La atenci¨®n farmac¨¦utica s¨ª es una amenaza
El presidente de la Fundaci¨®n Pharmaceutical Care (atenci¨®n farmec¨¦utica) Espa?a, Joaqu¨ªn Bonal del Falg¨¢s, ha respondido a un art¨ªculo m¨ªo con otro (La atenci¨®n farmac¨¦utica no es una amenaza, EL PA?S, 27-11-2001), al que replico:
a) No hay equipo: afirma Bonal que 'm¨¦dicos y farmac¨¦uticos han colaborado desde siempre'. Extra?a visi¨®n. Nunca el farmac¨¦utico con oficina de farmacia ha colaborado en la asistencia del m¨¦dico al enfermo, y menos en equipo; de hecho, el m¨¦dico ejerce apartado en todo del farmac¨¦utico.
b) Dudosos de ra¨ªz son todos los datos y estudios sobre los errores en la medicaci¨®n. Porque 'a menudo es dif¨ªcil o imposible discernir si el efecto adverso es consecuencia del desarrollo de la enfermedad o del tratamiento (...) La US General Accounting Office advierte de que la magnitud del riesgo para la salud es incierta a causa de las limitaciones de los datos de incidencia' (R. E. Ferner, Drug Information Journal, 2001, 35.2:633-638). As¨ª pues, los porcentajes que Bonal cita son enga?osos.
c) El m¨¦dico, actor natural: 'Obviamente', concede Bonal, 'el m¨¦dico puede rebajar los errores de medicaci¨®n (...), pero no lo est¨¢ haciendo'. No, porque el SNS espa?ol, como los restantes sistemas del mundo, desconsidera dichos errores. Falta la funci¨®n, no el funcionario propio, que es el m¨¦dico. La presencia de un farmac¨¦utico ser¨ªa una intromisi¨®n artificial, muy cara, menos eficaz y perturbadora.
d) Intrusismo: '... el m¨¦dico ha estudiado seis a?os para serlo, pero yo tambi¨¦n', dice Bonal, 'estudi¨¦ seis a?os para ser farmac¨¦utico'. Pero sus estudios, por muy prolongados y provechosos que hayan sido, no le conceden competencia t¨¦cnica ni le facultan social y legalmente para atender a un enfermo.
e) Agresi¨®n a la confidencialidad: que la 'informatizaci¨®n de la historia farmacoterap¨¦utica va a poner en peligro la confidencialidad (...) no es argumento v¨¢lido,' asegura Bonal. Sin embargo, la circulaci¨®n de millones de historias cl¨ªnicas por las 20.000 farmacias siguiendo las innumerables compras diarias de medicamentos dejar¨ªa sin remedio rastros visibles de datos tan personales. La Ley General de Sanidad, ley org¨¢nica, proh¨ªbe (art¨ªculo 61) la dispersi¨®n de las historias cl¨ªnicas; la atenci¨®n farmac¨¦utica vulnerar¨ªa ese precepto.
f) Vale poco la posici¨®n favorable del Consejo de Europa, organismo que no tiene nada que ver con la Uni¨®n Europea (el nombre confunde), dedicado a fines abstractos de vigilancia de los principios democr¨¢ticos y derechos humanos y sin capacidad ejecutiva. En tal situaci¨®n inconcreta y descomprometida, su recomendaci¨®n profarmac¨¦utica es, adem¨¢s de incongruente, tan f¨¢cil como trivial.-
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