CiU recompone su relaci¨®n con el PNV, que acus¨® a los catalanes de 'sumisi¨®n' al PP

Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) est¨¢ recomponiendo a marchas forzadas sus maltrechas relaciones con el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Hace apenas dos semanas I?aki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso, envi¨® hace 15 d¨ªas una carta a su hom¨®logo de CiU, Xavier Trias, en la que le recriminaba la 'sumisi¨®n' de los catalanes al PP en asuntos como la Ley Org¨¢nica de Universidades y el caso Gescartera y daba por enterrada la ya herida Declaraci¨®n de Barcelona. Desde entonces, dirigentes de CiU se han desvivido para firmar la paz con los vascos.

De nada han servido las reuniones de la Declaraci¨®n de Barcelona, fotos de familia de los grupos parlamentarios de CiU, el PNV y el Bloque Nacionalista Galego y promesas de iniciativas parlamentarias conjuntas. La historia vuelve a repetirse. En junio del pasado a?o, Anasagasti remiti¨® otra carta a Trias en la que lamentaba que la Declaraci¨®n hubiera 'servido para muy poco', apenas 'para sacarse una foto en el Senado', y denunciaba la estrategia de CiU de 'seguidismo' al Partido Popular.

Tres meses antes, en marzo, y en v¨ªsperas de una cumbre nacionalista en Barcelona, I?aki Anasagasti apremi¨® a CiU a decidirse entre el PP o la Declaraci¨®n de Barcelona, al tiempo que denunciaba el nacionalismo light de los catalanes.

Desde entonces, los tres grupos de la Declaraci¨®n de Barcelona apenas han presentado mociones conjuntas en el Congreso, tan s¨®lo una reclamando el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado.

Las desavenencias entre CiU y el PNV se agudizaron tras el voto de los catalanes a favor de la Ley Org¨¢nica de Universidades y el apoyo al PP para exculpar a ministros del Gobierno en el caso Gescartera, actitud que los nacionalistas vascos calificaron de 'demasiado complaciente' hacia el Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. As¨ª se lo expres¨® Anasagasti en una misiva remitida a Trias hace unos 15 d¨ªas.

El enfado de los vascos alcanz¨® su m¨¢ximo grado cuando Converg¨¨ncia i Uni¨® se neg¨® a votar cualquier enmienda del PNV a los Presupuestos Generales del Estado y a la Ley de Acompa?amiento.

Ambos dirigentes nacionalistas se prometieron encauzar sus deterioradas relaciones. Almorzaron la pasada semana y el mi¨¦rcoles lo hicieron junto a los representantes de Converg¨¨ncia y del PNV en la Declaraci¨®n de Barcelona, Jordi Mart¨ª y Joxe Gonz¨¢lez de Txabarri, respectivamente.

Malestar de Uni¨®

A la comida no se invit¨® a los diputados de Uni¨®, por lo que ¨¦stos decidieron organizar por su cuenta otra reuni¨®n y desayunaron juntos ayer, en Madrid, con Anasagasti y Txabarri.

Asistentes a estos encuentros aseguraron que las conversaciones han dado sus frutos y que en las pr¨®ximas semanas se celebrar¨¢n otras entrevistas para presentar iniciativas parlamentarias conjuntas a partir de febrero de 2002, cuando se inicie el periodo de sesiones.

'Hist¨®ricamente, las relaciones entre CiU y el PNV no han sido f¨¢ciles, pero conf¨ªo en que estos contactos hayan servido para limar asperezas', coment¨® ayer un destacado diputado del Grupo Catal¨¢n en el Congreso.

Por su parte, Xavier Trias neg¨® a este diario que las relaciones sean malas y asegur¨® que si ha habido diferencias, ¨¦stas se encuentran en v¨ªas de soluci¨®n. Trias admiti¨® la existencia de la carta, pero a?adi¨® que 'hay gente a quien le gusta explicar que existen situaciones complicadas, pero no es cierto', sin precisar a qui¨¦n se refer¨ªa.

A pesar de estas buenas palabras, diputados nacionalistas precisaron que la Declaraci¨®n de Barcelona es 'una cosa enterrada' y, aunque subrayaron su predisposici¨®n a alcanzar acuerdos con el PNV, no mostraron la misma disposici¨®n con el Bloque Nacionalista Galego. 'No tenemos la misma cultura con el BNG', reiteraron.

Los cuatro partidos firmantes de la Declaraci¨®n no celebran ninguna cumbre desde finales de julio de este a?o, cuando se reunieron en Bilbao.