El Parlamento Europeo pone trabas a las 'cookies'
El Parlamento Europeo aprob¨® la semana pasada, en primera lectura, una serie de medidas sobre las garant¨ªas de privacidad que debe disfrutar el ciudadano europeo en Internet. El punto m¨¢s pol¨¦mico es el que proh¨ªbe el uso de cookies en los sitios salvo el consentimiento del navegante, al que el sitio deber¨¢ preguntar expresamente si admite el uso de cookies.
Las cookies son peque?os programas que permiten conocer detalles t¨¦cnicos del ordenador que visita la web y la navegaci¨®n realizada por el usuario de ¨¦ste. Se utilizan con muy distintos fines. El m¨¢s usual es el de facilitar la descarga de un programa en l¨ªnea. El sitio suministrador, gracias a la cookie, puede conocer las caracter¨ªsticas del ordenador y ajustar la descarga. En las tiendas en l¨ªnea, las cookies memorizan las preferencias del cliente y, cuando regresa a la p¨¢gina, le ofrecen los productos m¨¢s cercanos a ellas. Por ¨²ltimo, las agencias de publicidad lo usan para conocer la navegci¨®n del usuario y cambiar el banner cuando comprueban que regresa a la misma p¨¢gina. El problema para la privacidad se presenta en los casos en que los datos de navegaci¨®n del usuario casan con otros sobre su identidad y ello permite conocer los h¨¢bitos del cliente. Las asociaciones de publicidad en l¨ªnea y de comercio electr¨®nico han criticado la pretensi¨®n del Parlamento Europeo de prohibir las cookies.
Correo comercial
Otro asunto pol¨¦mico tratado por el Parlamento ha sido el del correo comercial no solicitado. El debate est¨¢ entre exigir que el cliente acepte expresamente (opt-in) que se le remita este tipo de correo o bien autorizarlo gen¨¦ricamente salvo que el cliente exprese su deseo (opt-out), inscribi¨¦ndose en una lista, de no recibirlo. En Europa no hay una f¨®rmula homog¨¦nea. B¨¦lgica, Alemania y los pa¨ªses n¨®rdicos, entre otros, tienen regulado el opt-in. El Parlamento, al final, no se pronunci¨® y lo dej¨® a criterio de cada Estado miembro.
Al margen de Bush
El ¨²ltimo gran tema que incluye el articulado de esta propuesta de directiva es el almacenamiento de datos en los proveedores de servicios. El Parlamento considera que las empresas pueden conservar estos datos s¨®lo el tiempo necesario para la realizaci¨®n de facturas o la consumaci¨®n de la relaci¨®n comercial. En el caso de que conviniera por sospechas de actividad delictiva, un juez deber¨ªa autorizar un almacenamiento m¨¢s prolongado. Esta medida enfrenta al Parlamento con elpresidente norteamericano, George Bush, que hace un mes remiti¨® una lista sobre medidas convenientes para mejorar el combate del cibercrimen. Precisamente, el convenio contra el cibercrimen del Consejo de Europa -que agrupa a 43 pa¨ªses-, que dentro de una semana empezar¨¢ a ser ratificado por los estados miembros, prev¨¦ la obligaci¨®n de los proveedores de acceso de conservar 90 d¨ªas los datos de navegaci¨®n de los clientes sospechosos, por orden de la autoridad.
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