Lejos de la ortodoxia local

Al menos dos de cada mil espa?oles conocen ya el inimitable estilo de Anastasia Kam¨¦nskaya, coronel de la polic¨ªa moscovita, creada por Alexandra Mar¨ªnina como protagonista de un extenso ciclo de novelas en las que la intriga criminal de primera categor¨ªa se mezcla con la constataci¨®n, modesta y sincera, del derrumbe imperial sovi¨¦tico en sus aspectos m¨¢s cotidianos (las neveras vac¨ªas y los medios inundados de transparencia informativa). De ah¨ª que el nada misterioso ejercicio narrativo que ha hecho rica y famosa a la escritora rusa le haya granjeado el recelo de los m¨¢s sesudos guardianes de la ortodoxia literaria local y, a cambio, la m¨¢s alta consideraci¨®n de lectores y espectadores (pues sus textos son continuamente adaptados al cine y a la televisi¨®n) interesados en palpar la vida real de la Rusia de los noventa a trav¨¦s de una ficci¨®n bien contada y mejor pensada.

?ste es el quinto volumen que se publica en espa?ol y la trama descansa simult¨¢neamente sobre una cadena de asesinatos semanales de perfecta ejecuci¨®n y sobre una cascada de corruptelas originadas por la venta fraudulenta de residuos industriales, ricos en metales preciosos, en la remota ciudad de Uralsk-18. El verdadero inter¨¦s de lo que cuenta Mar¨ªnina radica sin embargo en la intimidad y pautas de conducta de los personajes y en la peculiar condici¨®n profesional de Kam¨¦nskaya, que se apoya en una moral mestiza de pragmatismo y decencia muy f¨¢cilmente identificable con los mejores resultados de la 'civilizaci¨®n sovi¨¦tica'. No tendr¨ªa sentido obviar cierta dosis de tosquedad con que a veces se impone el discurso narrativo, pero hasta en eso hay que asumir las condiciones objetivas en que se produce este sugerente antimodelo de mujer, inasequible a la frivolidad, que se protege de la mediocridad con la discreta soberbia del conocimiento. Y para sosiego de sus m¨¢s fieles seguidores, el libro incluye el descubrimiento de que Nastia no est¨¢ totalmente perdida para la pasi¨®n, con lo que su inminente boda con el imperturbable Chistiakov queda pr¨¢cticamente anulada.