El Juli corta una oreja en Lima el d¨ªa de la reaparici¨®n de Paco Ojeda

Juli¨¢n L¨®pez, El Juli, cort¨® ayer una oreja en la cuarta corrida de abono, s¨¦ptimo festejo, de la feria del Se?or de los Milagros de Lima, a la que asistieron el rey Juan Carlos; el presidente de Colombia, Andr¨¦s Pastrana, y el escritor Mario Vargas Llosa. Tambi¨¦n actuaron Paco Ojeda, que reaparec¨ªa, y el peruano Rafael Gasta?eta. Mientras, Finito y Caballero triunfaban en la Monumental de M¨¦xico.

La plaza de Acho luci¨® un lleno en una tarde con nubes y mucho ambiente en los tendidos. Se lidiaron toros mexicanos de Fernando de la Mora, que cumplieron. El cartel lo compon¨ªan Paco Ojeda (aplausos y ovaci¨®n), Rafael Gasta?eta (silencio y ovaci¨®n) y Juli¨¢n L¨®pez, El Juli (oreja y silencio). En su primero, Ojeda brind¨® al Rey y, despu¨¦s de una serie, logr¨® acoplarse desgranando series magn¨ªficas por los dos pitones. Lig¨® en un palmo de terreno y la faena transcurri¨® entre ovaciones. Al otro, al que recibi¨® con ver¨®nicas y chicuelinas, el diestro sevillano lo breg¨® con finura. El animal esper¨® en banderillas y se puso dif¨ªcil.

Rafael Gasta?eta no logr¨® acoplarse ante su primer enemigo, tomando distancia entre los muletazos cuando en la corta distancia pudo haber sido mejor el burel. El desquite vino en el quinto, al que recibi¨® con buenas ver¨®nicas. Fue un toro prob¨®n que escarb¨® y ech¨® la cara al suelo, y Gasta?eta lo sac¨® a los medios y all¨ª le pudo y se entreg¨®. Grande fue la faena, con pases de todas las marcas. Largos, templados, ligados fueron los muletazos, y m¨¢s largos a¨²n los pases de pecho. Hubo molinetes, pases del desprecio, cape¨ªnas entre series magn¨ªficas, pases de pecho rodilla en tierra y manoletinas. Pidieron el indulto y son¨® un aviso, se eterniz¨® con la espada y a¨²n son¨® otro aviso. La faena qued¨® all¨ª.

El Juli fij¨® a su primero y lo veronique¨® ganando terreno en lances estupendos que acabaron casi en los medios, en una lecci¨®n de torear a la ver¨®nica. Hubo tafalleras y chicuelinas en el quite. Se luci¨® con los palos, en especial en el tercer par por los adentros, muy expuesto. Brind¨® al Rey y en la muleta se hizo un silencio de Lima esperando su labor. El toro rompi¨® y El Juli lo aprovech¨® en una magnifica faena, en la que intercal¨® largos muletazos y circulares. A pesar de que descabell¨®, le concedieron una oreja. En su segundo, la voluntad y el oficio se estrellaron con la soser¨ªa del toro.

En M¨¦xico, la afici¨®n disfrut¨® por fin de la exquisitez del toreo de Finito de C¨®rdoba. Al d¨¦bil y noble primero, baj¨¢ndole la mano, con se?or¨ªo le ejecut¨® una tersa faena, premiada con dos orejas. Con el correoso quinto no se confi¨® y, aunque tuvo detalles, fue pitado.

Manuel Caballero tambi¨¦n reverdeci¨® viejos laureles. Al guas¨®n sexto le expuso mucho y brill¨® el poder de su franela al ligar emotivas tandas por ambos lados. Cort¨® una oreja con petici¨®n de otra. Al soso segundo lo traste¨® limpiamente.

El hechizo de Jer¨®nimo emocion¨® a la concurrencia. Al cuarto, que tra¨ªa la cabeza alta, le traz¨® una faena barroca y recibi¨® una oreja. Sin importarle los hachazos del octavo, le hilvan¨® recios redondos y naturales. Con agallas, aguante y buen gusto, Paco Gonz¨¢lez traste¨® al fijo s¨¦ptimo con un lento acompasamiento de su muleteo.