Un cl¨¢sico para la revancha
Argentina e Inglaterra conf¨ªan en saldar, cada una a su favor, sus viejas cuentas pendientes
Nada importa ya para los aficionados argentinos. Ni los otros rivales. Ni la propia Copa del Mundo. All¨ª est¨¢ Inglaterra. El bombo depar¨® la suerte que se deseaba y se tem¨ªa. El Grupo F se convertir¨¢ as¨ª en el sue?o cumplido o en una pesadilla. Gran parte de la historia contempor¨¢nea del f¨²tbol acudir¨¢ a la cita japonesa de un duelo tradicional. Ya se escucha el murmullo en las tribunas. Hoy mismo, en todos los estadios argentinos, los aficionados cantar¨¢n: 'Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta es un ingl¨¦s'.
Marcelo Bielsa, el t¨¦cnico blanquiazul, ni asisti¨® al sorteo ni esperaba que le favoreciera la fortuna porque consideraba igual de fuertes a todos los posibles rivales. Seg¨²n sus colaboradores, El Loco est¨¢ conforme con el resultado por dos razones: se calma un poco el ambiente de euforia tras la brillante eliminatoria suramericana y el equipo vuelve a centrarse ante la perspectiva de oponerse a un gran adversario.
La prensa argentina revisa las pasadas batallas contra Inglaterra; recuerda a Nigeria como el cuadro que arrebat¨® el oro a la selecci¨®n sub 23 de Crespo y Piojo L¨®pez, dirigida por Daniel Passarella, en la final de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta 96, y aporta datos sobre la desconocida Suecia. Pero una y otra vez se vuelve al choque con los ingleses. 'Es un cl¨¢sico y los cl¨¢sicos no se juegan, se ganan', dec¨ªa Carlos Bilardo, el entrenador que gan¨® con Argentina el Mundial de M¨¦xico 86.
Los dos goles de Maradona a Inglaterra en ese torneo, el primero con la mano de Dios y el segundo en una jugada memorable, corri¨¦ndose gran parte del rect¨¢ngulo, son reproducidos en los telediarios. Tanto como para que un fan¨¢tico advierta: 'Si siguen forzando la copia, un d¨ªa de ¨¦stos le van a cobrar la falta en el primer gol y va a terminar fallando el remate en el segundo'.
El m¨ªtico Antonio Ubaldo Rattin, centrocampista y capit¨¢n del conjunto que disput¨® las semifinales de la Copa de Inglaterra 66 frente a Bobby Charlton y compa?¨ªa es obligado a contar de nuevo las circunstancias de aquel lance, en el que fue expulsado y, de camino al vestuario, cometi¨® la irreverencia de sentarse en la alfombra de la reina Isabel II. Rattin, que acaba de ser elegido diputado nacional, a¨²n se enfada: 'Fue un robo, una pirateada t¨ªpicamente inglesa. Nos pusieron un ¨¢rbitro alem¨¢n. En la otra semifinal jugaban Alemania y Uruguay y les pusieron uno ingl¨¦s. Antes de empezar sab¨ªamos que era imposible ganar. Cuando me ech¨®, yo ped¨ªa un traductor y ¨¦l dijo que le insult¨¦'.
Desde las emisoras de radio llega la voz de Diego Maradona y se releen las declaraciones de David Beckham: 'No pudo esperar m¨¢s para enfrentarme a los argentinos y acabar con los fantasmas. Quiero, por razones obvias, mi revancha'. Ya hay, s¨ª, clima de pelea. Argentina elimin¨® a Inglaterra en los octavos de final del Mundial de Francia 98 y Beckham fue expulsado por una falta a Simeone. Luego, en los penaltis decisorios, Roa detuvo el ¨²ltimo. Hay, s¨ª, bronca, rencores, una guerra por la soberan¨ªa de las islas Malvinas, una historia de saqueos... Hay en cada estadio argentino, en cada rinc¨®n del pa¨ªs, un deseo: ganar a Inglaterra. La Copa no interesa. Tal vez comience despu¨¦s de ese partido.
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