bestias y entran a saco otras bestias: dir¨ªa, con Zola, la bestia humana, porque no veo ninguna diferencia con la civilizaci¨®n europea (incluyendo Estados Unidos) en tiempo de guerra. Robar, acuchillar, disparar contra los ca¨ªdos. Vemos las caras de p¨¢nico de los prisioneros: los llevan a matar. Y sus verdugos, como siempre, se r¨ªen; y dan de puntapi¨¦s al cad¨¢ver, y tambi¨¦n al precad¨¢ver. Hay una diferencia notable: estas bestias son las nuestras, y somos nosotros en efigie. Algunos somos tambi¨¦n los muertos, pero hay diferencias biol¨®gicas interesantes.
Se oyen por primera vez m¨²sicas en Kabul; los j¨®venes sonr¨ªen a los vencedores, los mayores se afeitan las barbas obligatorias. Qu¨¦ extra?o, no veo mujeres. Alguna pasa con su burka y en silencio: como antes. Uno y otro grupo de bestias son en eso parecidos. Temo que en todo lo dem¨¢s. Ya les mandar¨¢n otra cosa. El portavoz de Bush dice: 'El presidente est¨¢ contento... esto es una guerra'. Por fin. 'Esto es la guerra: traed madera', dec¨ªan los hermanos Marx, qu¨¦ apellido m¨¢s comprometedor. La guerra: 'Romper murallas y rasgar banderas', dec¨ªa Lope. Romper vientres, pisotear cad¨¢veres: as¨ª pasaba entre Mantua y Verona. Ojal¨¢ -una palabra castellana que viene de Inch'Allah- termine ah¨ª la guerra. Adi¨®s, talibanes.
Ojal¨¢ tenga d¨®nde meterse la taliban¨ªa que queda, bestias inmundas que me gustar¨ªa que salvaran su vida por esta superstici¨®n del viejo librepensador que no quiere ver derrochadas vidas humanas. Ya va importando menos. S¨®lo quedan las ideas que equiparan la vida humana al aborto y lo proh¨ªben: el partido de Bush, y el partido de Aznar, que, sin embargo, va a mandar hombres a la guerra. Ojal¨¢ termine antes de que los mande, aunque sean voluntarios estimulados por la bayoneta en la carne talibana. O por algo metido en la carne, que as¨ª son las guerras. Y los h¨¢bitos femeninos s¨®lo protegen de las miradas.
Sin embargo, temo que no termine realmente la guerra. No s¨¦ d¨®nde va a llegar, ni qu¨¦ va a pasar en el sur del pa¨ªs, donde se concentran los huidos; ni en Pakist¨¢n, ni en Palestina, donde sigue pasando lo mismo. Ayer, una mujer. Antes de ayer, un ni?o. Hoy, qui¨¦n sabe qu¨¦. Lo correcto es decir que es por culpa del desgraciado, del bendito tonto Yasir Arafat.
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