Capacidades y diversidad
El periodista Juan J. Mill¨¢s, en su punzante mirada sobre la condici¨®n humana, se transformaba hace poco en discapacitado por un d¨ªa. En tan s¨®lo 24 horas nos narraba su otra realidad. Hagamos ese mismo ejercicio ahora. Intente, amable y profuso lector, leer este p¨¢rrafo con los ojos cerrados. Pase sus p¨¢ginas sin utilizar las manos. D¨¦jelo en el revistero de la esquina sin dar un paso. Y ahora, cuando suene el tel¨¦fono hable sin pronunciar palabras. ?Qu¨¦ no oye?, es cierto, me dijo su amigo que hab¨ªa perdido la ligera audici¨®n con la que naci¨®, por eso cuando el tel¨¦fono sonaba no se ha inmutado.
Y ahora, cuando recobre el aliento. Cuando hayan pasado esos primeros cinco minutos de su nueva vida; cuando a¨²n no hemos abandonado el sal¨®n de su casa recupere la situaci¨®n anterior. Mire a su alrededor y no se asuste ante las extra?as miradas de sus compa?eros. No se ha vuelto loco. Ni ellos as¨ª lo perciben. Para ellos es usted un ser extra?o. Distinto.
?Podemos continuar manteniendo esa extra?eza ante el 9% que seg¨²n la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud es percibido en Europa como discapacitado? La ¨²nica respuesta posible debe venir del lado del compromiso ¨¦tico con el g¨¦nero humano. Cualquier paso, por peque?o que sea, para reducir el grado de extra?eza entre seres semejantes fortalecer¨¢ la condici¨®n del ser humano como ser solidario.
El amplio abanico de discapacidades que nos envuelve se diluye cada vez m¨¢s en la normalidad del devenir humano. A medida que las sociedades avanzan, son mayores los retos a los que nos enfrentamos para acceder a la generalizaci¨®n del bienestar. Pero a¨²n pende sobre nosotros el peligro de la exclusi¨®n, si antes no somos capaces de eliminar cualquier atisbo de extra?eza ante lo que no deber¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de una muestra de la diversidad.
Las discapacidades se han movido siempre en una nebulosa que abrazaba ¨¢mbitos tales como la sanidad y la familia. La beneficencia, por otro lado, supl¨ªa las carencias en un ¨¢mbito donde la solidaridad y la voluntariedad actuaban como compromiso personal m¨¢s que como compromiso social. Llegados a este punto, en el que la sociedad ha trazado sus propias redes de solidaridad en contacto directo con las administraciones, es preciso actuar con el horizonte puesto en un futuro de oportunidades del que nadie debe sentirse ajeno.
Las nuevas tecnolog¨ªas empiezan a suplir las carencias de los renglones torcidos de la naturaleza humana. Existen tel¨¦fonos para sordos. La persona con dificultades visuales ya puede leer. La solidaridad ofrece nuevas posibilidades de encuentro y relaci¨®n. La discapacidad ya no se recluye en s¨ª misma sino que entra a formar parte de la diversidad. Cada vez m¨¢s la educaci¨®n y el acceso a la cultura son diversos. Sin embargo, una vez m¨¢s, la integraci¨®n se convierte en la asignatura pendiente que cabe aprobar si queremos alcanzar sociedades plurales y justas.
El primer paso para abandonar la discapacidad es dejar de lado la extra?eza ante una persona que disfruta de otras caracter¨ªsticas, caracter¨ªsticas diferentes pero no inferiores. Cada ser humano, cada persona, puede y debe desarrollar sus propias capacidades con el apoyo social necesario para cada caso. La Administraci¨®n, por su lado, debe velar por que nadie quede excluido de unas oportunidades que una sociedad inteligente debe abrir a todos sus ciudadanos.
Al celebrar hoy el D¨ªa Internacional de las Personas con Discapacidad, es preciso reiterar el compromiso de la Generalitat Valenciana con unas personas que tienen ante s¨ª un horizonte social, econ¨®mico, educativo y cultural m¨¢s amplio acorde con la realidad social. La diversidad no s¨®lo afecta a razas y culturas, sino que abraza a todas las personas, sin importar el grado concreto de capacidad que les acompa?a. Y, para finalizar s¨®lo un dato: m¨¢s del 60% de los europeos rechaza que las personas con discapacidad puedan ser menos productivas. Si a¨²n quedan visiones productivistas de la sociedad aqu¨ª tienen tambi¨¦n su dato.
Rafael Blasco Castany es consejero de Bienestar Social.
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