Las 100 pel¨ªculas de una colecci¨®n de libros
'Programa Doble' alcanza los 50 n¨²meros con el volumen de Javier Coma sobre 'Los p¨¢jaros' y 'R¨ªo Rojo'
En 1994, los responsables de la editorial Dirigido Por (que publica las revistas Im¨¢genes de Actualidad y Dirigido) decidieron lanzarse a una nueva aventura. Se trataba de sacar al mercado una nueva colecci¨®n de libros dedicados al cine, bautizada como Programa Doble: en cada n¨²mero se estudiar¨ªan exhaustivamente dos pel¨ªculas y se incluir¨ªan m¨²ltiples fotograf¨ªas de cada una de ellas. Su director, Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre, recuerda que la reacci¨®n ante el proyecto fue un¨¢nime: 'Nadie apostaba por ella'. Pero, contra todo pron¨®stico, esta iniciativa considerada inviable acumula ya una larga vida. A los siete a?os del lanzamiento de la colecci¨®n, acaba de salir al mercado su libro n¨²mero 50, lo cual supone el estudio de un centenar de t¨ªtulos. De cada volumen se editan inicialmente 3.000 ejemplares y de algunos se han hecho terceras ediciones.
Los p¨¢jaros, de Alfred Hitchcock, y R¨ªo Rojo, de Howard Hawks, componen el Programa Doble n¨²mero 50. Ambos t¨ªtulos han sido diseccionados por Javier Coma, autor de una larga lista de ensayos de otros siete vol¨²menes de la colecci¨®n de Dirigido Por.
Para Coma, tener que escribir 50 p¨¢ginas sobre una pel¨ªcula supone todo un placer porque le obliga a mirarla con ojos nuevos, distintos de cuando va al cine como mero espectador, y repara 'en detalles que antes no hab¨ªa visto'. Por ejemplo, cuando se sumergi¨® en Los p¨¢jaros descubri¨® que la actriz protagonista, Tippi Hedren, usa un mismo traje pr¨¢cticamente desde el principio hasta el final de la cinta. La raz¨®n para ello es que se produce una simetr¨ªa crom¨¢tica entre su atuendo y el color rubio de su cabello con el plumaje de los p¨¢jaros. Entre las an¨¦cdotas relacionadas con R¨ªo Rojo, Coma cuenta que la flecha que se clava en el hombro de la actriz principal deb¨ªa impactar originariamente en su pecho; pero dado que, con el fin de eliminar el veneno de su cuerpo, Montgomery Clift le succionaba la herida, se decidi¨® que situarla en el pecho pod¨ªa resultar demasiado imp¨²dico.
El autor dice haber intentado abordar ambas pel¨ªculas desde ¨¢ngulos diferentes de aquellos desde los cuales ya se han contemplado en otros estudios sobre ellas. 'Fui a las fuentes originales, a las novelas de las que salieron los dos filmes. La comparaci¨®n de los textos con las pel¨ªculas da muchas pistas sobre lo que quer¨ªan hacer los directores'.
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