Los frenazos de Alonso
El alcalde de Vitoria ha debido rectificar o desistir de numerosos proyectos en dos a?os de legislatura
Ser el heredero pol¨ªtico de Jos¨¦ ?ngel Cuerda es un regalo envenenado. Alfonso Alonso lleva m¨¢s de dos a?os comprob¨¢ndolo, fruto entre otras causas de la inexperiencia. El alcalde de Vitoria, del PP, ha tratado de dejar una huella propia en el Ayuntamiento, siguiendo la estela de su antecesor. En este periodo, sin embargo, buena parte de los proyectos o se han ca¨ªdo o sufren un estancamiento en mayor o menor grado. Incluso se ha visto en la obligaci¨®n de rectificar en varias actuaciones. Estos son los principales proyectos fallidos y rectificaciones del alcalde en el ecuador de la legislatura.
- Parque tem¨¢tico. Un proyecto en torno al medio ambiente, heredado de la anterior corporaci¨®n. El m¨¢s espectacular y cuantioso: requer¨ªa una inversi¨®n inicial de 23.700 millones de pesetas y pretend¨ªa ser un nuevo eje sobre el que pivotara la econom¨ªa de la ciudad. Alonso lo asumi¨®, aunque no logr¨® encontrar qui¨¦n lo financiara, ni en el ¨¢mbito p¨²blico ni en el privado. Al final, lo ha desechado.
- Salburua y Zabalgana. Son las dos grandes ¨¢reas por donde se extender¨¢ la ciudad en los pr¨®ximos a?os. Cuerda leg¨® un pacto con los propietarios de los terrenos. Alonso, en colaboraci¨®n con los socialistas, lo hab¨ªa criticado en la anterior legislatura y anunci¨® que lo cambiar¨ªa. S¨ª introdujo algunas modificaciones, pero no afectaron al fondo del acuerdo y retrasaron varios meses la operaci¨®n. Cuando acabe su mandato, en junio de 2003, ning¨²n piso de Salburua y Zabalgana estar¨¢ habitado. Habr¨¢ que esperar a la siguiente legislatura.
- Pol¨ªtica social. El grupo popular se ha sentido 'incomprendido' en muchas de las medidas que ha tomado en este terreno. En algunos casos ha debido retroceder ante la presi¨®n un¨¢nime de la oposici¨®n. Un caso delicado fue el del centro de acogida a indigentes, Aterpe. La concejal de Asuntos Sociales, Mar¨ªa ?ngeles Castellanos, propuso su cierre temporal y los socialistas amenazaron con romper el pacto. El PP rectific¨®. Al igual que en su intenci¨®n de prohibir en los quioscos la exhibici¨®n de revistas 'pornogr¨¢ficas' (entre las que inclu¨ªa Intervi¨²). Tambi¨¦n dio marcha atr¨¢s en una encuesta realizada a ONG locales, grabada en v¨ªdeo sin previo consentimiento y en la que se interrogaba sobre aspectos ideol¨®gicos. Adem¨¢s, se han producido tiranteces con la sorprendente propuesta del alcalde para pedir la legalizaci¨®n de las bodas entre homosexuales. Alonso, cuando se encontr¨® ante el compromiso de votar sobre este asunto en el Congreso, se ausent¨®. Otra pol¨¦mica se encendi¨® al anunciar el alcalde su intenci¨®n de derribar el gaztetxe para construir en su lugar una torre panor¨¢mica de car¨¢cter tur¨ªstico. El ¨²ltimo caso fue la recomendaci¨®n del alcalde a un bar para que retirara un mural con penes pintados. Aunque se borr¨® en primera instancia, m¨¢s tarde se repint¨®.
- Plan General. Cuerda lo dej¨® ultimado y el PP lo quiso reformar. Lo hizo pero, tras aprobarlo, el Gobierno vasco se opuso tajantemente al crecimiento de los pueblos que rodean al casco urbano. Tras casi un a?o, el Ayuntamiento ha debido rectificar y rebajar sus pretensiones en el n¨²mero de viviendas que se construir¨¢n.
- Sorteos de VPO. Junto a los socialistas, el PP ide¨® excluir del pr¨®ximo sorteo de vivienda protegida a todos los aspirantes que no tuvieran pareja. Tras conocerse la opini¨®n contraria de los servicios jur¨ªdicos municipales, del Ararteko y del Gobierno vasco, el Ayuntamiento cambi¨® de idea.
- Presupuestos. Una de las principales promesas electorales realizadas por Alonso fue el compromiso de aprobar los presupuestos municipales sin el hist¨®rico retraso que afectaba al Ayuntamiento en las anteriores d¨¦cadas. En los dos primeros a?os, Vitoria ha sido la ¨²nica capital capaz de sacar adelante unos presupuestos, pero Alonso no ha logrado todav¨ªa aprobarlos antes del 1 de enero. En 2002, tampoco.
- Edificios emblem¨¢ticos. El PP ha querido dejar su particular huella con la planificaci¨®n de algunos edificios emblem¨¢ticos. En casi todos los casos ha preferido recurrir a los concursos de ideas. Los arquitectos han criticado los m¨¦todos usados. Por ejemplo, para construir la futura sede del Ayuntamiento, un lugar que albergue los principales servicios que presta el consistorio. Las bases del concurso se han modificado varias veces. Tampoco se ha avanzado en la idea de construir un t¨²nel para el tr¨¢fico bajo el Casco Medieval. Tambi¨¦n ha fracasado un proyecto auspiciado por el consistorio para instalar los cines Kin¨¦polis en Beto?o. Ahora, el alcalde se est¨¢ volcando con el proyecto de auditorio. Ha encontrado ubicaci¨®n, en la zona conocida como Castilla Sur, no lejos de Ajuria Enea. Sin embargo, seg¨²n informa Pedro G. de Vi?aspre, dos informes t¨¦cnicos desaconsejan ese emplazamiento por considerarlo peque?o para un edificio de esas caracter¨ªsticas.
Pese a los reveses, Alonso ha insistido en las ¨²ltimas semanas en presentar otros proyectos. El de mayor envergadura consiste en el soterramiento de las v¨ªas del futuro tren de alta velocidad a su paso por Vitoria, con una estaci¨®n intermodal. Y hay m¨¢s: la conversi¨®n de la Avenida Gasteiz en una especie de Ramblas, la reforma de la plaza de toros, la apertura de aparcamientos subterr¨¢neos, la l¨ªnea de tranv¨ªa, el cierre de la circunvalaci¨®n mediante una ronda sur...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.