El Alcoyano pierde la moral
El hist¨®rico club de f¨²tbol de Alcoy acumula deudas y busca un inversor para reflotar la entidad deportiva
El Club Deportivo Alcoyano est¨¢ atravesando la peor de sus crisis. Las deudas que acumula la entidad y la falta de apoyo han desembocado estos d¨ªas en el des¨¢nimo del equipo que se vio catapultado a la fama por su tes¨®n. Tener m¨¢s moral que el Alcoyano siempre ha sido sin¨®nimo de creer en algo casi imposible. El mito del Alcoyano se fragu¨® en un partido, all¨¢ por los a?os 30 del siglo pasado, en el que el equipo luch¨® de tal manera en el campo que sus jugadores estaban convencidos de que iban a remontar una derrota de 20 goles en contra. Toda una saga que cobr¨® seguridad e internacionalidad durante las cuatro temporadas en que el equipo, que viste camiseta blanquiazul, jug¨® en la Primera Divisi¨®n, entre 1945 y 1951.
La moral es un concepto que est¨¢ empezando a desaparecer del vocabulario de la actual plantilla. 16 de los jugadores del Alcoyano y el masajista han vivido estas dos semana con desconcierto la falta de respuesta a su ultim¨¢tum que ten¨ªa como objetivo hacer resurgir la entidad, anclada desde 1996 en la Tercera Divisi¨®n.
En busca de un revulsivo, Eduardo, Diego, Jim¨¦nez, Ra¨²l, Capone, Molina, Javi, Nando, Cristian, Miranda, Pepe Cabanes, Ricardo, V¨ªctor, Juli, Corbal¨¢n y el masajista Barber¨¢ se declararon hace dos semanas en huelga de entrenamiento hasta que sus respectivas cartillas bancarias vieran ingresar los sueldos que se les deben de la temporada pasada y que en suma ascienden a unos tres millones de pesetas. 'Lo hicimos para estimular el apoyo de alguien con solvencia, no para cargarnos al presi. Buscamos un empresario que ponga sobre la mesa el dinero para que lo poco que se nos debe, se nos pague'. Quien as¨ª habla es Ricardo Mataix (25 a?os), segundo capit¨¢n del Alcoyano, que no llegaba a entender el escaso inter¨¦s que han despertado en la sociedad los problemas del club. 'Nos preocupa la situaci¨®n y queremos que se arregle, pero somos honestos y creemos justo poder contar con la paga que se nos prometi¨®', agreg¨®.
Los sueldos de la plantilla de jugadores oscilan entre las 20.000 y las 40.000 pesetas al mes, aproximadamente. Todo un abismo respecto a las 300.000 pesetas mensuales que se llegaba a cobrar hace escasos diez a?os por vestir la camiseta blanquiazul del Alcoyano. En aquella ¨¦poca los presupuestos para formar plantilla no bajaban de los 30 millones de pesetas, frente a los 8 millones de pesetas que presupuest¨® a principio de temporada el presidente del Club Deportivo Alcoyano, Jos¨¦ Luis Laporta.
Laporta accedi¨® a la presidencia del Club en 1997, tras dos a?os al frente de una junta gestora, y a pesar de su fuerte car¨¢cter no ha logrado poner freno a la situaci¨®n decadente del club, que se vio ensombrecida en la temporada 1995-96 con el descenso a Tercera Divisi¨®n. Con el viento en contra, Jos¨¦ Luis Laporta ha encajado bien la huelga de los jugadores y niega que el retraso en la paga de octubre se deba a una represalia al ultim¨¢tum de los jugadores, que ha llegado en una situaci¨®n ¨®ptima de juego. Las dos ¨²ltimas victorias consecutivas han puesto al Alcoyano muy cerca de los puestos de promoci¨®n y podr¨ªan cambiar radicalmente el ascenso del Alcoyano si contin¨²a la huelga de entrenamiento. Eso es lo que opina Pepe Aroca, entrenador del equipo blanquiazul.
La afici¨®n que sustentan unos 600 socios es consciente de la mala racha que vive su equipo. La imagen decadente del campo de f¨²tbol de El Collao es su tarjeta de visita. En los ¨²ltimos seis a?os los partidos que se han jugado en El Collao se han trasladado al horario matinal por falta de luz. Ni la venta de los terrenos del campo de f¨²tbol al Ayuntamiento, en 1994, y que sirvi¨® para saldar una deuda de m¨¢s de trescientos millones, ha mejorado el panorama. Hoy a¨²n se deben 12 millones de pesetas a antiguos jugadores y trabajadores. Anoche el presidente, en un intento por acabar con la huelga, prometi¨® a los jugadores que en un plazo de 20 d¨ªas habr¨¢ resuelto la crisis, o de lo contrario dimitir¨¢.
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