Meana presenta su reflexi¨®n sobre el proceso de construcci¨®n de la identidad
'Lo que hay que hacer, lo que hay que dejar' se exhibe en Vitoria
La identidad en continuo proceso de construcci¨®n es el asunto que recorre las seis instalaciones, cuatros esculturas y dos series de obras gr¨¢ficas que presenta Juan Carlos Meana en la sala de exposiciones Am¨¢rica de Vitoria. Bajo el titulo, tomado de Pessoa, Lo que hay que hacer, lo que hay que dejar, el artista alav¨¦s afincado en Vigo reflexiona sobre los conflictos individuales y colectivos del mundo contempor¨¢neo en una muestra que se podr¨¢ visitar hasta finales de diciembre.
Meana (Vitoria, 1964) es un creador que elabora materiales para la reflexi¨®n del espectador, sin grandes alharacas y desde el trabajo previo de varios a?os alrededor de una preocupaci¨®n que en este caso es la identidad. Los recursos te¨®ricos b¨¢sicos son asequibles y la elaboraci¨®n viene en el montaje de la exposici¨®n.
En esta ocasi¨®n, ha creado un conjunto de espacios compartimentados, en los que va ofreciendo sus miradas al yo individual y al nosotros colectivo, siempre desde la duda, la provisionalidad y hasta la destrucci¨®n y la ruina. Entre el mito de Narciso y el proyecto de naci¨®n, Meana reflexiona sobre la provisionalidad de la vida.
De este modo, el artista afirma: 'La precariedad, o tal vez la imposibilidad, de vernos como individuos bajo una misma identidad sociopol¨ªtica que nos a¨²ne me ha llevado a trabajar con los m¨¢stiles que no aparecen erguidos, sino torcidos o ca¨ªdos sobre escenarios en ruinas'. En los espacios dedicados a esta reflexi¨®n destacan tambi¨¦n una pila de telas blancas, proyecto de banderas, pendientes de la decoraci¨®n correspondiente para que se puedan instalar en esos m¨¢stiles vac¨ªos.
No falta la referencia a los muros que ciegan la vista, pero que al tiempo son el soporte de la imaginaci¨®n de quien est¨¢ encerrado en ellos. El enlace entre esta contradicci¨®n colectiva y el aislamiento individual se encuentra en las serigraf¨ªas de unos zulos, 'como lugar de espera ciega; la habitaci¨®n del secuestrado y sus secuestradores compartiendo estancia, donde uno de los enseres es, curiosamente, el espejo', explica.
?ste es el momento en que entran las tres obras de la serie Despu¨¦s de Narciso, en que el espejo pasa de ser un elemento ir¨®nico a desaparecer tras convertirse en su materia original, la arena. La intersecci¨®n entre ambas identidades se logra en Las caras del alma, obra central de la muestra, una serie de ojos fantasmag¨®ricos que hablan de la pulsi¨®n de las miradas individuales en un espacio colectivo.
La exposici¨®n se completa con un taller que ofrecer¨¢ Meana en el Archivo del Territorio Hist¨®rico de ?lava, del 10 al 14 de diciembre y dos conferencias impartidas por ?ngel Gabilondo -El arte de aprender otro ver, 12 de diciembre- y Alberto Ruiz de Samaniego -El ojo hiperb¨®lico, 14 de diciembre-. Adem¨¢s, el artista ha preparado para la muestra una edici¨®n de 12 ejemplares firmados en espejo y cristal grabado bajo el t¨ªtulo Despu¨¦s de Narciso.
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