'La est¨¦tica es un instinto de supervivencia'
Un 'ejercicio Feldmann' podr¨ªa consistir en publicar este mismo suplemento s¨®lo con las fotograf¨ªas pero sin ning¨²n texto ni, por supuesto, publicidad. Lo hizo la revista austriaca Profil en febrero de 2000. Public¨® dos versiones del semanario, una normal y otra s¨®lo con las fotograf¨ªas, lo que abr¨ªa nuevas posibilidades de lectura a las im¨¢genes. Es un trabajo que refleja muy bien el rico y subversivo mundo de Hans-Peter Feldmann (D¨¹sseldorf, 1941). Una retrospectiva de sus trabajos se presenta hasta el 27 de enero en la Fundaci¨®n T¨¤pies de Barcelona en una producci¨®n, comisariada por Helena Tatay, que despu¨¦s viajar¨¢ a Par¨ªs, Winterthur y Colonia.
PREGUNTA. ?Por qu¨¦ un t¨ªtulo como Una exposici¨®n de arte?
'La fotograf¨ªa es el ¨²nico medio que conozco para detener el tiempo'
RESPUESTA. Eso es lo que es. El t¨ªtulo es funcional.
P. En la exposici¨®n se aprecia su obsesi¨®n por coleccionar im¨¢genes y todo tipo de objetos o juguetes. ?Cu¨¢ndo empez¨® a coleccionar y por qu¨¦?
R. El porqu¨¦ no lo s¨¦. No lo puedo explicar, pero reconozco que no es algo sano. Empec¨¦ a los seis a?os, despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial.
P. ?Era su manera de poner distancia con el mundo real?
R. Puede ser. Quiz¨¢ era una manera de escapar de la realidad, como la televisi¨®n. Hay muchas maneras de escapar del mundo real. En muchos apartamentos la gente se cuelga fotograf¨ªas del Caribe o de monta?as nevadas en la pared. Tambi¨¦n eso es una manera de escapar.
P. Usted colecciona estas im¨¢genes id¨ªlicas y t¨®picas, pero en ocasiones las exhibe en forma de fotocopias en blanco y negro.
R. Intento destruir estos p¨®steres. Les quito el color, tambi¨¦n hago malas reproducciones en papel barato, los arrugo. Pero aun as¨ª son bonitos.
P. ?Le dan rabia?
R. Las im¨¢genes asustan. Me dan ansiedad. La mejor manera de sobreponerme a los miedos es estudiarlos. Es como si hiciera vud¨² a estas im¨¢genes. De hecho, el vud¨² es una idea central en mi trabajo.
P. En la exposici¨®n se muestran muchas acumulaciones de im¨¢genes de todo tipo. ?Es una manera de modificar su sentido?
R. A veces. Es una investigaci¨®n. En el trabajo de 100 years, las fotograf¨ªas s¨®lo tienen sentido cuando se miran estas cien personas de edades diferentes una detr¨¢s de otra. La elecci¨®n de cada fotograf¨ªa no responde a razones est¨¦ticas, sino que lo que da sentido al conjunto es la historia que las une. Las im¨¢genes impresionan m¨¢s que las palabras y yo intento hacer un laboratorio con im¨¢genes.
P. En otra serie, Die Toten, presenta una serie de im¨¢genes de muertos por terrorismo en Alemania desde 1967. Sorprende ver tantas v¨ªctimas y en fechas recientes.
R. Yo era uno de los militantes de izquierdas de los a?os sesenta, cuando a¨²n hab¨ªa antiguos nazis en el mismo Gobierno alem¨¢n. En aquel momento nuestra idea era cambiar la sociedad alemana hacia una manera de vivir m¨¢s libre y democr¨¢tica. Y la cosa empez¨® bien, con esperanza, porque echamos a estos nazis y el pa¨ªs cambi¨® hacia un planteamiento m¨¢s socialdem¨®crata. Pero alguna de aquella gente de izquierdas fue demasiado lejos y acabaron matando gente s¨®lo para escapar, como una huida hacia delante. Pero no se ha entendido esto hasta ahora.
P. En Espa?a se ten¨ªa la impresi¨®n de que en Alemania se acab¨® con el terrorismo con m¨¦todos contundentes, incluida la sospechosa muerte en prisi¨®n de la banda Baader-Meinhof.
R. No los mataron, se suicidaron. Esto es seguro. El terrorismo se par¨® porque fueron m¨¢s lejos de lo que pudiera justificar cualquier m¨®vil, y perdieron el apoyo de la gente de izquierdas. Pero la ¨²ltima fotograf¨ªa de esta serie est¨¢ tomada en 1998, en Viena. Todav¨ªa est¨¢n escondidos. Creo que es la misma gente, aunque van entrando algunos nuevos. Es algo que no se ha acabado.
P. En Espa?a es dif¨ªcil ver una obra as¨ª. ?Ser¨ªa positivo?
R. S¨ª, estar¨ªa bien que se hiciera el mismo trabajo con ETA y se mostraran todas juntas, tanto las v¨ªctimas de los terroristas como los muertos terroristas. Cuando se lee en el diario sobre un muerto se trata de algo abstracto y uno hace olvidar al anterior. Pero si ves las caras de todos ellos uno detr¨¢s de otro se convierten en personas y empiezas a reflexionar. Tal vez as¨ª la gente empezar¨ªa a pensar en lo que est¨¢n haciendo, sobre todo los que apoyan a ETA. El precio que se paga es demasiado alto.
P. Con excepciones como Die Toten, la mayor parte de su trabajo est¨¢ lleno de humor. ?Cree que el arte tendr¨ªa que ser m¨¢s l¨²dico?
R. El arte no lo s¨¦, pero yo prefiero ser l¨²dico.
P. ?Qu¨¦ opina de la est¨¦tica?
R. Es lo que nos indica que algo es bueno para nosotros. Un vaso limpio es mejor que un vaso sucio y por eso lo preferimos, es m¨¢s est¨¦tico. Lo est¨¦tico es algo que cambia todo el rato. Intente saber por qu¨¦ le gusta algo que es est¨¦tico y seguro que encontrar¨¢ alguna buena raz¨®n. La est¨¦tica est¨¢ conectada con el ser humano, s¨®lo existe en relaci¨®n con ¨¦l.
P. ?Est¨¦tica como instinto?
R. S¨ª, es un instinto de supervivencia. Cualquier cosa que ayuda a vivir es intuitivamente est¨¦tico. El arte es una comunicaci¨®n muy arcaica entre yo y los otros. Si estoy en un lavabo p¨²blico haciendo pintadas guarras, tengo un problema. Pero si viene alguien con el mismo problema, lo ve y entiende algo de lo que le pasa a la persona, entonces esta pintada puede ser est¨¦tica. S¨®lo en este momento sucede el arte. Todo pasa en la cabeza del espectador, por eso el arte depende del sitio y del momento.
P. En los ochenta abandon¨® cualquier contacto con el mundo del arte. ?Por qu¨¦?
R. Ten¨ªa cosas mejores que hacer.
P. ?Como qu¨¦?
R. Ganarme la vida. Y tambi¨¦n estaba disgustado con la gente del mundo del arte, no ten¨ªa la distancia que tengo hoy. Quer¨ªan fotos originales, ediciones limitadas, obras firmadas y todo este tipo de tonter¨ªas.
P. A los nueve a?os regres¨®.
R. Estaba d¨¦bil.
P. ?Cu¨¢l es ahora su relaci¨®n con la escena art¨ªstica?
R. M¨¢s suelta que antes. Para m¨ª el arte es una necesidad fundamental. Lo que odio es el trato con los grandes coleccionistas tipo Saatchi que s¨®lo pretenden hacer negocio.
P. ?Puede controlar a qu¨¦ manos va a parar su obra?
R. S¨ª. Vendo en pocas galer¨ªas, s¨®lo tres. Y les digo que s¨®lo quiero que vendan mis obras a determinados museos o coleccionistas. No funciona al ciento por ciento, pero se puede controlar bastante.
P. Nunca ha vivido del arte, ?porque no ha podido o porque no ha querido?
R. No me ha sido posible. El dinero est¨¢ bien, pero no quiero forzar nada para ganarlo. He montado peque?as empresas de edici¨®n y un taller de juguetes, pero pierdo dinero.
P. En muchas de sus series fotogr¨¢ficas el protagonista es el tiempo. ?Es su manera de pararlo?
R. No s¨¦ por qu¨¦ lo hago. Tal vez quiero ser ni?o de nuevo. Y la fotograf¨ªa es la ¨²nica herramienta que conozco para detener el tiempo.
Un 'voyeur' fascinado
UNA DE LAS COSAS que m¨¢s sorprende de la obra de Feldmann es lo actual que resulta su trabajo o, en todo caso, lo coincidente de su mirada con la que predomina ahora entre muchos artistas j¨®venes. Feldmann es un voyeur y comparte su fascinaci¨®n por todo lo que le rodea con un espectador que considera c¨®mplice y, siguiendo el viejo lema vanguardista, tan artista como ¨¦l. Nacido en D¨¹sseldorf en plena Segunda Guerra Mundial y criado en la vecina ciudad de Hilden, sinti¨® de ni?o la fascinaci¨®n por el colorismo del american way of life y, ya en los sesenta, la decepci¨®n y posterior rebeld¨ªa ante las falsas promesas de la sociedad de consumo. A finales de los a?os sesenta vivi¨® de cerca el rico ambiente art¨ªstico de D¨¹sseldorf, dominado por la personalidad entonces transgresora de Josep Beuys, y no qued¨® inmune a la influencia del pop art que llegaba de Estados Unidos. Sus primeras obras, que titul¨® Bilder (im¨¢genes) son peque?os libritos autoeditados en los que ya reproduc¨ªa fotograf¨ªas, suyas o apropiadas, agrupadas de forma tem¨¢tica y sin textos. M¨¢s que como pionero, a Feldmann habr¨ªa que considerarlo como un ilustre representante de esta rica tradici¨®n de artistas que desde el dada¨ªsmo a la posmodernidad han utilizado todo tipo de medios gr¨¢ficos y objetuales para cuestionar el mismo concepto de arte en un intento de democratizarlo y expandirlo a todas las facetas de la vida.
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